En un escenario económico cada vez más complicado por los efectos de la sequía, que ya está derivando en menor producción agrícola y caída de las exportaciones, el Ministerio de Economía lanzará el miércoles el “dólar agro”. El anuncio sería en horas de la tarde. Se trata de un plan de incremento exportador para apuntalar el nivel de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
“El equipo económico está ajustando los detalles con los diferentes sectores del agro. La presentación del ´programa de incremento exportador´es este miércoles”, señaló anoche una fuente de la Secretaría de Agricultura. Si bien por estas horas los funcionarios de Economía ultiman los alcances de la medida, ya se adelantó que la misma contemplará la tercera edición del dólar soja y también un tipo de cambio diferencial para las economías regionales.
Según pudo saber Infobae, el tipo de cambio diferencial del complejo sojero sería por 45 días. Trascendió que los exportadores mantuvieron charlas con los funcionarios de Agricultura para corregir imperfecciones en la implementación del nuevo tipo de cambio para el sector. En ese sentido, adviertieron que habría problemas si rigiera solo en abril. Gana espacio la idea de que la variante para la oleaginosa entre en vigencia a mediados de abril y sea efectivo hasta fin de mayo, de modo de abarcar la mayor mayor producción/exportaación posible. Además, hasta el momento se desconoce el valor que tendrá, pero un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano señaló que debería estar en torno de los $300, dependiendo el valor exacto de la fecha en que se inicie.
Por el lado de las economías regionales, el plazo de duración del beneficio cambiario será de 90 días y a partir de mayo. Desde el Gobierno apuntan al ingreso de la mayor cantidad de producciones a dicho beneficio, en función de los tiempos de cosecha y comercialización de cada una. Algunos especialistas señalaron que un tipo de cambio diferencial podría ser aprovechado solo por empresas concentradas y con stock disponible para exportar durante el período de vigencia de la medida. Son producciones que se comercializan en diferentes momentos del año. Por caso, la temporada de peras y manzanas en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén se inicia en la primera quincena de enero y la vendimia de uvas arranca recién en febrero. Y así con otras economías extrapampeanas que debería abarcar el “dólar agro”.
Sequía
Desde la Secretaría de Agricultura comentaron a este medio que tienen en claro que los efectos de “La Niña”, fenómeno climático de lluvias por debajo de lo normal, no terminaron con la declaración del fin de esa etapa climática. Por eso consideran que se debía avanzar con las medidas que el último jueves anunció el ministro desde EEUU. “Hay que contener a pequeños y medianos productores, que siempre arriesgan, invierten y generan fuentes de trabajo en cada una de las economías regionales”, dijeron desde el entorno de Juan José Bahillo, titular del área, y ratificaron que las medidas apuntan no solo a aumentar la recaudación, sino también a generar recursos financieros para mejorar la siembra de la campaña 2023/24.
Una parte de los fondos que ingresen por el dólar agro se destinará a ampliar la ayuda a los productores damnificados por la sequía e y a instrumentar financiamiento para la próxima campaña de granos, que demandaría una inversión superior a los USD 15.000 millones. En despachos oficiales aseguran que las condiciones climáticas “van a ser muy buenas para las próximas campañas; hay que generar herramientas de financiación para que los productores puedan invertir y aumentar la superficie de siembra”.
Contactos
Desde el sector de la exportación de granos y la Mesa de Enlace, hasta el momento no fueron convocados por los funcionarios de Economía a reunirse por la cuestión del dólar agro. Si bien hay trascendidos de contactos informales o telefónicos entre las partes, ayer el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, dijo que hasta el momento no hubo contactos del Gobierno con la entidad, aunque sostuvo que días atrás se comunicaron con él: “Nos anticiparon que querían hablar con nosotros para reeditar un tema de esta naturaleza (dólar soja). Nos preocupa cómo va a ser. Porque esto puede distorsionar el mercado”, agregó.
Ayer el dirigente, ante una cosecha de soja que se ubicaría por debajo de los 25 millones de toneladas como consecuencia de la sequía y con una merma importante en la calidad de la oleaginosa, no descartó que a mitad de año se paralice la actividad en el principal complejo generador de divisas del país, que es la industria aceitera. Al respecto, comentó: “Nosotros con el nivel de ventas actuales de soja que estamos proyectando y si no hay ningún tipo de ingreso de poroto (soja) de otros países del Mercosur, estaríamos después de agosto sin actividad en todas las plantas de molienda de la Argentina. Por los efectos de la sequía, la principal industria de generación de divisas del país, puede cerrar a mitad de año por falta de materia prima”.
Por el lado de la dirigencia gremial de la Mesa de Enlace, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, adelantó en diálogo con Infobae que, “no hemos recibido ninguna convocatoria. Lo que sabemos es por la prensa. Vamos a tener igual posición que otros dólares. Son parches de fin recaudatorio que le sirven al Estado. No solucionan problemas estructurales y desvirtúan a los mercados, afectando a los demás mercados y lleva a muchos a la quiebra. Lo que sí me preocupa es que después de tanta protesta y quejas, haya productores que acceden a este nuevo dólar y que venden. La mejor herramienta sería mostrar coherencia entre lo que decimos y hacemos”.
Por último, el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, tampoco recibió convocatoria del Gobierno para analizar el nuevo dólar agro, y en diálogo con este medio, expresó: “Esto soluciona a un solo jugador: el Estado. Sería mejor que lo diga y vea qué ideas aparecen para tomar medidas consensuadas. Estamos lejísimos de que todo esto sea la solución que necesitamos los productores”. Además, el dirigente expresó su preocupación por el impacto negativo que tendría un nuevo dólar soja en aquellos sectores que utilizan al poroto para alimentación de las vacas, pollos y cerdos, quienes podrían sufrir una nueva suba de costos.
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