La semana pasada se conoció la apertura de un nuevo mercado para la carne porcina. Según la proyección del sector privado, la Argentina podría exportar alrededor de 1.000 toneladas por año a Emiratos Árabes Unidos, un número optimista tomando en cuenta el escaso consumo que tiene ese país de esa proteína, pero insisten en que se deben buscar mercados más amplios que demandan mayores volúmenes. Si bien se rescata la aparición de nuevos destinos, insisten en que una “diversificación” sería ideal dado que el 70% del cerdo nacional tiene un solo destino.
Desde hace dos años en el país se viene mejorando la eficiencia de las granjas porcinas, aseguran desde el sector, por lo que esto genera un aumento en la cantidad de animales que se ofrecen al mercado. El año pasado, por ejemplo, se subió la oferta de animales y este año se prevé el mismo escenario por la agilidad del último período. Así, se cree que en 2020 se aumentó un 9% la cantidad de carne ofrecida al mercado interno y externo.
El consultor Juan Luis Uccelli, destacó que en lo que va de los tres primeros meses del 2021, se está entre un 5% y 6% más que el mismo período del año anterior en la cantidad de carne ofrecida. Un número positivo, pero que no es del todo el mejor dada la capacidad que el sector tiene actualmente. “Estamos haciendo las cosas bien, pero podríamos hacerlas mucho mejor y crecer aún más y eso no se está haciendo. No asusta, pero genera ciertas dudas porque en el Gobierno, frente a una situación complicada, el cerdo siempre ha sido el mejor aliado y hoy más que nunca podría ofrecer un montón de carne más, no solo al mercado local, sino al exportador”, afirmó.
“Argentina tiene que diversificar un poco el mercado, porque hoy el 70% de lo que estamos exportando va a China”
En medio de la crisis sanitaria por el coronavirus, las exportaciones nacionales de carne de cerdo argentino registraron en 2020 un récord, con un aumento del 66,2% respecto de 2019 cuyo total fue de 42.000 toneladas. Por primera vez desde 2002, el intercambio comercial porcino cerró con superávit, es decir, se exportó más de lo que se importó.
“Argentina tiene que diversificar un poco el mercado, porque hoy el 70% de lo que estamos exportando va a China. El año pasado cerramos en 43.000 toneladas, este año, de base debemos andar en las 48.000 o 50.000 toneladas, y podríamos aumentarlas también. Si llegamos a las 1000 toneladas a Emiratos Árabes me parecería importante y es bueno abrir mercados porque hace un año o dos años y medio que no se abrían, pero tenemos que apuntar a mercados que compren un poco más”, señaló el consultor y deslizó que “no es bueno tener” todo en el mismo sitio.
Inversiones
Otra de las falencias que los afecta actualmente es la falta de inversión en cámaras de frío. “La poca capacidad de frío no nos permite aumentar la oferta al exterior. En un momento en el que hay una demanda muy grande de cerdo y esto va a seguir por los próximos 6 años”, sostuvo. Se espera que para los próximos años haya una apertura de inversiones que podrían llegar al país a partir de proyectos relacionados con los negocios porcinos.
“Vamos a tener proyectos chinos que pueden ser propios. Hay muy pocos planes asociados o financiación de ese país para poder exportar a China, pero también vamos a tener financiación de otros países y otros capitales para enviar carne de cerdo al mundo, no solo a ellos. Si bien China es una aspiradora, hay que diversificar mercados”, observó.
El gigante asiático busca recuperar las pérdidas por la peste porcina que redujo de 54 a 34 millones de toneladas su producción anual con mega proyectos en el país. Hace unos meses se habló de instalar 25 granjas de aproximadamente 12.500 cerdas cada una, en el sector se cree que esa negociación se va a hacer en algún momento entre ambos gobiernos. “Va a depender de una firma entre el presidente Alberto Fernández y Xi Jinping, esto no lo firman los ministros o Cancillería, sino presidente con presidente, por todos los temas que hay detrás más allá de lo relativo al cerdo”, explicó el consultor.
El impulso también está motivado por las nuevas unidades de financiación de otros países, donde cada vez se complica producir cerdo por la peste porcina, por lo que se ve a la Argentina como una de las alternativas para invertir. Las vertientes que faltan para que el sector pueda explotar su potencial tienen que ver con el aspecto impositivo.
“Hay muy pocos planes asociados o financiación de ese país para poder exportar a China, pero también vamos a tener financiación de otros países y otros capitales para enviar carne de cerdo al mundo, no solo a ellos”
“Hay una ley que salió a finales de 2017 que empezó a regir en febrero de 2018, que genera saldos de IVA. Lo peor es que hay un IVA inversiones que no es del 21%, pero en resumen es de un 20% que no se recupera nunca, razón por la cual, cuando tenés que invertir tenés que cargar un 20% más y eso frenó los últimos dos años las inversiones en la Argentina, que podrían ser muy importantes más allá de todo lo que se está hablando de los chinos”, precisó.
Entre enero y noviembre del año pasado, la faena de cerdos aumentó un 5,3% interanual al alcanzar los 6,5 millones de animales y, en ese mismo período, la producción de carne de cerdo creció un 11% en la comparación interanual, al posicionarse en las 740.000 toneladas.
Desde el sector aseguran que tiene que existir una mirada más superadora para impulsar la oferta a mediano plazo. “Podemos ofrecer más producción porque va a haber más demanda de carnes en el mundo. Argentina tiene que aprovechar ofreciendo no solo carne de cerdo, sino de vaca y pollo a un precio competitivo. Eso tiene que estar acompañado de la defensa al mercado local, ofreciendo cortes baratos con los poderes efectivos que tenemos hoy”, concluyó el especialista.
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