En el sector agrícola hay una seria preocupación por el diferencial que ofrece el precio del mercado de trigo local y el oficial de exportación que oficializa el Ministerio de Agricultura de la Nación. Así lo manifestaron públicamente desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), que denunció que la situación provoca una distorsión indirecta.
Según los productores, la exportación emplea el valor del cereal sugerido por las autoridades nacionales e incrementa sensiblemente la carga impositiva que debe asumir el sector primario por la vía de las retenciones que paga el trigo.
La diferencia planteada por la entidad agropecuaria ronda los 12 a 15 dólares por tonelada de trigo exportado a favor del cobro que debe realizar el fisco, a partir del Precio FOB (es decir, el valor del cereal puesto arriba del buque) que informan las bolsas y el que periódicamente sugiere la cartera agropecuaria para la exportación. Esto incrementa en más de un punto porcentual la retención que el fisco realiza sobre la facturación del exportador y que debe tributar el sector primario en la venta al exterior.
Matías de Velazco, presidente de Carbap, en declaraciones a Infobae, explicó que “el gobierno de Alberto Fernández toma un valor FOB mayor al que se están haciendo la operación real de venta de granos al exterior. Así lo recaudado, por vía de las retenciones, representa un monto mayor (que debe tributar la producción primaria tras la facturación del exportador), debido a que se toma el precio FOB fijado por la autoridad nacional”.
Y agregó: “En el mercado triguero actualmente no hay competencia entre molineros y la exportación tras el acuerdo al que arribaron meses atrás para eficientizar el abastecimiento doméstico de trigo. De esta manera los molinos compran a un valor menor de mercado, ya que tienen la mercadería asegurada”.
Atento a este cuestionamiento, la entidad presidida por Matías de Velazco pidió al gobierno nacional “arbitrar los mecanismos para poner fin a estas intervenciones indirectas al mercado triguero, donde solo se ve perjudicado el productor agropecuario”.
Diferencial
Según un informe publicado por la Confederación, “este diferencial entre los precios de mercado y el valor oficial que publica el ministerio de Agricultura provoca una distorsión indirecta de los valores que reporta el mercado triguero, debido a que mientras que las bolsas publican un valor de referencia para el cereal disponible a julio de 227 dólares por tonelada, los reportes oficiales del Ministerio de Agricultura refieren un precio testigo de 242 dólares por tonelada, el cual es tomado para la facturación por parte del exportador”.
Desde Carbap, se indicó que algo similar sucede en el caso del valor de trigo a futuro para el cereal que comenzará a cosecharse en noviembre o diciembre, y se entregará recién a partir del 2021: mientras que el valor de mercado ronda los 200 dólares por tonelada, la pizarra oficial del Ministerio de Agricultura establece un valor testigo de 216 dólares por tonelada. La diferencia actúa en desmedro de la rentabilidad que reporta el agricultor local que entrega su producción con destino al exterior, ya que conlleva una mayor carga por vía de la retención de impuestos”.
Por último, en un comunicado la entidad mencionó que la falta de publicación de las declaraciones juradas de trigo exportado desde enero a la fecha “impacta en el precio interno del cereal, existiendo una intervención indirecta de un mercado que debería ser absolutamente transparente”. Además, se indicó que “la falta de puja por el trigo acordada entre los compradores de manera oligopólica, impone precios controlados de un cereal que es relevante para la economía del productor agropecuario”.
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