Ni los amagues para sumar a un precandidato o precandidata a vicepresidente a la fórmula de Mauricio Macri lograron contentar a algunos radicales enfrentados fundamentalmente con la política económica de este Gobierno.
Después de la Convención en la que César Martucci se quedó sin la palabra (porque lo saltearon en la lista de oradores y eso apuró el enojo y la retirada del presidente Jorge Sappia) el ex diputado se comunicó con Roberto Lavagna. Avisó que sigue en la mesa nacional de Consenso 2019 a la que entró en representación de Ricardo Alfonsín, Federico Storani, Juan Manuel Casella y Sappia. Y le ratificó que seguirá participando de esa mesa acompañando la precandidatura del economista, más allá de que Alfonsín, Storani, Casella y Sappia acordaron esperar que la UCR tenga mayor espacio en Cambiemos y se enojaron con el economista (casi como el enojo de Miguel Pichetto). Es más, dijo que aún cuando el partido apoye a Mauricio Macri, otros radicales como él, disconformes con Cambiemos, continuarán acompañando a Lavagna.
Mientras el dirigente de Boca Juniors manifestaba su decisión, en Cambiemos empezaron a alentar un diálogo con Lavagna que parece difícil cuando el economista no aceptó un acuerdo ni siquiera con los referentes más cercanos como Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa, Juan Schiaretti y Miguel Pichetto.
Un importante hombre del Gobierno decía este último jueves que si Massa acuerda con el kirchnerismo, en Cambiemos estarán obligados a buscar un acercamiento con Urtubey y Pichetto y con Lavagna. Eso lo pedía un bonaerense pero parece que también es el plan del jujeño radical Gerardo Morales a horas de la inscripción de las alianzas. Morales viene a Buenos Aires e intentará conversar con el ex ministro de Economía.