"Quisimos que nos acepten, que nos respete como personas que teníamos derecho a ofrecer cosas distintas, pero había personas del partido del gobierno que lo negaron, que dijeron que éramos una alianza parlamentaria y no de gobierno" dijo como un predicador y sobre una escalón de madera, megáfono en mano, el flamante presidente de la UCR porteña, Guillermo de Maya que se la pasó esta semana de brindis en brindis.
Habló con megáfono frente al Ateneo 26 de julio porque falló el sonido. Allí alzó la voz y propuso partidos políticos más fuertes, con elecciones las de la UCR porque puede haber un líder que "por más que sea un buen rey, siempre va a ser rey, y nosotros somos un partido político donde trabajamos para trascender". Al final se cansó del megáfono, lo dejó y habló a voz viva: "No podemos permitir que ningún radical vaya a un despacho de ningún jefe de gobierno a tributar un cargo, a eso le decimos que no".
Producto del acuerdo entre Enrique Nosiglia y Daniel Angelici, acuerdo que enojó a Elisa Carrió, los sectores de los dirigentes Emiliano Yacobitti y Carlos Macchi (quedó como vicepresidente) se quedaron con la conducción del centenario partido en la Ciudad.
Al grupo de la Cantera, al que pertenece Yacobitti, se le suman los históricos liderados por Carlos Macchi. La novedad es la integración de algunos representantes del sector de Angelici en minoría: De Maya es el nuevo presidente y Macchi el vice como referente de la comuna 11.