Dirigentes de la cadena agroindustrial no salen de su asombro por el abrupto final que tuvo en el Congreso el proyecto de “ley ómnibus” del Gobierno. Lo sucedido, dijeron, profundiza la incertidumbre. El Congreso, señalaron, debería darle al Gobierno las herramientas que necesita para desarrollar su gestión
El articulado del proyecto incluía diversos temas vinculados al campo y la agroindustria y varias entidades del sector pidieron que la clase política está “a la altura de la crisis que vive el país”.
José Martins, coordinador del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), se confesó sorprendido por la falta de un consenso parlamentario que le permita al gobierno “tener las herramientas como para aplicar el plan de acción o la propuesta económica que pretendía llevar adelante”.
Que la política no logre ponerse de acuerdo “impacta negativamente en la cadena agroindustrial”, dijo Martins, como refleja el comercio de granos. “Hay un atraso importantísimo en la comercialización de la cosecha gruesa y esto tiene mucho que ver con la falta de reglas claras”, dijo el dirigente.
La incertidumbre, añadió, “hace que el productor venda lo estrictamente necesario y la consecuencia es que toda la cadena comercial no puede exportar ni tomar posiciones y en algunos casos incluso está la prevención de no poner logística, no traer los barcos y esto impacta en que no van a entrar los dólares que históricamente entraban entre marzo y abril”.
Con el abandono del proyecto por parte del gobierno, ¿qué sucederá con las retenciones que estaban incluidas en el proyecto?, ¿lo va a continuar por otro lado?” se preguntó. .
Urgencia y responsabilidad imprescindibles
En tanto, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en un comunicado, hizo “un llamado urgente a la responsabilidad de las distintas fuerzas políticas”, para lograr los acuerdos y consensos legislativos imprescindibles, generar las herramientas necesarias y llevar a cabo los cambios macroeconómicos esenciales para el avance en una reforma del Estado”, reclamó.
Por su parte, Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) reclamó al oficialismo y a los bloques de la oposición buscar el diálogo. “Estamos convencidos –subrayó- que la Argentina necesita consensos mínimos para salir de esta profunda crisis económica y social. Llamamos la atención sobre la necesidad de retomar las conversaciones sobre este proyecto de ley”.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), recordó que la reforma integral del Estado que se debatió hasta el martes pasado “tiene puntos de especial interés para nuestro sector; supone muchos cambios, que nos parece importante que surjan de los acuerdos necesarios”.
Tras el fracaso del debate parlamentario en Diputados, Pino dijo que la sociedad argentina “necesita que los integrantes del cuerpo legislativo asuman la responsabilidad de debatir y votar en favor de la mayoría, porque para eso fueron electos. Si se votó en general la reforma, ¿por qué es necesario retroceder por cuestiones particulares? ¿No se puede arribar a una Argentina del dialogo?”, se preguntó.
Gonzalo Blasco, presidente de la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), con sede en Tucumán, que representa a empresarios agropecuarios del NOA lamentó de que “semejante proyecto de ley no se haya podido concretar. Había algunos puntos que estaban cuestionados en los que, ante la situación que está atravesando el país, los diputados, tanto del oficialismo como de la oposición, tendrían que llegar a un consenso para empezar a encaminar una gobernabilidad, a una solución que va a ser a largo plazo, pero por lo menos iniciar el camino a recorrer”, opinó.
Avanzar y retroceder
“Con esta caída de la ley ómnibus volvemos otra vez a foja cero; avanzamos un paso y retrocedemos tres”, dijo Blasco. Sin embargo, fue cauto sobre los efectos de lo sucedido sobre la producción agropecuaria. “El sector va a seguir como siempre. Hace 20 años que venimos con incertidumbre y con reglas de juego que no son claras. Nos van corriendo el arco constantemente; estamos acostumbrados a trabajar con esta incertidumbre; no es algo nuevo, pero la verdad que es preocupante”, se lamentó.
Para Martins, gobierno nacional, gobiernos provinciales y legisladores deben lograr “un acuerdo mínimo que permita a este gobierno llevar adelante su propuesta”, con los debidos controles del Congreso, y recién después “juzgar si las herramientas fueron bien utilizadas o no”.
A otros gobiernos, recordó, no se le han negado las “facultades delegadas” por lo que resulta “un poco injusto” que se le nieguen al actual. “Desde la cadena agroindustrial esperamos que se aquieten las aguas, que haya un marco de previsibilidad, para poder trabajar normalmente, en un momento donde las cosechas gruesas, por efecto del clima y del mercado, no van a ser todo lo bueno que esperábamos, aunque de todas maneras van a tener un volumen interesante, con un aporte muy bueno a la economía nacional”.
Humildad y madurez
“La clase política tiene que dejar de ser mezquina y dejar de pensar únicamente en los beneficios personales y partidarios y pensar un poquito más en el pueblo, en los empresarios, en la sociedad, en el ciudadano de a pie. Si no tienen una cuota de humildad para buscar acciones conjuntas para sacar la Argentina adelante, esto se va a hacer cada vez más cuesta arriba”, dijo Blasco. “Lamentablemente dependemos de ellos y de que se hagan las cosas de forma consensuada, para que tengan fuerza y durabilidad en el tiempo”.
Amén de coincidir en el reclamo de “madurez política” para lograr estabilidad económica, la bolsa rosarina pidió “avanzar en la Reforma del Estado” y “garantizar el derecho a la libertad y la propiedad de todos los argentinos, así como mejorar la asignación de recursos en la economía nacional”.