Tal parece que quedará en veremos la actualización del Código de Vestimenta que el Ministerio de Relaciones Exteriores buscaba aplicar a sus colaboradores. Luego de varias críticas al protocolo, el canciller de la República, Álvaro Leyva Durán, se pronunció al respecto y aseguró que él no tenía nada que ver en esa reglamentación.
En las nuevas reglas de juego para la vestimenta de quienes trabajan en la cartera, entre otras cosas, se prohíbe el uso de tenis, escotes y otras prendas que no serían adecuadas al interior de la entidad. El anuncio causó una dura polémica en redes sociales y obligó al jefe de de la Cancillería a referirse al tema.
A través de su cuenta de Twitter, Leyva aseguró que él no tenía la potestad de decirle a sus coequiperos cómo vestirse, por lo que se sobreentiende desechará el protocolo que se conoció recientemente que, además, le recomendaba a las mujeres no utilizar “maquillaje sobrecargado”.
“Sobre el vestuario en la Cancillería: Con María Mercedes Carranza introduje en la Constitución el artículo sobre el libre desarrollo de la personalidad. Así, no soy quien diga cómo debe vestirse la gente. Prevalece si lo que la recta razón y el buen comportamiento indiquen”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores en las recientes horas.
El tema ha generado múltiples reacciones en las que señalan a esa idea de vestimenta como “machista” y “conservadora”. Así lo ratificó, en las recientes horas, María Angélica García, presidenta de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo), que aseguró que estaban “sorprendidos” por ese rimbombante y polémico anuncio.
“No podemos decir que la idoneidad de una persona para representar el país se puede catalogar por la vestimenta. Estamos bastante sorprendidos también porque el protocolo, si uno lo analiza, es bastante sexista; tiene una visión netamente occidental, que obviamente, no maneja en ningún momento ni siquiera unos estándares. Además, hay que decir que va en contra absoluta del derecho del libre desarrollo de la personalidad”, aseguró García en diálogo con la emisora Caracol Radio.
La funcionaria que se desempeña como cónsul de Colombia en Uruguay, aseguró que ese manual de vestimenta no es nuevo y que rige desde 2011. Lo que sí le parece extraño es que, en el llamado Gobierno del Cambio, dirigido por el presidente Gustavo Petro, se le esté pidiendo a los colabores del Ministerio de Relaciones Exteriores que se acoplen a esas reglas, teniendo en cuenta que, antes, era de libre elección.
“La verdad es que realmente cuando vemos este manual, que si bien en algún momento llegaron y dijeron que era opcional de hacerlo o no, pues es un manual bastante claro frente a cómo las personas deben vestirse y es bastante sexista. Incluso, dice que las mujeres tienen que usar faldas y por no decir todo lo demás”, aseguró la diplomática en la nación sudamericana.
Incluso, coincidió en lo que dijo Leyva de que, desde esa cartera, no pueden imponerle a la gente cómo vestirse porque atentaba contra la libertad de expresión. Además, aseguró que desde el 2011, desde que viene trabajando en la Cancillería, no había visto que a nadie se le impusiera un código de vestimenta, ya sea para reunirse con personalidades nacionales o internacionales.
Otras de las reacciones a este polémico anuncio vinieron desde, incluso, sectores cercanos al Gobierno nacional. Sin embargo, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores defendieron esa iniciativa argumentando que responde a la participación “de manera proactiva en la escena internacional a través del diálogo abierto y constructivo, para proyectar los intereses y las realidades de Colombia en el mundo”. A su vez, dejaron la siguiente instrucción:
“Todos los funcionarios de la entidad deben promover prácticas alineadas al cumplimiento de los objetivos institucionales, a través de comportamientos que posibiliten la construcción de una imagen profesional y consecuente con la identidad y el contexto laboral. Así, y en congruencia con estos principios es preciso propender un modelo de vestimenta formal”, señaló la dependencia de Talento Humano de la Cancillería.
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