La semana pasada durante la cumbre de cambio climático en Glasgow, Escocia, el Gobierno anunció una inversión que calificó de “histórica”, de USD 8.400 millones por parte de la empresa australiana Fortescue para la producción de Hidrógeno Verde a partir de la energía eólica. Del anuncio participó Agustín Pichot, excapitán de Los Pumas, como nexo entre las partes. Algo llamativo es que en su propia Webpage, la empresa no publicó nada al respecto, pese al volumen de inversión del que se envanecieron voceros del gobierno como el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, de cuyas palabras cabía inferior que la inversión ya había tenido lugar, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Antes de contar pájaros volando, el Gobierno debería contemplar que en la campaña agrícola 2021/22 el campo argentino está invirtiendo e invertirá más del doble de lo que supuestamente invertirá Fortescue en un futuro impreciso y en un plazo de varios años. Miles de productores agrícolas habrán volcado al final del ciclo más de USD 17.000 millones, según estimó un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario. Y eso que no se trata de un sector que reciba del Gobierno un tratao amigable ni al que las políticas oficiales le generen confianza.
El estudio de la bolsa rosarina calculó a cuánto llegará la inversión del presente ciclo agrícola considerando solo los cultivos de soja, maíz, trigo pan y candeal, cebada, girasol, sorgo, arroz, algodón, avena, centeno, maní, colza, alpiste y cártamo. Para arribar al resultado para el productor previo al impuesto a las ganancias y previo al pago del alquiler del campo en caso de que se produzca en campo alquilado, sustrajo los costos de producción que abarcan erogaciones por labranzas, semillas, fertilizantes y agroquímicos, más los costos de cosecha.
El relevamiento arrojó que los costos de producción que afrontarán los productores se estiman en 17.310 millones de dólares, cuando en el ciclo anterior había sido de 13.160 millones de dólares. Además, los especialistas de la BCR comentaron que el incremento se atribuyó, principalmente, a una fuerte suba de los precios de los insumos, que impactará especialmente en los cultivos de trigo y maíz, ya que requieren una elevada inversión en fertilizantes y fitosanitarios. A modo de ejemplo, la urea, un fertilizante clave del proceso productivo, su precio aumentó desde aproximadamente USD 600 por tonelada a principios de año a USD 900 por tonelada a la fecha. En el caso del glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo para controlar las malezas, aumentó su precio más de un 100% en lo que va del año.
Aporte
Avanza la campaña agrícola con la siembra de los cultivos de verano. Los técnicos de la Bolsa de Rosario proyectaron que si el clima acompaña, en base al área de intención de siembra de cada cultivo y a un rendimiento tendencial de los últimos años, la producción total de granos en la Argentina alcanzaría los 141,7 millones de toneladas, que de concretarse dicha cifra superaría el récord de la campaña 2018/19 cuando la producción total se ubicó en 141,3 millones de toneladas. Por otro lado, con los elevados precios internacionales de los principales granos y subproductos del sector agroindustrial proyectados para el año próximo, el campo aportaría unos 36.700 millones de dólares en concepto de exportaciones.
Además, a pesar de que el valor local de la producción para la nueva campaña podría llegar a ser el más elevado de la historia por los buenos precios y la perspectiva de una recomposición en los volúmenes, “los elevados costos de producción que deberá afrontar el productor en la nueva campaña repercutirán considerablemente sobre su resultado económico y éste caería respecto de la 2020/21″, precisaron los especialistas de la BCR.
El informe, contemplando si se se confirman que los precios se mantienen en niveles similares a los actualmente vigentes, y que se realicen recortes en las estimaciones de producción, el valor interno de la producción, con los granos obtenidos valuados a los precios FOB vigentes menos los derechos a exportación y los costos de fobbing, llegaría a 36.527 millones de dólares, son unos 2.450 millones de dólares de aumento en comparación con la campaña anterior, y el mayor valor de la historia para los granos.
De este total, el trigo, el maíz y la soja en conjunto representarían el 85%. La soja es el que más aporta al resultado bruto de la producción, con casi 6.000 millones de dólares o un 45% del total, mientras que el maíz es el segundo con 3.770 millones millones de dólares, un 28% del total, y el trigo cierra el podio con 1.100 millones millones de dólares, 11% del total. De esta manera, el resultado bruto de la producción previo al impuesto a las ganancias y al pago del alquiler del campo asciende a 13.330 millones de dólares, una caída de 19% respecto del resultado obtenido en el ciclo anterior.
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