El sector ovino enfrenta una situación delicada por las fuertes nevadas registradas durante las últimas semanas. Es por eso que la actividad vinculada a la cría de ovejas y la producción de lana, presenta actualmente una situación de quebranto y también se ve paralizada por la delicada situación que dejó el clima de frío extremo.
Los productores aseguran que atraviesan “una tormenta perfecta”, por el derrumbe de los precios y mercados nacionales e internacionales de todas las lanas y de la carne ovina, productores en emergencia tapados de nieve en la Patagonia y con sequías extremas en el norte, industrias paradas, ventas casi nulas, dificultades propias del Covid para el trabajo y la logística, y la ayuda de la emergencia que no llega.
“La ayuda oficial no llega y las mortandades de animales ya se muestran muy importantes. Así, no sólo está seriamente afectado el presente sino además hipotecado el futuro inmediato. Por ahora se sobrevive con la ayuda solidaria de otros productores, instituciones del lugar y apoyos locales”, dijeron desde la Mesa Ovina Nacional en un comunicado.
Los dirigentes mantuvieron una reunión por videoconferencia con el Subsecretario de Ganadería de la Nación, José María Romero, donde se planteó la preocupación que hay en el sector por la demora para sancionar la Ley Ovina y la necesidad de agilizar la llegada de fondos de emergencias para atender la crisis productiva que dejó el clima para la cría de ovinos y también en la industria lanar.
A todo esto, los dirigentes manifestaron su malestar por la decisión de la cartera agropecuaria de reducir las funciones que promovía la Dirección de Ovinos dentro del ministerio, ya que dicha dependencia fue bajada de categoría dentro del organigrama oficial aunque la misma permanece en el área a cargo de Romero.
Tal como se indicaron los dirigentes de la Mesa Ovina, desde Agricultura se reconoció la existencia de demoras en el envío de los fondos presupuestados. Allí se anota el retraso en el financiamiento del programa Prolana y también en el pago de los desembolsos de proyectos integrados dentro de la Ley Ovina, y de igual forma sucede el aplazamiento en la promoción de carnes y con el envío de fondos para emergencias. “Aún estamos sin soluciones a mediano y corto plazo”, reconocen los privados.
Tras ser consulado por Infobae, Marco Gallia, presidente de la Federación Lanera Argentina y miembro de la Mesa Ovina, consideró que “hemos trasladado a las autoridades del ministerio de Agricultura la preocupación del sector desde un punto de vista técnico, ya que la Dirección de Ovinos pasó a formar parte de Rumiantes, y allí esperamos definir un interlocutor con quien hablar”.
Y agregó: “Hay una falta de definición sobre algunos argumentos fundamentales que reclama el sector, como es la Ley Ovina, que no tiene sanción, y que hay fondos de emergencia para las zonas nevadas que están sin respuestas de parte del gobierno. Ese es el objetivo central de toda la región y fundamentalmente trasladar toda esta problemática a las autoridades”.
Más reclamos
Según expresaron los dirigentes de la Mesa Ovina a través de un comunicado, a los pedidos ante el gobierno se le agregó el “estado de emergencia” que enfrenta actualmente la Patagonia por el frío extremo y sequía en otras zonas productivas, donde la producción agropecuaria atraviesa un momento complejo. La emergencia sanitaria por el coronavirus también impuso serias dificultades en los esquemas de trabajo y la logística.
Durante la reunión con el funcionario nacional, los productores ovinos precisaron, que hasta el momento “no hay soluciones en el corto plazo para hacer frente a la crisis. El sentimiento general sobre las medidas tomadas y la falta de ayuda concreta y oportuna, generan frustración e impotencia en todos los actores de la cadena. Pocas actividades son tan federales como el ovino y pocas son las gestiones de los gobiernos que han tenido la capacidad de entenderlo, ordenarlo y llevarlo a la práctica”.
Por último, los dirigentes se refirieron al potencial de la cadena ovina: “Los productos ovinos tienen alta demanda, son de rápido impacto económico, y cumplen todas las exigencias productivas, sociales y ambientales. La oveja genera arraigo y agregado de valor en el interior profundo, ocupa los espacios vacíos más alejados e inhóspitos, y es un importante empleador rural e industrial. Llevamos años elaborando diagnósticos, aportando planes y propuestas concretas, ofreciendo manos e ideas; sin embargo sistemáticamente nos cruzamos con decisiones erráticas y la falta de visión estatal estratégica y de largo aliento”.
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