Según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires finalizó la campaña de los cultivos de fina, donde el trigo registró una cosecha de 17 millones de toneladas y la cebada 4,1 millones de toneladas, en medio de una situación climática compleja por la falta de precipitaciones y las heladas que afectaron los rendimientos de los cereales.
En el caso del trigo hubo pérdidas del área sembrada que fueron del 7,2%, donde el clima adverso afectó el crecimiento y desarrollo del cultivo en el oeste, norte y centro de la región pampeana. Por su parte, la cebada obtuvo rendimientos superiores al 2,5% en relación al ciclo anterior.
En rigor, la producción nacional de trigo se ubicó 9,6% por debajo de la campaña 2019/20 y un 0,3% más alto respecto de las últimas cinco campañas. La merma en la producción también responde al temor que viven los productores por el cambio de reglas de juego por parte del Gobierno que repercute no solo en la producción nacional, sino también en las exportaciones.
Del total de la cosecha de la campaña 2020/21 de trigo, la Argentina consiguió posicionar 8,2 millones de toneladas en el exterior, es decir, un 49% de la producción total. El sector, además de lidiar con la decisión de Brasil de abrir de manera permanente las exportaciones de ese grano sin aranceles para los países extra Mercosur, sumado a la recuperación en las exportaciones de Australia, enfrenta desafíos como la inestabilidad en la política nacional y el desdoblamiento cambiario.
De acuerdo con los expertos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la presente campaña tiene un ritmo de venta lento que viene en picada respecto de las anteriores, con una caída del 44% en el mismo período, pero que se ha morigerado con compras por parte del sector industrial. Por ejemplo, “a esta altura del año pasado, el sector productor ya había conseguido posicionar 14,8 millones de toneladas”, dijo Juan Pablo Gianatiempo, economista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Si bien se prevé que caiga la cantidad por millones de toneladas exportadas de trigo, se espera que ingresen cerca de USD 3.000 millones en divisas al país, con una recaudación fiscal que rondaría los USD 900 millones. El valor agregado, en tanto, tendría un aumento del 6% respecto de la campaña previa.
Exportaciones
Luego de la decisión del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de abrir de forma permanente el ingreso del trigo sin aranceles proveniente de países fuera del Mercosur, creció el temor en la cadena triguera por no poder colocar el cereal en ese destino que, si bien ya venía poniendo en práctica esta medida, lo hacían de forma temporal. Esto habría sido uno de los detonantes de la caída parcial de las exportaciones nacionales.
Argentina llegó a exportar a Brasil 5,8 millones de toneladas, pero en la campaña 2019/20 ese valor fue de 4,7 millones de toneladas. En rigor, dicen los expertos, hubo una caída del 18% en las cantidades exportadas a ese país en los últimos años. En las últimas dos campañas, Brasil representó el 45% de las exportaciones totales argentinas de trigo, aunque a lo largo de la historia hubo valores relativamente altos.
Ante esta necesidad, la Argentina se abrió a nuevos destinos que ahora están en peligro por la vuelta al ruedo de Australia. “La reducción en los volúmenes de exportaciones de esta campaña se explica porque el trigo en los primeros meses entra en una ventana comercial, ya que se exporta a los países de Asia donde compite con el trigo autraliano”, expresó.
Seguí leyendo: