En momentos donde la economía nacional se encuentra inmersa en una crisis que profundizó la pandemia del coronavirus y con la necesidad de hacerse de divisas que provienen de las exportaciones para salir de la problemática, el Gobierno de Alberto Fernández ingresa una vez más en el terreno del conflicto con el sector agropecuario y agroindustrial, los principales generadores de dólares del país.
En este contexto, las tres de las entidades que conforman la Mesa de Enlace iniciaron hoy a las 0:00hs y hasta las 24hs de este miércoles un cese de comercialización de granos en protesta por el cepo a las ventas de maíz en el mercado internacional. Durante la semana el Gobierno adelantó que podría tomar medidas para reabrir las exportaciones pero hasta el domingo por la noche no hubo novedades. Desde el Ministerio de Agricultura recién se expresaron pasada la medianoche del domingo y cuando la protesta ya tenia unos minutos de duración. Es allí que, a través de un comunicado anunciaron que reabrirían las exportaciones de Maíz.
Por esta razón, ahora la Mesa de Enlace deberá definir si continúa o no con el cese de la comercialización después de que el Poder Ejecutivo cumpliera con su reclamo.
Hay que recordar que se trata de la segunda protesta del campo contra la administración nacional. La primera fue en marzo del año pasado, días antes del inicio de la cuarentena por el coronavirus, en rechazo al aumento de 3 puntos de las retenciones a la soja. En esa oportunidad, la Mesa de Enlace también fue dividida a la protesta.
Desde el momento en que el ministerio de Agricultura anunció el cierre de las exportaciones de maíz, con el objetivo de asegurar el abastecimiento del mercado interno, todas los actores vinculados al campo argentino manifestaron su rechazo a la decisión y desde el sector privado aportaron datos a los funcionarios que certifican que hay maíz disponible para abastecer las necesidades de la demanda. Si hasta las propias estadísticas oficiales confirman lo mismo, con existencias del cereal cercanas a los 10 millones de toneladas. Es por eso que nadie puede entender la decisión que tomó la cartera de Luis Basterra.
Las entidades que convocan al paro son Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas. Si bien se pronunció en contra del cepo a las ventas al exterior de maíz, los integrantes de Coninagro no adhieren a la protesta y apuestan al diálogo con el Gobierno.
El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, reclamó una audiencia con el presidente Alberto Fernández y su equipo económico, y ante la falta de respuestas al pedido, decidió enviar en las últimas horas una carta al ministro Luis Basterra. En la misma, según pudo saber este medio, el dirigente manifestó: “Hemos apostado al diálogo y al acuerdo con apertura para no recurrir a un paro que entendemos no tiene consenso en este contexto nacional e internacional para nuestras cooperativas. El sector cooperativo espera no ser decepcionado por este Ministerio y sus autoridades”.
El pedido de las Asambleas
Si bien las entidades que organizan la protesta recomendaron a las bases de productores no realizar control de cargas en las rutas, las Asambleas que se organizaron durante el fin de semana ratificaron la adhesión al cese de comercialización y anunciaron que habrá presencia de productores al costado de las rutas, sin hacer cortes de las mismas. Hoy a las 8hs, habrá una Asamblea en la rotonda de Sinsacate, provincia de Córdoba, sobre la Ruta Nacional N° 9, la que contará con la presencia de productores y de sectores de la ciudadanía, que se solidarizan con el reclamo del campo, pero también advierten sobre otros problemas que afectan sus actividades, como la presión impositiva, la falta de reglas claras de juego, etc.
Por otro lado, productores autoconvocados decidieron realizar en la intersección de las Rutas 9 y 178, en el distrito santafesino de Armstrong, un acampe y control de cargas durante los tres días de cese de comercialización. “Un gobierno que se apropia y abusa de un sector cercenando su productividad es incapaz de proteger a su pueblo transformándose en un fabricante de miserias”, expresaron los productores en un comunicado.
En la Asamblea Ciudadana que se organizó ayer a la tarde en el distrito entrerriano de Crespo, los asistentes, manifestaron en un documento: “Lamentamos que estas medidas de cerrar las exportaciones, el incremento de las retenciones recientemente al sector lechero y tantas otras medidas más, son un veloz salto al pasado. El desánimo que instalan las decisiones del gobierno es un mal pronóstico para la inversión”.
A todo esto, desde las entidades de la Mesa de Enlace que encabezan la medida de fuerza, señalaron: “Apelamos a la responsabilidad y solidaridad de los productores para que la medida sea una llamado de atención , que se conozca el malestar que existe en el campo producto de una suma de decisiones del Gobierno que se vienen acumulando desde el año pasado y que deterioran el potencial productivo del campo”.
Además, plantearon que el objetivo de la medida de fuerza es “no perjudicar nadie, ni ni puede ocasionar desabastecimiento de granos o aumento en los precios. Queremos que se visualice que el cierre de exportaciones del maíz y las otras decisiones desfavorables que afectan la producción del campo argentino, también deterioran el futuro del país”.
El cese de comercialización de granos, eje central de la protesta del campo contra el Gobierno, tendrá seguramente su mayor impacto en el ingreso de camiones en la zona de los puertos, especialmente los que están instalados en el Gran Rosario, aunque en aquellos que operan en el sur de la provincia de Buenos Aires, como Bahía Blanca y Quequén, sufrirían una merma en el movimiento del transporte de cargas con producción de trigo, cuya parte final de su cosecha está concentrada en esa región del país.
La relación Campo-Gobierno
En las últimas horas reina el desconcierto y la incertidumbre en el sector del campo. Muchos dirigentes y productores manifestaron que temen un avance del gobierno sobre otros mercados agropecuarios y un aumento de las retenciones a las exportaciones. Por tal motivo, las Asambleas de productores que se realizaron hasta el momento reclamaron continuar en estado de alerta y movilización, más allá de que el Gobierno decida dejar sin efecto la medida que provocó el actual conflicto.
Pero el desconcierto también se hace presente entre dirigentes y productores, ya que observan que cuando hay sectores del Gobierno, como el equipo económico, que buscan mantener un acercamiento, diálogo y hasta propusieron al Consejo Agroindustrial Argentino redactar un proyecto de Ley de desarrollo agroindustrial, con el objetivo de aumentar las exportaciones y el nivel de empleo, hay otros integrantes de la coalición de gobierno que buscan volver a recetas del pasado que afectaron no solamente a la rentabilidad del sector, sino también la sustentabilidad de la producción agrícola, especialmente, donde el maíz y el trigo juegan un rol determinante en todo lo relacionado a la rotación de los cultivos.
Hasta el propio presidente Alberto Fernández se comprometió en campaña no volver a las políticas que se aplicaron en los gobiernos kirchneristas de intervención en los mercados, y además le dijo a la Mesa de Enlace que todo lo concerniente a la política agropecuaria se iba a dialogar y consensuar con los representantes de los productores. Nade de eso sucedió. Hoy no solamente hay en el campo incertidumbre y temor de volver al pasado, sino que los productores decidieron expresar su malestar mediante la protesta. “En los tiempos donde se necesita del campo y la agroindustria, el Gobierno decidió confrontar con nosotros, en vez de tenerlos como los principales aliados para la construcción de una nueva Argentina”, expresaron el fin de semana en una de las Asambleas.
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