Gustavo Bolívar es citado ante la Corte Suprema por las declaraciones realizadas sobre la presunta red de abuso sexual en el Congreso

La Sala de Instrucción llamó al exsenador del Pacto Histórico quién en recientes días en medio de una entrevista dio una explosiva declaración que compromete seriamente a los funcionarios del Capitolio

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Bolívar aseguró en una entrevista a revista Semana, que senadores y otros funcionarios ofrecerían contratos de corto plazo a cambio de servicios sexuales y cuatro mujeres habrían llegado a su oficina para denunciar los lamentables hechos. | Foto: Colprensa
Bolívar aseguró en una entrevista a revista Semana, que senadores y otros funcionarios ofrecerían contratos de corto plazo a cambio de servicios sexuales y cuatro mujeres habrían llegado a su oficina para denunciar los lamentables hechos. | Foto: Colprensa

La Corte Suprema de Justicia llamó al exsenador del Pacto Histórico y escritor Gustavo Bolívar, quien deberá ante la Sala de Instrucción ampliar su declaración sobre la presunta red de trata de mujeres al interior del Congreso de la República de Colombia. La cita quedó asignada para el próximo miércoles 18 de enero, de igual manera el guionista mencionó que el lunes y martes 16 y 17 de enero, estará ante órganos de control como la Procuraduría y la Fiscalía, para dar información referente al caso y que no llegue a perjudicar a las víctimas.

Bolívar aseguró en una entrevista a revista Semana, que senadores y otros funcionarios ofrecerían contratos de corto plazo a cambio de servicios sexuales y cuatro mujeres habrían llegado a su oficina para denunciar los lamentables hechos. Mientras que las declaraciones han escandalizado a varios sectores, hay políticos y personas que señalan que para que haya credibilidad las víctimas deben mostrar su rostro, el exsenador ha indicado que los testimonios se revelaran en su debido tiempo cuando se pueda proteger la identidad de las afectadas.

Yo se la conté a varias personas, pero el problema es que ellas no han querido dar públicamente la cara porque están casadas. El esposo no sabe lo que les toca hacer; a otras les da miedo que el novio las deje; otras tienen el temor de que no les vuelvan a dar empleo en ningún lado”, indicó Gustavo Bolívar.

Las declaraciones del excongresista resultaron generar opiniones dividas, políticos como María Fernanda Cabal cuestionaron lo dicho por Bolívar ante Semana, mientras figuras como el presidente del Congreso Roy Barreras, solicitó a la justicia actuar con prontitud en el caso.

¿Un secreto a voces?

Al respecto se pronunció la Congresista del Pacto Histórico, María José Pizarro, quien mencionó que no tenía conocimiento de tan aberrada práctica denunciada por el político y escritor, se debe recordar que Gustavo Bolívar indicó en su explosiva revelación que lo denunciado era un secreto muy conocido para las personas que están al interior del Congreso.

El acoso sexual laboral es una realidad en nuestro país en todos los ámbitos. En el periodismo ocurre. Estoy segura de que estas situaciones se presentan en ámbitos tanto privados como públicos cada día. Con mayor frecuencia y violencia, con presiones cada vez mayores. No te puedo decir que eso es un secreto a voces, yo no me enteré. Si yo me hubiera enterado, yo sé cómo hubiera actuado: inmediatamente”, resaltó a Semana la Congresista del Pacto Histórico.

Aunque es particular las afirmaciones de Pizarro, especialmente, teniendo en cuenta que la periodista Ana Bejarano Ricaurte, quien habló precisamente en su más reciente publicación en Cambio, que el acoso sexual a las mujeres atractivas sí es una práctica común en los espacios políticos lamentablemente, y evocó su etapa de secretaria privada del ministro de Justicia.

En el equipo de un influyente congresista trabajaba una de ellas. Recuerdo sus ojos verdes incandescentes. Durante una trasnochada salvaje me confesó el horroroso sistema de premios y castigos al que sometían a las mujeres del equipo. El honorable parlamentario solicitaba favores sexuales y, con base en la intimidad y destreza de los mismos, las víctimas eran premiadas con entradas a reuniones o encargos sustanciales”, detalló en su columna en Cambio, haciendo énfasis en la naturalidad con la que se lleva esta repugnante práctica.

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