KWS es una de las empresas líderes en el mundo en la producción y venta de semillas de maíz. Días pasados el trabajo en mejoramiento genético cumplió sus primeros 15 años de vida y lo celebró de manera virtual con un evento denominado “Celebreeding”, que reunió a productores, asesores, técnicos y distribuidores de distintas partes del país y del mundo.
El objetivo fue realizar un recorrido sobre el avance de los híbridos de maíz en estos años, y presentar en qué se encuentra trabajando la compañía en la actualidad.
En la apertura del evento, Gonzalo Bravo, Gerente Comercial de KWS, sostuvo: “Hoy en nuestro país enfrentamos un enorme desafío. El área de maíz creció mucho, abarcando zonas con distintas características medioambientales, la siembra directa cambió el sistema productivo, los rendimientos crecieron, y surgieron diversas tecnologías defensivas. Tenemos muy claro que las mejores soluciones a los desafíos son las de largo plazo, y en agricultura estas soluciones llegan de la mano del breeding”.
Además, la empresa convocó a 5 referentes técnicos del cultivo de maíz y les proveyó dos tipos de híbridos. Los primeros fueron lanzados hace 15, 10 y 5 años, y los segundos son los que se encuentran en etapa experimental, previa a su comercialización en el mercado.
De esta manera los especialistas con sus equipos de trabajo, evaluaron cuál fue el aporte de la genética para el potencial, la estabilidad y la sanidad del cultivo, ya que se son tres características en las que se centra la investigación de la empresa.
“Con científicos reconocidos y referentes del INTA y el CONICET, hicimos diferentes pruebas sobre la ganancia genética que fuimos obteniendo a través de los años con estos programas de mejoramiento. Ponemos la miraba en cada región, no un híbrido para todo el país, sino que buscamos un híbrido que funcione para las zonas sanitarias”, explicó Alejandro Genin, responsable del segundo programa de mejoramiento lanzado por KWS.
En cuanto a los disertantes, los responsables a cargo fueron el Ingeniero Agrónomo Dr. Luis Bertoia, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y el Ingeniero Agrónomo Dr. Aníbal Cerrudo de la Universidad Nacional de Mar del Plata, quienes hicieron foco en el potencial de las semillas.
Por su parte, el Ingeniero Agrónomo Dr. Gabriel Espósito, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, y el Ingeniero Agrónomo Dr. Lucas Borrás de la Universidad Nacional de Rosario, explicaron la estabilidad del cultivo y el Ingeniero Agrónomo Dr. Roberto De Rossi, de la Universidad Católica de Córdoba fue el responsable de la disertación de sanidad.
El trabajo de KWS
“La solución para el productor está dentro de la semilla. En el año 2005 se lanzó oficialmente el programa de mejoramiento genético de maíz en Argentina, que contó con el aporte de los mejores germoplasmas de KWS de diferentes partes del mundo”, señaló el Ingeniero Agrónomo, Julio Cerono.
Y agregó: “Creemos que podemos hacer una agricultura más sustentable desde la genética. Un maíz que el productor lo siembre y no necesite ninguna aplicación, que tenga la resistencia a todos los estreses bióticos y abióticos que se presentan en el campo”.
Por último, diferentes miembros de la empresa KWS, protagonistas de los avances presentados por los referentes tuvieron su lugar en el evento aniversario. El Ing. Agr. Alberto Vignolo, Gerente de avance de Producto de KWS, aseguró que el trabajo de la empresa es ver cómo la potencialidad de una semilla se puede manifestar en los distintos ambientes. Para Vignolo, no alcanza solo con tener genética, sino con conocer su performance en distintas geografías y cómo esto puede contribuir a elevar el rendimiento y la estabilidad del productor.
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