Apenas un par de días después de haber sido distinguida como la más correcta dentro de las canchas de tenis que la vieron alejarse dos décadas atrás, Gabriela Sabatini visitó la Casa Rosada y compartió un almuerzo con el ministro del Interior, Vivienda y Obra Pública, Rogelio Frigerio.
Cuando la ex número tres del mundo, la número uno de la Argentina, pisó la galería del histórico Patio de las Palmeras, comenzó la especulación sobre una posible candidatura. Es que su anfitrión fue uno de los armadores del juego electoral el año que pasó y probada está la estrategia de Cambiemos en estas contiendas. De hecho la construcción para el 2019 ya comenzó en algunos distritos donde hay candidatos lanzados públicamente. En este caso no sería la primera deportista en sumarse al partido del Presidente si no fuera porque tanto en el entorno del ministro como la propia Sabatini se encargaron de desmentir que hayan hablado de candidaturas. Apenas hubo quien dijo que se sobrevoló la cuestión política durante la comida.
Contaron que no se conocían, que ayer se vieron por primera vez (personalmente, está claro), que hablaron de la pasión común como es el tenis y de otra pasión, el fútbol y River.
Frigerio es amante del deporte y jugador y Sabatini acaba de recibir una gran noticia: el 10 de julio le entregarán el CQS Jean Borotra International Club Sportsmanship Award 2017 por su corrección humana y como tenista. Será nada menos que en el marco de Wimbledon 2018, en el Royal Box, una gran distinción para la más grande del tenis argentino.
Antes de dejar la Casa de Gobierno, amable y simpática, Sabatini negó cualquier postulación electoral pero contó que le "encantó" conocer al ministro. El nexo fue un amigo en común que trabaja en la cartera de Interior.
Más tarde el ministro fue a la inauguración de un restaurante en Villa Soldati, con Margarita Barrientos, y sufrió un accidente cuando bajo sus pies cedió el flamante deck.
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