Detrás de Cristina Fernández en la primera audiencia del juicio por la obra pública en la que está como imputada se sentó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. También estuvo en la primera fila en la presentación de Sinceramente en la Feria del Libro, junto a Madres de Plaza de Mayo, artistas y otros representantes de organismos de Derechos Humanos.
Carlotto dijo decenas de veces que apoyó al gobierno de los Kirchner entre otros temas por el impulso a las causas de Derechos Humanos y recibió críticas por el acompañamiento. Entre otras quien se distanció fue la diputada y nieta restituida Victoria Donda.
La semana pasada hubo reencuentro de Donda con la ex Presidenta y un regreso a la casona de las Abuelas. Fue el día en que por primera vez la ex Presidenta fue personalmente a la sede de Abuelas de Plaza de Mayo en la calle Virrey Ceballos.
El día anterior tuvo lugar la Asamblea Anual Ordinaria y el martes 28 muchos de los participantes volvieron a las oficinas alertados de la visita de la ex jefa de Estado. "La verdad no había reparado en el detalle de que nunca había venido" se excusó la senadora.
Con gaseosas y galletitas sobre la mesa, Cristina Fernández conversó largo rato con sus anfitriones. Estaban además de Carlotto otras abuelas como la vicepresidenta Rosa Roisinblit, Buscarita Roa, Clelia Fontana, Aída Kancepolsky y Alba Lanzillotto (que no es abuela sino tía abuela de un nieto restituido), entre otras.
Además de las mujeres que buscan a los hijos de sus hijos nacidos en la clandestinidad durante la última dictadura, hubo muchos nietos y nietas que recuperaron su identidad como Tatiana Sfiligoy; Guillermo Amarilla; Manuel Goncalvez y los diputados Horacio Pietragalla y Juan Cabandié que tuvo que irse antes de que terminara el encuentro para presentar un proyecto de ley sobre alimentos para celíacos. También la diputada Victoria Donda que si bien había estado en la Feria del Libro hacía años que no hablaba con Cristina Fernández y una década que no iba a la casa de Abuelas.
En el reencuentro no se habló de política, ni de candidaturas pero al ver a la legisladora algunos dijeron: "Es con todos" y evitaron cualquier reproche como tampoco ella se lo hace por estos días a los dirigentes kirchneristas.
Cristina Fernández les dijo: "Que ustedes me quieran es una caricia al alma". De paso firmó varios ejemplares de su libro.