Los integrantes de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) transmitieron su preocupación por la difícil situación que atraviesa el negocio, por el aumento de los costos de producción, el nuevo incremento salarial y los precios congelados.
“La realidad del sector es muy grave: los productores de huevos tienen los precios congelados desde el 6 de marzo y una magra recomposición del 3,5% en julio, cuando se registran incrementos sustanciales en sus costos de producción que superan el 43% entre maíz, soja, servicios, envases, logística, insumos importados, etc, por lo tanto lo que podemos decir que lo que se dispuso en materia salarial no es racional y, sobre todo, no es viable”, explicó el presidente de Capia, Javier Prida.
Además, los directivos de la entidad cuestionaron el último aumento salarial del 40%. “El mismo se visualiza como forzado. El Gobierno Nacional, con intervención de los ministerios de Economía, de Trabajo y de Agricultura avaló esta semana el incremento sobre los haberes de los trabajadores del sector para el período 2020, exigido por el gremio UATRE, que lleva el salario básico a partir del 1 de noviembre de 2020 a $50.941,80, incluyendo presentismo y titulo educativo”, señalaron.
En la negociación salarial, el sector empresario estuvo representado por las entidades de la Mesa de Enlace, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) y Capia, desde donde se habían unificado criterios proponiendo un incremento del 30,8 sobre el salario real de 2019, lo que llevaba al salario básico del recién ingresado a la suma de 44.256 pesos, incluyendo los plus de presentismo y título primario. Además se habían propuesto 3 cuotas de 1500 pesos adicionales cada una no remunerativas.
“El escenario es de mayor gravedad cuando se tiene en cuenta que la industria está inhabilitada de recomponer los precios para corregir esos desequilibrios, y vende el producto con valores anclados al 6 de marzo último, con una leve recomposición del 3% que las autoridades habilitaron en julio último y el ingreso liberado de huevo en polvo desde Brasil”, manifestaron desde Capia.
Impacto en el sector
Al respecto Prida agregó: “La pregunta es para qué hicimos el esfuerzo de subir los niveles producción si el Estado no nos permite recomponer precios y además los costos se incrementan en todas las variables y competimos contra huevo extranjero que ingresa por debajo de los costos internacionales. Este año, los productores, casi en su totalidad en explotaciones familiares, han demostrado su compromiso con la sociedad y con esfuerzo, han garantizado el abastecimiento ante un incremento de la demanda del 40%, incluso siendo perjudicados en la cadena comercial por el fijador de precios que ha comprado barato y ha remarcado el producto al público con altos márgenes”.
Según recordó Capia, la producción avícola se desarrolla en 18 de las 24 provincias del país y emplea a 30.000 trabajadores de manera directa e indirecta. Asimismo, consume 1,6 millones de toneladas de maíz y soja para la alimentación de los animales y mantienen “una estrecha relación con la construcción, la logística, la industria papelera, la industria del plástico, la industria metalúrgica, y la farmacéutica”.
“Después de muchos años de trabajo sostenido, hoy somos protagonistas indiscutidos en la mesa de los argentinos: somos casi el 52% de la proteína animal sin transformación que consume nuestro país. Alrededor de 130 kilos de proteínas de animal per cápita se consumen en la Argentina, de los cuales entre huevo y pollo, promediamos como sector los 68 kilos”, graficó el presidente de Capia.
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