La pandemia de coronavirus golpeó con dureza a la economía nacional, provocando una fuerte recesión en sus principales indicadores y disparando los niveles de pobreza y desocupación en su población. Bajo este panorama, la agroindustria se erige como uno de los sectores más importantes a la hora de crear riquezas y puestos de trabajo, no solo desde el punto de vista del empresariado de la actividad y la industria, sino también desde el aspecto de la agricultura familiar.
Así lo afirmaron referentes del sector durante su disertación en el IX Forum Nacional de Agronegocios, organizado por el Grupo de Lideres Empresariales (LIDE). El evento, que se realizó de manera virtual el jueves pasado, contó con la participación de Rodolfo de Felipe, Presidente de Lide Argentina. Allí, el empresario agroindustrial, Gustavo Grobocopatel, oficiando también como presidente de la división Agronegocios de Lide, remarcó que “la agroindustria tiene proyectos para ir hacia adelante y que son proyectos que generan riqueza e integran”.
“Creo que la generación de riqueza es el primer paso para combatir la pobreza, y la agroindustria es una parte sustancial, porque es lo que sabemos hacer, lo que hacemos bien y lo primero que puede ponerse en marcha hacia adelante”, destacó en la apertura de la jornada. Y agregó: “Tenemos la posibilidad desde los agronegocios de ser parte de la solución, y pasa por la creación de riqueza, que es posible porque hay sinergia y se pueden crear relaciones ganar-ganar. Debemos transformar el miedo, la incertidumbre y la confusión en esperanza”.
Por su parte, el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) y vocero del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), José Martins, destacó el rol de la agroindustria en el desarrollo de la pandemia tanto en la generación de divisas como en el mantenimiento de los puestos de trabajo, como así su potencialidad para “crecer mucho más”.
“En esta pandemia que la agroindustria fue uno de los sectores que siempre estuvo en marcha y hemos sido capaces de mantener el abastecimiento, cargar barcos, sostener el empleo, generar divisas, y aspiramos a ser capaces de agregar valor e industrializar para llegar con un producto final, siempre pensando en la sustentabilidad”, remarcó Martins.
Tan es así que según un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en el primer semestre del año, las cadenas agroindustriales explicaron el 74% de las exportaciones en valor de Argentina, permitiendo el ingreso de 20.002 millones de dólares.
Al mismo tiempo, el presidente de la BCBA resaltó que el sector se encuentra “en condiciones de crecer mucho más”, aunque para que ocurra eso “tiene que existir un marco macroeconómico estable, una reducción de la presión fiscal, ciertos incentivos a la inversión para la creación de infraestructura, tenemos que trabajar en educación para que en el interior del país puedan trabajar con la nueva tecnología y generar una corriente contra-migratoria, es decir el regreso de las personas a sus lugares de origen”.
Cabe recordar que el CAA, compuesto por más de 50 entidades del sector, presentó un plan al Gobierno nacional para aumentar las exportaciones totales del país a US$ 100.000 millones para 2030 y crear 730.000 nuevos empleos.
Agricultura familiar
A su turno, el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, apuntó a la necesidad de incluir a los sectores de la agricultura familiar y de los pequeños y medianos productores y que se los vea como “una potencialidad” y no como “un sinónimo de pobreza”.
“La inclusión debe ser completa y no parcial, donde a la agricultura familiar no se la vea como un sinónimo de pobreza, de marginalidad, ni tampoco como clientelismo político; sino que se la vea como una potencialidad, con horizontes de progreso, donde todos tengan la oportunidad de desarrollo pleno y prosperidad”, remarcó el dirigente rural y enfatizó que desde la entidad se encuentran “consustanciados con la agricultura familiar y dentro del sector de la producción mediana, razón por la que tenemos una importante integración con la Secretaría de Agricultura Familiar y el Consejo Agroindustrial”.
Respecto a la participación de la entidad en el Consejo Agroindustrial, Achetoni aseguró que "en ese ámbito aportamos nuestra impronta, aunque nos gustaría tener más espacio en los equipos técnicos, porque defendemos a sectores que hay que defender fuertemente para que no queden marginados en una cadena tan potente”.
En este sentido, expresó: “Entendemos que debemos darle previsibilidad, debemos aportar letra a un Gobierno que hoy está retrocediendo en un momento inoportuno, donde ya les sacó a los chicos y ahora le va a dar a los grandes. Es necesario reordenar, proyectar nuevamente para que se beneficie la escala con progresividad, donde todos puedan convivir y desarrollarse armónicamente en un país que necesita del chico, del mediano y del grande para satisfacer las necesidades externas”.
Por otro lado, el director de Abastecimiento Local y Producción de la Secretaría de Agricultura Familiar, Walter Martín, detalló los programas para la creación de empleo que impulsa el área que conduce: “Las estrategias que llevamos adelante son el apoyo a la creación de industrias, el apoyo al autoempleo, el fomento a la empleabilidad y la generación de nuevas empresas de producción asociativa (NEPAS), las cuales transforman a desocupados y sub ocupados en productores que generan el alimento necesario para el abastecimiento local”.
“La venta se hace a través de un mercado donde cada cooperativa comercializa sus productos y trabajamos con puestos de ventas en la plaza. En el período 2016-2019 creamos 126 puestos de trabajo, mientras que en el ámbito privado, ese mismo indicador había disminuido un 6 por ciento”, concluyó.
La opinión de un integrante del Poder Legislativo
Fabio Quetglas, Diputado Nacional de la provincia de Buenos Aires por la UCR, al momento de disertar, dijo: “Estoy muy contento por las presentaciones, los niveles de coincidencia y los temas que se están tratando, pero me veo obligado a decir que no hay ninguna posibilidad de éxito, por bueno que sea el programa que lleva delante el Consejo Agroindustrial Argentino, si no tiene una pata como la que está diseñando Walter Martín, porque no hay ningún programa que triunfe en el mundo si no tiene más ganadores que perdedores”.
Y aclaró: “La paradoja es que para que el programa de Walter Martín sea exitoso, el programa de Martins tiene que ser exitoso también, porque si duplicamos el ingreso de muchas personas, ellos van a comprar un montón de productos que tienen insumos importados y si no están los dólares se produce un estrangulamiento fenomenal, así que para que le vaya bien a uno le debe ir bien al otro”.
Por último, expresó: "Estos dos programas pueden ser súper exitosos, pero no lo van a ser mañana, ni dentro de un mes, sino dentro de 2, 3 o 4 años, y la política debe entender que hay un proceso de agregación de factores que hace que los resultados de ese marco que se crea hoy se proyecten a 10 años”.
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