El paro realizado por aceiteros y recibidores de granos en los puertos exportadores del país, tiene un perjuicio millonario para el sistema exportador, ya que el parate en la operatoria de carga de los barcos tuvo hasta el momento un costo diario de 100 millones de dólares y la imposibilidad de ingresar divisas por unos 400 millones de dólares por la venta de granos en diciembre.
Los datos surgen de la evaluación que realizaron las autoridades de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), que reconocieron ante Infobae que “el paro en los puertos sigue complicando la operatoria exportadora, y además continúan escalando las medidas de fuerza”.
Desde la Cámara de la Industria Aceitera señalaron que el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, presentó un pedido de Bono para el presente año que alcanzaría un 175% de aumento con respecto al otorgado en 2019, que fue en promedio de $55.634. Y a todo esto CIARA ofertó un aumento del 35% sobre esa cifra, la que fue rechazada por el gremio.
El cese de actividad, en principio por 24 horas, fue dispuesto ayer por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmontadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODYARA) y la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA). La medida es similar a la ya adoptada por estos gremios en el arranque de diciembre.
Según los cálculos realizados por los exportadores de granos que operan en las plantas y puertos comerciales, la pérdida de un modo general por paralizar el movimiento de camiones, vedar el ingreso a los silos y plantas, e inmovilizar la operatoria de carga de los buques con granos tendrá un costo diario de 100 millones de dólares.
Otros impactos
A esto, tal como se evalúa desde el Centro de Exportadores, se le debería sumar también el impacto que tendrá la imposibilidad de registrar en los últimos días operaciones de venta al exterior contra entrega de la carga en los buques o plantas procesadoras, principalmente ubicadas en la zona del Gran Rosario. Allí el número es contundente: los privados cuantifican la pérdida de unos 400 millones de dólares que no podrán ser ingresados como divisas al Tesoro nacional durante diciembre.
También hay que anotar allí la traba que sufre el tránsito de camiones procedente de los campos hasta las plantas, acopios y puertos. Esto afecta sensiblemente los trabajos a la hora de disponer la cosecha de trigo, y demora además su comercialización en lo que es el comienzo de la campaña del cereal.
A la vera de las rutas próximas a los puertos del Gran Rosario, miles de camiones aguardan frente al paro gremial inmóviles contar con un lugar para que se les autorice el descargo de su carga, principalmente trigo que tendría el destino comercial externo. La actividad está paralizada atentos a lo que se decida en el marco de las reuniones que realizan los gremios y los privados ante el Ministerio de Trabajo de la Nación.
En medio de la medida de fuerza, los integrantes de la Cámara de Aceiteros reclamaron que los gremios vuelvan a la mesa de negociaciones y manifestaron: “Las demandas gremiales son incumplibles, no tienen forma de ser atendidas. El reclamo de un bono anual con un aumento del 175%, no existe registro alguno de un pedido similar en ninguna actividad económica en la historia del país. Si la demanda fuese atendida, implicaría que la industria debería endeudarse en más de mil millones de pesos para pagar el estrafalario bono”.
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