Las exportaciones de origen agropecuario y agroindustrial alcanzaron una participación del 70% en el total de las ventas al exterior que la Argentina realizó en el primer semestre de 2020, erigiéndose como el mayor polo generador de dólares para el país.
Bajo este precepto, la agroindustria se posiciona como el principal motorizador del futuro crecimiento de las exportaciones argentinas, según proyectos presentados desde el sector, sobre todo si se toma en cuenta que de las principales 500 empresas exportadoras del país, 336 son de base agroproductiva.
Así se desprende de un informe elaborado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), entidad que hace más de un mes presentó un plan para que el país alcance los 100.000 millones de dólares anuales en exportaciones. Sin embargo, para potenciar las ventas al exterior, es necesario aumentar la producción, aliviar la carga tributaria, la concreción de acuerdos comerciales y apertura de nuevos mercados e incentivar la inversión, entre otros puntos.
Según la entidad rural, el foco para aumentar las exportaciones del país debe estar puesto en el sector agroexportador, ya que es el “más competitivo de la Argentina”. En rigor, en el primer semestre de 2020 la participación de las exportaciones de productos primarios y de manufacturas de origen agropecuario (MOA) alcanzó el 70% de los embarques totales de Argentina, incidencia que no se daba desde 1986. Para reafirmar más la potencia del sector, Coninagro remarcó que Argentina es uno de los 15 mayores exportadores de agro productos del mundo y en ningún otro rubro se ubica en tan relevante espacio.
Por otro lado, si se toman las 300 principales empresas argentinas exportadores que despachan anualmente por un monto superior a los 12 millones de dólares, se puede observar que el 64,67% (194 compañías) son de base agroproductiva, mientras que si se toman las principales 500, que exportan más de 6 millones anuales, esta participación asciende al 67,2% (336).
Para Coninagro, será necesario aumentar la producción para poder concretar ese salto en exportaciones, ya que el mayor ingreso de divisas no provendrá de mejores precios internacionales, sino del despacho de un mayor volumen. “Argentina deberá incrementar la producción para exportar más. Esto es: no dependerá de mejores precios sino de más producción”.
“Cuando Argentina logró récords de ingresos de dólares por agroexportaciones (2010, 2011, 2012) en términos de toneladas no exportaba más que ahora (92,3 millones de toneladas en 2019). En ese tiempo fueron los precios los que influyeron para el récord. Ahora las cantidades son mayores. Aquellos elevados precios no son alcanzables”, señaló el informe.
Y agregó: “Es necesario, entonces, producir aún más. Y podrá producirse más en esta actividad en la medida en que se crezca en inversión, se mejoren los ecosistemas productivos, se incremente la capacidad de infraestructura, se estabilice y equilibre el entorno macroeconómico, se mejore el contexto regulativo y se eleve la calidad de la acción de apertura de mercados e inserción comercial externa”.
En la actualidad Argentina acapara el 2,05% del comercio mundial total de productos agropecuarios y agroindustriales, el cual creció de USD 590.000 millones en 2000 a USD 1,9 billones en 2019, lo que significó un incremento del 222% en dicho lapso de tiempo. En ese período, nuestro país incrementó las exportaciones agroindustriales en 191%.
“Argentina debe acompañar el alza de un mercado internacional en dinamismo pero prever que las exigencias serán mayores. Y así es importante contar con un plan que aliente inversión, asista con financiamiento, prevea apertura de mercados y acceso a ellos, mejore el soporte de producción y comercio, genere alicientes varios, ordene los desequilibrios actuales y permita el fortalecimiento de productores y exportadores. Todo esto, a partir de la base de tener en las agroexportaciones el rubro más competitivo de todos en materia internacional”, reflejó el informe de Coninagro.
Mayor inserción internacional
Para Coninagro, Argentina debe lograr una “mejora en la participación en cadenas de valor internacionales” a través de la concreción de pactos y acuerdos comerciales con países o bloques económicos para poder destrabar el ingreso de sus productos como consecuencia de una alta tasa arancelaria.
La entidad consideró que hay que “avanzar en acuerdos internacionales para reducir la carga arancelaria y los obstáculos para productos y empresas argentinas en mercados externos porque la tasa arancelaria aplicada en el mundo ha descendido desde hace años hasta apenas un 5,5% en 2018, pero buena parte de ese descenso obedece a la puesta en marcha de pactos internacionales de apertura recíproca entre países signatarios de acuerdos comerciales varios, y Argentina no participa, a la fecha, de demasiados acuerdos relevantes, salvo el Mercosur y acuerdos bilaterales en Latinoamérica surgidos del marco de ALADI”.
“De modo que la tasa arancelaria promedio que paga Argentina en el acceso a mercados externos hoy es más alta - aproximadamente el doble en el comercio actual - que la de sus competidores principales. El ingreso de productos alimenticios y agropecuarios y empresas de este rubro de Argentina a numerosos mercados externos es complejo hoy porque aún no hay acuerdos comerciales de apertura recíproca vigentes en una buena cantidad de mercados”, agregaron.
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