La siembra de maíz tardío en Argentina pasó de ser una tendencia que iba ganando fuerza a través de los años, a convertirse en una realidad productiva del país. Este tipo de siembra del cereal amarillo -que comienza a desarrollarse en diciembre dependiendo la zona-, ya alcanza a cubrir aproximadamente el 45% de la implantación del cultivo, que provee al productor de una mayor estabilidad en los rendimientos.
En este sentido, y tomando en cuenta el desarrollo de la misma a través de los años, la semillera francesa Limagrain emprendió arduas investigaciones al respecto y desarrolló productos que aseguran una buena performance al agricultor argentino.
Así lo aseguró a Infobae su gerente comercial de Argentina y Uruguay, Manuel Colomar. El representante de la cooperativa francesa -que tiene presencia en todos los continentes del globo y que opera en el país desde 2010-, destacó las oportunidades que genera la siembra tardía de maíz y presentó las dos variedades de semillas que ofrece al productor para llevar a cabo este planteo.
“El maíz tardío ya deja de ser tendencia y pasa a ser una realidad”, afirmó Colomar y explicó que hace 10 años este tipo de siembra “era algo que se hacía en el norte de Córdoba o el norte del país. Poco a poco hubo que ir encontrando más estabilidad productiva y esos planteos lo daban. Un maíz tardío te permite tener, quizás no tantos picos de rendimiento, pero tampoco pisos bajos. Te estabiliza el rendimiento, que fue lo que necesitaba el productor cada vez que el negocio agrario se ponía muy fino”.
En base a esto, Colomar puntualizó que “el maíz tardío tiene generalmente una propuesta hídrica que logra que sus rendimientos sean más estables. Eso no da el aumento del piso de los rendimientos aunque tal vez con menores promedios en general, debido a la menor oferta lumínica que reciben los maíces de tardía. Sin embargo, las oscilaciones entre los rendimientos mínimos y máximos son mucho más chicas. Esto permitió una gran estabilidad al cultivo y que los productores se animen a realizarlo, porque sabían que el resultado que podían encontrar podía ser positivo”.
Asimismo, el ingeniero de la firma francesa, indicó que esta tecnología permitió un corrimiento de la frontera agrícola y que además se pueden observar planteos en la zona núcleo, particularmente en los años que ocurre el fenómeno climático de la Niña, debido a las menores precipitaciones y faltante de agua en los últimos meses del año.
“Frente a esto el productor busca planteos más defensivos. En esta campaña hubo atrasos de lotes en zona núcleo para sembrar en diciembre. Hoy podemos encontrar perfiles hídricos algo más cargados en Buenos Aires, desde el centro hacia el sur, pero saliendo de esa región, casi todo el país se encuentra en situación de déficit hídrico”, comentó.
Investigación y desarrollo
Colomar estima que en los últimos años el 55 % del área sembrada con maíz corresponde a maíces tempranos, mientras que el resto es ocupado por el cereal tardío. Esta realidad, que Limagrain comenzó a ver con anticipación, hizo que “comencemos a trabajar con otro foco en investigación y buscando incorporar tecnologías para satisfacer la necesidad de nuestros clientes en el futuro”.
“Hace un tiempo atrás empezamos a analizar esta tendencia y a pensar en las enfermedades que atraviesa un maíz de tardía que son diferentes a un cultivo sembrado en septiembre. Por lo tanto el paquete sanitario que debíamos buscar era distinto, principalmente en enfermedades de hoja y caña”, detalló el técnico.
Y agregó: “Un tiempo atrás se empezó a ver esa tendencia y se comenzó a pensar que las enfermedades que atraviesa un maíz que se siembra en diciembre son diferentes a las de uno que se siembra en septiembre, entonces el paquete sanitario que debíamos buscar en nuestros materiales era distinto, sobre todo para enfermedades en hoja y caña”.
Sin embargo, las enfermedades no eran solo el principal problema sino también el ataque de los insectos. En este sentido, el Ingeniero Colomar opinó que “los maíces de primera fecha de siembra, quizá con una tecnología MG se pueden producir muy bien porque el insecto que más afecta a esa producción es el barrenador del tallo, pero cuando nos corremos la presión de la oruga spodoptera frugiperda nos genera una disminución en el stand de plantas y en la cantidad y calidad de grano, por lo que necesitamos otros eventos tecnológicos para darle cobertura”.
Los productos
En este contexto, Limagrain pone a disposición de los productores 2 materiales de primera línea bajo su marca LG semillas: LG 30680 VIP3 y SRM 566 VT3P.
En el primer caso se trata de un producto de ciclo intermedio a corto con un paquete sanitario bueno para tizón, roya y cercospora y viene con la tecnología Agrisure Víptera 3 que es la mayor protección para el gusano cogollero. “Las características de este maíz es la altísima adaptabilidad que tiene. Es un siete puntos en casi todos los aspectos por donde se lo mire y lo podemos recomendar para cualquier tipo de ambiente”, enfatizó Colomar.
En el caso del SRM 566 VT3P, la empresa lo recomienda cuando se busca un mayor potencial de rendimiento. En base a esto, explicó que es un producto de un ciclo un poco más largo, por lo que su capacidad de producción va a ser mayor con un paquete sanitario muy bueno y completo. “Lo que hay que hacer con ese producto es jugar con esa longitud de ciclo: si vamos a una siembra del 10 de enero en adelante nos puede empezar a complicar, pero anterior a esa fecha se adapta muy bien. Este producto lo tenemos con tecnología VTTriplePro, para protección de insectos”, dijo.
Por último, Colomar adelantó que ya se está probando en el norte del país una nueva variedad que la empresa desarrolló para climas templados a tropical y que se comercializará en 2021: “Vamos a estar lanzando un producto con un volumen muy acotado, casi experimental, que es un templado por tropical para el NOA y el NEA, con buena performance para spiroplasma, que es una virosis que está avanzando en el norte.”