Mientras en los jardines del Hotel de Inmigrantes terminaban los festejos por el Día del Inmigrante, el rector de la Untref, Aníbal Jozami, esperaba la llegada de la funcionaria francesa que venía de reunirse con el presidente Mauricio Macri. La bella y elegante flamante directora general de la Unesco Audrey Azoulay llegó al emblemático edificio del Hotel de Inmigrantes acompañada por Andrea Gamarnik, quien recibió el Premio Internacional L'Oréal-Unesco.
De la comida que ofreció Jozami participaron representantes del campo de la cultura, la ciencia y el arte. Entre otros, estuvieron los secretarios Pablo Avelluto y Claudio Avruj. El embajador de Francia en Argentina Pierre Guignard, artistas como Marie Orensanz, el editor Alejandro Katz y el especialista en migraciones Lelio Marmora.
Azoulay se mostró maravillada con el emblemático edificio, y se interesó por los detalles arquitectónicos del Hotel de Inmigrantes. Además, manifestó su pesar por el funesto incendio que destruyó recientemente el Museo Nacional de Arte de Río de Janeiro en Brasil.
Las migraciones son un tema central para Azoulay y así lo hizo saber en uno de sus primeros discursos cuando indicó que "la migración es un fenómeno mundial motivado por numerosos factores, que tienen su origen en aspiraciones de dignidad, seguridad y paz. La decisión de abandonar el hogar propio es siempre extrema y, con demasiada frecuencia, supone el comienzo de un viaje peligroso, a veces funesto".
Azoulay entró en funciones el 15 de noviembre pasado y es la segunda mujer en ocupar este puesto. Anteriormente fue ministra de Cultura y Comunicación de Francia desde febrero de 2016 a mayo de 2017 y desempeñó cargos directivos en el sector audiovisual público de su país.
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