El diputado provincial por Juntos por el Cambio, Luciano Bugallo, presentó un proyecto en la legislatura bonaerense para reclamar la presencialidad en las escuelas rurales. Asegura que hay cerca de 6.000 alumnos de 30 establecimientos educativos que están sin asistir a las clases, que en su mayoría son prácticas, ya que muchas veces tienen que hacer hasta 100 kilómetros hasta la escuela.
Luego de que el presidente Alberto Fernández anunciara el cierre de los centros educativos para frenar el avance de casos de coronavirus, estallaron las quejas y denuncias para exigir la apertura de las aulas. Lo mismo que pasó recientemente en los centros educativos de la Ciudad de Buenos Aires, sucede desde principios del año lectivo en las escuelas agrotécnicas del interior bonaerense, donde según afirman, necesitan “pernoctar en las residencias escolares”.
En el documento que se envió a la Cámara de diputados de la provincia exigen que la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia establezca protocolos para garantizar la presencialidad de los alumnos que viven a varios kilómetros de distancia de las escuelas, por lo que necesitan habilitar el pernocte en las residencias escolares. El pedido formal lo vienen haciendo las autoridades estudiantiles de los colegios agrotécnicos de la provincia desde febrero pasado, sin embargo, hasta ahora no tuvieron respuestas.
“La realidad del interior es diferente a la situación de los grandes centros urbanos. Las autoridades de la provincia no tuvieron en cuenta las distancias y las necesidades de las escuelas rurales, a las cuales no les han brindado ningún protocolo de funcionamiento. Si bien en los papeles no está prohibida la actividad, sí está imposibilitada en los hechos. Si no se habilita el pernocte en las residencias estudiantiles, las familias no pueden recorrer grandes distancias todos los días para ir a la escuela”, dijo Bugallo.
El pedido también está dirigido al Poder Ejecutivo para que arbitre los mecanismos necesarios para que los alumnos de estos centros educativos puedan continuar con sus clases prácticas, siguiendo los protocolos necesarios para contener la propagación del virus. En ese sentido, el diputado declaró su profunda preocupación ante “la falta de habilitación” de los sistemas.
La distancia
Según argumenta en el documento, el protocolo establecido, justamente no consideró las residencias para que estos estudiantes no tengan que desplazarse todos los días y puedan concurrir presencialmente.
En abril, autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires exigieron el cumplimiento del único protocolo vigente que inhabilita el uso de residencias y comedores, que obligó a que los alumnos cursen solo cuatros horas y regresen a sus viviendas. Asimismo, sostiene que muchos viven a más de 100 km de las escuelas, por lo que es imposible sostener el ritmo, además de ser una medida totalmente irracional e ilógica.
“Las escuelas rurales y aquellas que tienen internado, educan a más de 6.000 alumnos que no han podido acudir en forma presencial en el año 2020, y que el costo de esto es aún mayor para ellos, ya que la parte práctica es sumamente importante y es parte de la característica esencial por la que los alumnos y sus familias eligieron estos establecimientos”, señala el pedido.
En esa línea agrega que existen en estos ámbitos “impedimentos concretos” y “reales” para que los establecimientos puedan realizar tareas educativas sin su habilitación, ya que los mismos por tratarse de un grupo menor, frente al universo educativo de la provincia, no se los ha considerado y menos tenido en cuenta la relevancia de estas actividades.
El diputado cita, por caso, que un ejemplo de esta situación es el de la escuela Agrotécnica Salesiana “Carlos M. Casares”, ubicada en Del Valle, partido de 25 de Mayo, caso que tomó relevancia pública en varios medios de comunicación. Esta escuela con residencia e internado tiene unos 290 alumnos que provienen de zonas rurales y ciudades de varios partidos de la provincia de Buenos Aires, en ella en febrero se habilitó la residencia para los alumnos que se habían retrasado en las materias y los docentes dictaron clases en los horarios normales con jornadas de ocho horas cuidando todos los protocolos establecidos como el distanciamiento social, el uso de barbijo y máscaras, ventilación, desinfección de los ambientes y lavado de manos.
“En esa escuela no se registraron contagios en esos dos períodos, se realizaron burbujas de alumnos que compartían la misma residencia. Las aulas contaban con los metros cuadrados indicados. Lo mismo sucedió con el comedor, donde se respetaron las burbujas, la distancia social, el uso de desinfectantes especiales, material descartable, entre otras precauciones”, señaló el diputado provincial.
“Los mismos estudiantes y sus familias están solicitando la habilitación de las residencias que funcionan en alrededor de treinta escuelas agrotécnicas y rurales en la provincia. Es una obligación de las autoridades garantizar el acceso igualitario a la educación. No es dejar sin clases a todos; es que los estudiantes de las escuelas rurales del interior tengan protocolos para asistir y estén en el aula recibiendo clases”, concluyó Bugallo.
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