La fuerte presión impositiva nacional, provincial y hasta municipal, junto a la usurpación de tierras productivas y la disparada que reporta el tipo de cambio, pone en estado de alerta al ruralismo, especialmente a los productores confederados nucleados en Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), desde donde se reclamó una solución a las diferentes problemáticas.
Matías de Velazco, presidente de CARBAP, aseguró que “los gobiernos tienen que entender que no hay lugar para más impuestos. El sector privado en la Argentina no puede pagar un impuesto más. Lamentablemente ahora también se trata el Impuesto a la Riqueza en el Congreso nacional. El Estado debe probar con otros métodos, quizás con achicar el gasto”.
Dicha postura también fue avalada por Jorge Chemes, titular de CRA. Fue durante una reunión virtual con productores del sur de la provincia de Buenos Aires. “Hay temas de coyuntura que preocupan, como la ocupación de tierras, y la presión impositiva. Adhiero a lo dicho por Matías de Velazco. Es muy claro lo que vivimos en un año atípico y complicado”, señaló.
De Velazco aseguró que el sector agropecuario visualiza dos grandes problemas: uno de carácter institucional y otro económico. “Dentro del institucional, tenemos cuestiones como las usurpaciones de tierras productivas y también la reforma de la Justicia. Estos temas pueden traer consecuencias económicas”, dijo el representante de los productores de Buenos Aires y La Pampa.
Por otro lado, se refirió al impacto que tienen sobre el negocio agropecuario la imposición de nuevas tasas, o bien su incremento, por parte de municipios y también Departamentos, donde mencionó casos como los de las ciudades bonaerenses de Castelli y Laprida.
Tanto Jorge Chemes como Matías de Velazco objetaron el alcance que podría tener, según los lineamientos que están siendo tratados por el Congreso, el texto en discusión legislativa del proyecto de Ley de Aporte Solidario Extraordinario, también conocido como Impuesto a la Riqueza. Desde el ruralismo confederado admitieron que este tipo de gravámenes “son más impuestos y extracciones que nos hacen al sector productivo”, lamentó el presidente de CARBAP.
Hay que recordar que días atrás, el Banco Credicoop se vio envuelto en una tormenta que no esperaba, a raíz de una campaña por parte de productores autoconvocados, asociaciones y rurales de diferentes partes del país para dejar de operar con la entidad bancaria en protesta por el impulso del denominado Impuesto a la Riqueza por parte de su presidente y diputado del Frente de Todos (FdT) Carlos Heller.
Este nuevo potencial impuesto fue presentado por Heller y Máximo Kirchner en la Cámara de Diputados y levantó las críticas del campo, que aduce que el tributo tendrá un fuerte impacto en la actividad agropecuaria. Fue el disparador para que un sector de la actividad emprendiera una campaña para el cierre de cuentas de los productores en la entidad bancaria que preside el diputado oficialista.
Toma de tierras
Según los dirigentes de las entidades agropecuarias, dentro de los “problemas económicos” que repercute sobre la estructura productiva, se encuentra el impacto que tienen las retenciones sobre la actividad tanto agrícola como ganadera. “Al hablar del tipo de cambio, unido a las retenciones, estas superan el 70% claramente. No nos podemos olvidar que en marzo pasado, el campo fue a un paro comercial cuando el esquema de retenciones rondaba el 30%”, explicó Matías de Velazco.
Por último, sobre la toma de tierras productivas, y la lenta actuación que fueron exhibiendo tanto autoridades nacionales y provinciales y la Justicia, Matías de Velazco comentó: “Nuestra Constitución se refiere a la propiedad privada en los artículos 14 y 17, y debemos decir que la misma cuenta con un concepto de inviolabilidad. Por lo tanto, el Estado tiene la obligación de proteger la propiedad privada”.
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