El evento climático conocido como La Niña, que promovió un clima seco durante el último verano en las principales área agrícolas de Argentina, comenzó a disiparse. Tras asumir “condiciones de neutralidad” para el próximo período comprendido entre abril y junio, se plantea así la posibilidad de contar con una “mejora en las perspectivas para los cultivos de invierno”, tales como lo son el trigo y la cebada.
La previsión de una “baja en intensidad” del clima seco que propuso La Niña durante la última temporada estival en las áreas agrícolas, fue expresada por especialistas de la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
Según Adela Veliz, docente de FAUBA y coautora del informe en cuestión, junto a María Elena Fernández Long y Liliana Spescha, el pronóstico para el segundo trimestre de 2021 –elaborado en el ámbito del Servicio Meteorológico Nacional y otros organismos como la Facultad- indican “para abril-junio precipitaciones inferiores a lo normal en el centro-sur de la Región Pampeana, el norte y centro de la Mesopotamia, el oeste de la Región Chaqueña y el oeste de la Patagonia”.
“En el sur de esa región, en el NOA y en el norte de Cuyo serían superiores a la media, mientras que el resto de Cuyo, el sur de la Mesopotamia y el oeste de la Patagonia presentarían valores dentro de lo normal”, manifestó Veliz. El estudio también plantea la posibilidad de contar con temperaturas que estarían dentro de los valores normales para zonas del norte y centro-oeste argentino, y marcas superiores a lo normal para el resto del país.
La especialista de la FAUBA consignó también que “el evento frío ‘La Niña’ se está disipando y puede observarse un calentamiento progresivo del Océano Pacifico después de un enfriamiento que llegó a su máximo en diciembre. Estamos entrando en una etapa de comienzos de neutralidad, que debería producirse en junio, en plena siembra de trigo”.
“Según el informe del International Research Institute for Climate and Society publicado el 8 de abril, los modelos dinámicos y estadísticos indican, luego del debilitamiento de La Niña, un 80% de probabilidad de que se mantengan condiciones neutrales en el trimestre abril-mayo-junio. Se estima que estos valores permanecerán por el resto del otoño”, concluyó Veliz.
Más detalles
El informe de la Cátedra de Climatología de FAUBA indicó además que a finales de marzo, el denominado Indice de Sequía (BHO IMERGE) refería “condiciones de sequía leve en el norte de la provincia de Buenos Aires, en el sudoeste de Santa Fe, centro-este de Córdoba y en el sur de la Mesopotamia. En tanto que en la región chaqueña y en el noroeste argentino, las condiciones de seca resultaban entre intensas y moderadas.
También la especialista en temas climáticos, Liliana Spescha, comentó que “llegando a las etapas de madurez avanzada en los cultivos de gruesa y promediando la etapa de cosecha en algunas zonas, hay que recordar que esta campaña fue condicionada por la falta de agua y por ‘La Niña’, que ha sido su protagonista y que actualmente se está disipando”.
Por otro lado, preció que en algunas zonas se observaban excesos de agua que impedían el avance de la cosecha por falta de piso, esta semana, ya sin lluvias importantes —salvo en el sudoeste de Buenos Aires y en el noroeste de La Pampa, donde llovió el fin de semana del 17 de abril—, se pudo continuar con la cosecha, evitando así pérdidas económicas importantes.
El estudio refirió además que es de prever que “el episodio de La Niña, que en 2020 impactó con gran escasez de precipitaciones en extensas áreas del país, presente perspectivas alentadoras con vistas a la siembra de los cultivos de invierno”. También se indicó que “es muy probable tener condiciones normales en el contenido de agua del suelo para el invierno y principios de primavera”, lo cual permitiría contar con mejores perspectivas para el trigo”.
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