María Beatriz Giraudo es una referente del sector agropecuario argentino por excelencia. Más conocida como “Pilu”, destaca el rol de las mujeres en el agro y es una férrea defensora e impulsora de la siembra directa, con la cual asegura que Argentina se anticipó en 30 años al debate que tiene el mundo en la actualidad, respecto a cómo cuidar la fertilidad de los suelos y al cambio climático. En la misma línea, indicó que el sistema agroproductivo argentino tiene la “convicción de producir más con menos y que eso incluye a los fitosanitarios”.
Giraudo nació en un pequeño pueblo de Santa Fe y es quinta generación de productores agropecuarios. Dirige una empresa familiar, es asesora y consultora sobre producción sustentable, integrante de la Red de Mujeres Rurales, ex presidenta de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) - hoy presidenta honoraria - y también tuvo su paso por la función pública entre 2016 y 2018, como Coordinadora de Políticas Públicas para el Desarrollo Sustentable en el ex Ministerio de Agroindustria de la Nación.
Con todos estos prestigiosos antecedentes que se encuentran ligados al sector, aseguró que Argentina ocupa un “lugar de liderazgo” en cuanto a lo que se refiere al cuidado de los recursos naturales y que se busca “imitar a la naturaleza, no romperla”.
“Los argentinos estamos bendecidos con recursos naturales muy escasos en el planeta y tenemos talento humano, científico, y tecnológico. Hace 30 o 40 años atrás nos anticipamos a la discusión que tiene el mundo hoy de cómo mantener los suelos fértiles para dar seguridad alimentaria y hacer frente al cambio climático. Nuestros sistemas de producción, que arrancan con la siembra directa, son la mejor herramienta para dar respuesta a este dilema de la humanidad”, sostuvo Giraudo en una entrevista con radio Colonia.
La siembra directa es una técnica de cultivo de adopción masiva en Argentina que evita la labranza de los suelos para la implantación y así conservar los suelos, facilitar la filtración de agua y retener la materia orgánica. Aapresid fue uno de los grandes impulsores de esta tecnología en el país y un gran aportante de investigación y desarrollo en este sentido. Para Giraudo, esto representa un “orgullo” ya que “producimos cuidando los recursos naturales y a las personas, y eso nos pone en un lugar de liderazgo en la región y con muchísimo para darle al mundo”.
Para la especialista, sin bien en el país “hicimos y hacemos cosas mal” en lo que se refiere a la práctica agropecuaria, “la gran mayoría de las cosas las hacemos bien y las venimos haciendo con mucha anticipación. Tenemos mucho para mejorar y, sobre todo, porque trabajamos con la naturaleza y nuestra intención es imitarla, no romperla. Eso exige una investigación y monitoreo permanente”.
Fitosanitarios
La utilización de fitosanitarios, más conocidos como agroquímicos - o agrotóxicos por sus detractores - es un tema de recurrente discusión en el país. Los que impugnan su utilización alegan su nocividad para con la salud humana y del medio ambiente, mientras los que sostienen lo contrario, siempre ponderan su buena utilización, confían en su inocuidad para la salud y, con su debida aplicación, no representa un peligro ambiental.
Para Giraudo, “los fitosanitarios tienen un camino de recorrido muy largo y exhaustivo hasta que los podemos utilizar y reglamentado sobre cómo utilizarlos. Ahí necesitamos siempre el conocimiento, la participación de los profesionales de la agronomía, la aprobación de las máquinas aplicadoras y el monitoreo de cómo se está haciendo. Tenemos todo al alcance de la mano de cómo hacerlo. Si alguien no lo cumple, que caiga la sanción correspondiente con todo su peso”.
En esta línea, consideró que “hay una convicción de producir más con menos y eso incluye también a los fitosanitarios. Nadie más que los que estamos ligados a la producción queremos eso, no solo por una cuestión ambiental y de cuidado de la salud, sino también de costos. Hay muchísimo desarrollo en bioinsumos, que también necesita una normativa y un acompañamiento muy exhaustivo”.
“Lo que más tenemos que pensar es en el equilibrio de dar respuesta a producir cada vez más con mejor calidad, a cuidar el ambiente y a las personas y generar mucho trabajo para que haya cada vez más desarrollo. Tenemos las herramientas para lograrlo, estamos en un camino de liderazgo en Argentina y eso necesitamos profundizarlo”, concluyó.
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