Las precipitaciones que se registraron en las últimas horas en las diferentes zonas productivas del país, permitirían hacer frente a un contexto muy complicado de sequía, en pleno inicio de la siembra de los cultivos de verano. A las lluvias de las últimas 24 horas, se sumarían las del fin de semana y de esta manera los especialistas aseguran que se comenzaría a revertir la necesidad de milímetros.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señaló que en la región núcleo, comprendida entre el centro- sur de Córdoba y Santa Fe y el norte bonaerense, en promedio cayeron unos 30 milímetros entre el lunes y ayer, aunque hubo registros de lluvias que superaron los 50 y 60 milímetros en algunas zonas.
Las zonas de Santa Fe con mayores precipitaciones, fueron Classon y Montes de Oca que alcanzaron los 60 y 50 milímetros respectivamente. En Córdoba, se destacó el distrito de Hernando con 48 milímetros. Y en la región bonaerense se destacó Ramallo con 45 milímetros. Además, en algunas zonas, como el sudeste de Córdoba, cayeron menos de 10 milímetros.
En lo que respecta a la región pampeana, en los últimos cuatro días la tormenta dejó 30 a 70 milímetros, con zonas como Saladillo, en la provincia de Buenos Aires, donde las lluvias casi llegaron a los 80 milímetros y con caída de granizo.
Por su parte, Entre Ríos recibió en el sudoeste entre 15 y 45 milímetros. Y en Santa Fe la tormenta privilegió al sur provincial, particularmente al centro sur que venía siendo uno de los sectores más afectados por la falta de agua y con el distrito de Rafaela que sumó 18 milímetros.
Por último, en Córdoba las zonas que más se beneficiaron con las lluvias fueron el centro y oeste provincial con precipitaciones de entre 15 y 30 milímetros, aunque en el distrito de Labordeboy cayeron casi 50 milímetros. Además, el norte cordobés y el sur de Santiago del Estero recibieron entre 15 y 45 milímetros. Las lluvias que se registraron en Córdoba, provocaron una buena noticia: no hay focos activos de incendios.
Perspectivas climáticas
De acuerdo al informe de la Bolsa de Rosario, se mantendrá la inestabilidad en las próximas 72 horas. Más allá que habrá algunas mejoras temporarias en el clima, el mal tiempo continuará.
Los especialistas de la BCR, comentaron al respecto, “hay algunas señales positivas para Argentina como el incipiente calentamiento que se observa en el sur de las costas de Brasil en el Atlántico y que podría favorecer el aporte de humedad de acá en más. Por lo pronto se espera que entre sábado 24 y domingo 25 de octubre un nuevo sistema alcance a la región central con lluvias y tormentas de variada intensidad”.
El impacto de la sequía
Los dirigentes de la Asociación Civil de productores agrícolas y ganaderos del norte (APRONOR) advirtieron sobre la situación de Tucumán, donde hace más de 170 días que no se registran precipitaciones. Hubo un reclamo al gobierno provincial para que se declare la emergencia agropecuaria, donde se perdió el 80% de la superficie de trigo y los lotes que se están cosechando registran rendimientos muy por debajo de los pronósticos iniciales.
A su vez, es complicado el panorama en el norte de Santa Fe y Chaco. El productor Juan Capózzolo, comentó a este medio: “Se pueden insertar gráficos y mostrar innumerables cifras sobre la escasez de agua en la zona, pero difícilmente se describa esta cruda realidad. Es difícil poder explicar a la gente de la ciudad que se siente cuando salís de tu casa, observas la tierra agrietada, los cultivos secos y que el pasto natural ya no existe y la recorrida por las aguadas se hace pesada y triste”.
Y agregó: “Aprendimos que con buen agua la hacienda aguanta, pero todo tiene su límite en el tiempo, las aguadas naturales están agotadas, y en el barro reseco enterradas osamentas de vacunos y animales silvestres. En algún remanente de aguada los animales salvajes compiten con los vacunos por el poco líquido, entre ellos se da esa rara convivencia que se genera entre especies en las catástrofes naturales, los molinos sin viento no giran, a los animales no les quedan fuerzas para ir en busca del lejano y escaso pasto seco”.
“El trigo se quedó y con ello se evapora la posibilidad de la cosecha, con suerte alguno fue arrollado para alimento fibroso para el ganado, la esperanza de nuevas siembras se desvanece con cada pronóstico. Existe desesperación de ver caer las vacas al parir para no levantarse mas por falta de estado. Se terminaron las reservas, aún para el mas previsor. Los vecinos se acercan por consejos para aliviar la situación, pero ni la edad ni la experiencia pueden contra la naturaleza, sólo se comparten comentarios y lamentos”, concluyó.
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