La suba de los precios de los granos de los últimos meses mejoró la relación insumo-producto de la soja y el maíz debido una mejora en el poder de compra de estos dos cultivos de cara a la campaña gruesa que empezó a dar sus primeros pasos. Esta suba se ubicó por encima del aumento de los productos que precisa el agro para llevar adelante sus labores, como son los fertilizantes, agroquímicos y combustibles, generando una suerte de abaratamiento relativo de los mismos, ya que se precisa una menor cantidad de granos que hace un año atrás para comprar la misma canasta de insumos.
Así lo detalló un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA). En diálogo con Infobae el economista jefe de la BCCBA, Gonzalo Agusto, explicó que “hoy, en comparación con septiembre del año pasado, se precisa una menor cantidad de granos para comprar los insumos. Esto tiene que ver con que el precio de los granos aumentó más que el precio de los insumos en dólares. Algunos insumos subieron y otros, como el costo del flete o el de la cosecha que están en pesos, cayeron en dólares debido a la fuerte depreciación de la moneda”.
El salto en pesos en el precio del maíz y la soja fue desde septiembre de 2019 a la actualidad del 65% y 51,5% respectivamente, mientras que en dólares fue del 24,4% en el cereal al pasar de USD 127 a USD 159 y del 14% en la oleaginosa tras avanzar de USD 237 a USD 270, por encima del aumento de los precios de los insumos. En ese mismo lapso el valor del dólar creció de $56,5 a $78,5, lo que se traduce en un aumento del 39%.
En base a estos números, la entidad calculó que el poder de compra del maíz aumentó en un 19,9%, mientras que “todos los insumos se abarataron en relación al cereal si se comparan los precios respecto a septiembre de 2019, logrando que se requiera menos maíz para su adquisición”. Por ejemplo, el costo relativo del fosfato monoamónico y gasoil alcanzaron la baja más relevante, con un 25,3% y 22,2%, respectivamente, mientras que, por otro lado, tanto la compra de glifosato como la compra de semillas necesitaron en septiembre de 2020 un 19,6% menos de grano que hace un año atrás.
En cuanto a la soja, cuyo poder de compra o relación insumo-producto mejoró 13,9% en un año, ocurrió algo similar al maíz respecto al valor relativo de los insumos. En este caso el fosfato monoamónico y el gasoil también fueron los insumos que más se abarataron con respecto al valor de la oleaginosa, llegando a caer 18,3% y 15,0%, respectivamente. Además, tanto las semillas como el glifosato requirieron un 12,3% menos de grano para su adquisición.
En base a estos números, desde la entidad consideraron que “en este contexto de siembra de la gruesa, se hace relevante observar la relación insumo-producto para analizar la conveniencia de calzar una parte de la producción a través de la compra de insumos y poder fijar los costos de producción de la nueva campaña”.
En esta línea, Agusto explicó que a partir de esta mejora en el poder de compra de los granos “le permite al productor comprar insumos más baratos que el año pasado porque tu moneda de cambio, que es el grano, vale más. Entonces, si un productor tiene un poco de soja guardada, puede decir ‘compro insumos porque los precios de los granos están muy bien’ y entonces podés hacerte de insumos para la próxima campaña”.
Trigo
En el caso del trigo se dio lo contrario. Su poder de compra bajó y empeoró la relación insumo-producto. Según la entidad, cayó un 3,9% su poder adquisitivo, no solo porque los precios bajaron 4,4% respecto a septiembre de 2019 medido en dólares, sino que también se registró una suba en el valor de la urea, uno de sus principales insumos, del 5% en dólares. En este sentido, el informe explicó que la urea requeriría un 9,8% más de trigo para adquirir la misma cantidad que hace un año.
Asimismo, tanto las semillas como el glifosato se encarecieron en dicho período en su precio relativo un 4,6%, pero que en el caso del agroquímico “tiene una incidencia relativamente pequeña en los costos de producción del cereal, por lo que afecta en menor medida”.
“A pesar de ello, la relación insumo producto se encuentra en niveles relativamente bajos comparando con años anteriores, lo que genera un incentivo para aportar tecnología al cultivo con el afán de mejorar su calidad comercial y aportar a la sustentabilidad de nuestros suelos”, remarcó la Bolsa cordobesa.
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