La situación del trigo continúa agravándose a nivel nacional y a medida que siguen pasando los días sin lluvias significativas en las zonas más necesitadas del centro y el norte del área agrícola, el panorama se torna más oscuro para el cereal.
Si bien en estos últimos días se produjeron lluvias, las mismas fueron muy puntuales y quedaron vastas zonas sin cobertura, en especial, en la zona núcleo, una de las regiones más golpeadas por la sequía, que ya reporta dos tercios del trigo sembrado en condiciones entre malas y regulares y con 200.000 hectáreas a punto de perderse.
Así lo reflejó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) respecto a la actualidad del cereal en la zona agrícola comprendida entre el norte bonaerense y el centro-sur de Córdoba y Santa Fe. La entidad calculó que producto de la falta de lluvias, sumado a las frecuentes heladas, ya hay un millón de hectáreas de trigo en condiciones de regulares a malas, condicionando los potenciales rindes del cultivo, y que inclusive, llevan a los productores a dar por perdidos los sembradíos. Este número toma más relevancia si se recuerda que hace un mes atrás lo peor del trigo estaba ubicado sólo en el este cordobés y centro sur santafesino, con unas 250 mil hectáreas en condiciones regulares.
“Era una semana clave, donde el sector tenía grandes expectativas de que al fin lloviese y el cultivo empezase a recuperarse, las tormentas fueron muy puntuales”, remarcaron desde la entidad bursátil rosarina. Según el detalle de la BCR, en Chacabuco se registraron lluvias de 50 milímetros, pero en Pergamino solo se acumularon 2 milímetros, ambos distritos de la provincia de Buenos Aires. Las demás localidades favorecidas fueron Rojas con 30 milímetros, en María Teresa (Santa Fe) con 20 milímetros, y en Guatimozín (Córdoba) con 30 milímetros. Además, las tormentas en muchos casos estuvieron acompañadas de granizo.
Esta acuciante situación hace que muchos productores de la zona piensen en dar por perdidos sus sembradíos con trigo y apuestan a una mejor suerte con la implantación de soja. “En Carlos Pelegrini (Santa Fe) cumplimos 120 días consecutivos sin lluvias. La situación ha llegado a niveles impensados: el 90% de los productores está pensando dar por terminado el ciclo, pulverizar lo sembrado y esperar lluvias para poder pasar a soja de la mejor manera”, manifestaron los técnicos. En la localidad santafesina de Bigand, el 90% de los cuadros se encuentran entre regulares y malas condiciones, mientras que en Pergamino el 70% de los cuadros se clasifican de esa manera. “Los lotes están como si se les hubiera aplicado un desecante”, manifestaron los técnicos de la entidad rosarina.
Mayores complicaciones
Sin embargo, esta situación puede empeorar aún más, ya que se prevé que en “poco tiempo más” 200.000 hectáreas pasen a considerarse como pérdidas, lo que representaría el 12,5% de lo sembrado con trigo. “Se trata de un gran golpe productivo para la región, en general solo suelen perderse 30.000 hectáreas, casi 7 veces menos”, lamentaron desde la BCR.
“La capacidad de recuperación del cultivo es cada vez menor. Y los pronósticos no muestran en el corto plazo la posibilidad de revertir la situación. Para este fin de semana, se esperan condiciones inestables pero que difícilmente produzcan lluvias”, concluyeron desde la Bolsa de Rosario.
En el resto del área agrícola nacional implantada con el cereal la situación no cambia, a excepción del área sur, donde las lluvias fueron más constantes y significativas desde el comienzo de la campaña y los lotes cuentan con buenas reservas hídricas y un buen estado en general. Pero en lo que concierne al área central y norte, algunos números son preocupantes.
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), en determinadas zonas del centro y norte del país, el potencial de rendimientos podría presentar mermas de hasta un 50%. “Los cuadros implantados transitan estadíos reproductivos bajo un escenario de falta de humedad, heladas y plagas que comprometen las expectativas de rendimiento. A la fecha, las estimaciones de mermas del potencial oscilan entre -20 y -50 %, en sectores de NOA, NEA y Córdoba, sin descartar la posibilidad de abandono de lotes”, expresaron los especialistas de la BCBA.
En las provincias del norte del país el trigo se encuentra atravesando estadíos de llenado de grano bajo el escenario ya mencionado y estiman que los rendimientos podrían presentar mermas de entre un 20% y 30% “sin descartar la posibilidad de resignar la recolección de los peores cuadros”. En la provincia de Córdoba, si bien el cereal se encuentra en estadíos previos al llenado, los daños por helada y plagas auguran mermas de rinde de hasta un 50 % del potencial.
A la fecha, el 62,2% de las 6,5 millones de hectáreas implantadas a nivel nacional presentan una condición hídrica de regular a seca, mientras que el 38,1 % posee una condición entre regular a mala, sintetizó la entidad bursátil porteña.
Recortes en girasol
El trigo no es el único cultivo afectado por la sequía, sino que el girasol también está sufriendo las consecuencias de la falta de agua y, a pocas semanas de comenzar los trabajos de implantación, la Bolsa porteña ya recortó la estimación de siembra en 200.000 hectáreas, ubicándola en 1,5 millones de hectáreas.
Las condiciones de déficit hídrico “impide la incorporación de lotes durante la última etapa de la ventana de siembra en los núcleos del NEA y centro-norte de Santa Fe”, explicó la entidad y advirtió que la actual proyección se encuentra sujeta a la evolución del clima durante los próximos días, dado que “de registrarse lluvias aún podrían incorporarse lotes en lo que resta del mes de agosto”, pero que de no hacerlo a corto plazo, el área prevista sufriría un nuevo ajuste.
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