Edad pensional en Colombia es una de las más bajas en Latinoamérica

Las jubilaciones tienen un promedio menor para ser efectivas en comparación con la OCDE y/o la Unión Europea

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Un comparativo con otros países
Un comparativo con otros países muestra que Colombia tiene una de las edades más bajas para pensionarse. Proyecciones aconsejan aumentar las referencias para preservar la financiación de estos programas. (Colprensa - Sofía Toscano)

Las pensiones en Colombia nuevamente están en medio de la discusión nacional. Las declaraciones del presidente, Gustavo Petro y el ministro de hacienda, José Antonio Ocampo, sobre modificar la edad para las jubilaciones, junto a lo que sería la reforma en esta materia, han levantado diversas voces a favor y en contra de sus posturas.

En ese sentido, un comparativo asegura que la edad para alcanzar este beneficio es menor que la presentada en las naciones miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), o la Unión Europea. Lo mismo pasaría contrastándola con Latinoamérica.

Este es uno de los puntos que se debatirá en la reforma, si bien ha sido enfático el presidente en asegurar que no se aumentaría la edad, según algunos análisis y estimaciones, consideran que es necesario teniendo en cuenta el aumento de personas que envejecerán, por ende, quedarían fuera de las edades productivas.

Solo por tomar una referencia, el promedio de los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos muestra que se destina el 7,70% del Producto Interno Bruto (PIB) para subsanar las pensiones.

El país que menos gasta es Islandia, que invierte 2,8%; seguido por Chile con 2,8%, Corea del Sur un 3% y México con el 3,1 por ciento. Por parte de Colombia, la cifra es del 5,8%, siendo más bajo de países como: Estados Unidos, Noruega, Suecia, Suiza y Turquía.

En Colombia, los hombres logran pensionarse a los 62 años de edad, mientras que las mujeres lo hacen a los 57. El promedio en América Latina de jubilación es de 60 años, la referencia más baja es de Venezuela donde el límite para el sexo femenino es de 55, mientras que para el masculino es de 60.

Si se compara con la OCDE los hombres se pensionan a los 64,2 años y las mujeres a los 63,5, referencia similar a la de la Unión Europea.

Reforma pensional de Petro atentaría
Reforma pensional de Petro atentaría contra la viabilidad financiera de las jubilaciones en Colombia.

Organismos internacionales aconsejan aumentar la edad pensional, mientras el gobierno nacional asegura que mantendrá la referencia

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, proyecta que durante las próximas 2 décadas la región tendrá casi dos veces más la cantidad de personas con 65 o más años.

Según el cálculo, hacía el 2045 al menos el 18% de la población en Latinoamérica estará compuesta por personas de 65 años, o más, lo que pondría en riesgo las finanzas de los países, gestionando los sistemas pensionales y dejándolos inviables por falta de financiación.

Algunos países como Francia ya evalúan un posible incremento en la edad de jubilación, y sumado a varias previsiones y proyecciones, casi todos los expertos apuntan a que ese debe ser el camino para mantener, financieramente hablando, estos programas pensionales.

No obstante, el presidente se mantiene en su postura de no aumentar la edad para alcanzar el retiro, asegurando que si eso pasa renunciaría primero. Pero, dentro de las cuentas del gobierno eso sería una opción, pues se debe garantizar el financiamiento del sistema, o es lo que dejó ver el ministro de hacienda, José Antonio Ocampo, y que estaría discutiéndose en la mesa de negociaciones que lidera la cartera de trabajo.

Desde la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), la propuesta que estaría desarrollando el gobierno nacional, basada en pilares donde se fortalezcan los fondos públicos, podrían ser inviables en el futuro:

“Mientras que en Colombia se discute desviar cotizaciones desde el sistema de ahorro individual al sistema de reparto. Estas propuestas van en contra de las recomendaciones realizadas por el informe de Mercer y, además, debido a las tendencias demográficas, implican un riesgo sobre la sostenibilidad financiera de los sistemas (...) consecuencias negativas tales como aumento del déficit fiscal y del sistema de pensiones, que llevaría la deuda de pensiones de menos del ciento por ciento a más del 200 por ciento, según cálculos de la Universidad de los Andes; efectos negativos sobre el crecimiento y la economía, y un debilitamiento del mercado de capitales”.

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