La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), que agrupa al 90% de las empresas del sector, desarrolló un proyecto que busca disminuir las emanaciones de dióxido de carbono (CO2) en 13 millones de toneladas en los próximos cinco años a partir de la utilización de biodiésel puro como combustible en los camiones a lo largo del país, con el objetivo de que comience “un proceso de transición hacia una canasta de combustibles sustentables en el corto, mediano y largo plazo” en el transporte de carga argentino.
Este proyecto, que fue presentado esta semana al ministro de Transporte, Mario Meoni, y a su par de Ambiente, Juan Cabandié, contempla reemplazar en un plazo de cinco años el 5% de las 6,5 millones de toneladas de gasoil que hoy consume el transporte de cargas terrestre a nivel nacional por el biodiésel al 100% (B100), que será certificado por Fadeeac de acuerdo a estándares internacionales. En caso de que por una cuestión regional, los camiones no se puedan abastecer del biocombustible, la canasta de combustibles alternativos diseñada por Fadeeac también incluye el GNC y GNL.
Según explicó el secretario general de Fadeeac, Martín Borbea Antelo, “el proyecto es estratégico para el país no sólo por los enormes beneficios ambientales y productivos que implica, sino porque es viable de forma inmediata con la capacidad instalada que ya posee Argentina. Con el uso del biodiésel, en esta primera etapa, apostamos a reducir 13 millones de toneladas de CO2. Nosotros tenemos que exigir la demanda que necesitemos en cada región del país. Por ahí, en una región nuestra necesidad sea el GNL, pero en otra podemos demandar el biodiésel”.
Meoni señaló que el gobierno trabaja en la “descarbonización” del transporte, ya que "el impacto de la carbonización en la Argentina es muy alto y el transporte es uno de los principales generadores de la contaminación ambiental, después de la producción ganadera y la producción industrial”.
Según el ministro de Transporte, el Estado debe promover un nuevo sistema de transporte y en ese sentido, consideró que "el GNC es una de las opciones más importantes, también el GNL, pero naturalmente que, en las ciudades, la transformación debe ser de las unidades diésel de transporte urbano de pasajeros hacia el GNC”.
“Vamos a estar acompañando a todas las empresas que avanzan en la modificación de la matriz energética en el transporte para que efectivamente podamos ver funcionando este tipo de buses en la calle. Tenemos que aprovechar los recursos naturales que efectivamente tenemos, el GNC es uno de los recursos naturales más importantes que tiene la Argentina, y por lo tanto tenemos que hacer uso pleno de eso, y nada mejor que seamos desde el propio Estado los que demos la iniciativa para que sea así”, apuntó Meoni.
El impacto de la carbonización en la Argentina es muy alto y el transporte es uno de los principales generadores de la contaminación ambiental (Mario Meoni)
En diálogo con Infobae, Borbea Antelo detalló que “el proyecto comenzó a diseñarse hace dos años y medio. Las pruebas se iniciaron hace cinco meses en 22 camiones cargados con gasoil y hace unos días comenzaron la mitad de esas unidades a probarse con biodiésel. Esta primera etapa con el biocombustible finalizará en seis meses, cuando se realice un informe con los resultados”.
“Nosotros probamos con el biodiésel por distintos motivos. Uno de ellos es que hay momentos en que el biodiésel es más económico que el gasoil, hoy no es el caso. Por otro lado, no agrega dióxido de carbono a la atmósfera y reduce el 70% del material particulado respecto al gasoil. Además, a nivel país la industria del biodiésel está con una capacidad ociosa del 50%. Con esto tenemos capacidad de producir biodiésel sin ningún problema, más allá de que hoy hay 34 plantas distribuidas en el centro norte del país y coinciden con la radicación del 84% del parque automotor del país”, comentó el dirigente empresario.
Una vez terminadas las pruebas, “se puede comenzar a implementar el biodiésel 100 certificado por Fadeeac entre las empresas de transporte de cargas del país que pertenecen a la entidad. En una primera etapa, se apuntará a las empresas de consumo a granel que representan una demanda anual de 1,8 millones de metros cúbicos”, indicó la cámara empresaria.
Otras opiniones
Por su parte, desde la empresa Bertotto Boglione, que diseñó un prototipo de tanque plástico de doble pared para el almacenamiento del biocombustible y un kit de bombeo y de mediciones, indicaron que este proyecto abrirá las puertas a otros combustibles para ser alternativa a los actuales y que permitirá lograr mejoras logísticas.
“Esta iniciativa para la industria en general significa que va a haber una alternativa de otro combustible para el transporte, mejoras logísticas y bajar costos del transporte”, remarcó el presidente de Bertotto Boglione, Eduardo Borri, quien comentó que en la presentación del proyecto a los funcionarios por parte de Fadeeac se les mostró “su alcance, cómo están haciendo las pruebas piloto, con qué equipos, que vehículos y les dijeron que van a estar controlando la evolución de los motores con este biodiésel para mostrar que los motores no tienen ningún problema y midiendo la emisión de gases de los camiones para que se vea que esto es mejor”.
Por último, indicó que “en nuestro caso nos permitirá fabricar tanques para las empresas de transporte para almacenar biodiésel: como ninguna va a trabajar al 100% con diésel o biodiésel, van a necesitar un tanque para cada combustible. Hoy los camiones tienen un solo tanque para el diésel antiguo y pasarían a tener un tanque adicional”.
Hoy la industria del biodiésel transita un complicado momento debido a una caída abrupta de la demanda tanto interna como externa, como consecuencia de la baja en el consumo de combustibles fósiles por la pandemia de coronavirus y al congelamiento del precio de estos por parte del Gobierno nacional. Esta situación que hasta la fecha no fue atendida por el Ministerio de Economía nacional, de quien depende el establecimiento del precio y su actualización, poniendo en riesgo el funcionamiento y la continuidad de las empresas.
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