La sequía en el Noreste Argentino (NEA) no da tregua. Desde febrero que no se registran lluvias significativas en grandes zonas de Formosa, la provincia más castigada por la falta de agua, y ahora se sumaron feroces incendios en zonas de la región. Ante este panorama, productores consideran que la situación llegó a un “extremo alarmante”, que incluye la muerte de animales por el fuego y también por desnutrición.
La falta de agua se está haciendo sentir en amplias zonas del país. Si bien tomó más notoriedad la sequía en Córdoba y el sur de Santa Fe por el impacto que tendrá en la campaña de trigo, en gran parte de Formosa no llueve de manera significativa desde febrero de este año, a lo que se sumó un crudo invierno que produjo heladas fuera de lo usual, provocando sequedad en los pastos y la imposibilidad de que estos se regeneren, acotando la oferta de alimento para los animales. Si a este panorama se le suman los incendios en la zona, el combo resultante pone a la producción ganadera formoseña en una “situación muy crítica”.
En algunos casos ha habido muerte de animales por los incendios, pero en otros casos hay muertes por desnutrición, por falta de comida (Consolani)
“Estamos bastante complicados. La sequía viene hace largo tiempo. De febrero a la fecha las precipitaciones han dejado muy poca agua: cada vez que se armó un frente de tormenta dejaron 1 o 2 milímetros. Esto se acentuó y llegamos a un extremo alarmante”, indicó a Infobae el vocal de la Comisión Directiva de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) e integrante de la Confederación de Asociaciones Rurales de Chaco y Formosa (CHAFOR), Roberto Consolani.
“La falta de lluvia ha hecho que la situación climática influyó negativamente en el crecimiento de nuestros pastos. De todas las regiones naturales de pasto, no quedó nada porque se secó. A esto se agregó otro incidente como los incendios. Los autores son ignorados, pero sabemos que a veces es producto de inescrupulosos. Accidentalmente alguno se puede producir, alguien que va en la ruta y tira una colilla de cigarrillo o algún vecino que quiere hacer una limpieza y se le desbordó y no lo pudo atajar”, comentó Consolani, que es productor ganadero de la zona de Pirané, en el centro de Formosa, y que sufrió en carne propia el incendio de 300 hectáreas desde marzo hasta la fecha y más de 2.000 metros de alambrado destruido.
Consolani continúa su relato remarcando la gravedad de la situación que se está atravesando: “Hoy tenemos una provincia con muchos incendios, que se ha llevado todo lo que sea reserva de forraje que hemos podido hacer. Hay campos que se han destruido. Muchos metros de alambrados tirados en el suelo. Hoy el agravante es que no conseguimos alambre. Es decir, todo este combo ha hecho que indudablemente estemos en un presente muy crítico”.
Ante la sequía extrema y los incendios, Consolani informó que “en algunos casos ha habido muerte de animales por los incendios, pero en otros casos hay muertes por desnutrición, por falta de comida. Estos son datos que me pasan los productores. No digo que haya una magnitud, sino que empezaron a haber casos de muerte por desnutrición y, los menos, por quedar los animales acorralados por el fuego”.
Chaco
Si bien la situación en Chaco no llega al extremo que se vive en Formosa, la sequía y los incendios también se hacen presentes, condicionando el normal desempeño, más que nada, de la ganadería. Los productores consideran que si no hay lluvias en el corto plazo “vamos a pasarla muy mal”.
“Desde inicios de año venimos con un déficit marcado en la cantidad de agua y eso se ha ido recrudeciendo. Además, venimos con períodos de alternancia de heladas”, explicó a este medio el presidente de la Federación Chaqueña de Asociaciones Rurales (Fechasoru), Daniel Fontana.
Para Fontana, la situación en el centro y el norte de la provincia “es bastante dramática”, respecto a los focos de incendio que en los últimos días se acrecentaron. “Hay todo tipo de daño económico. Estamos todos expuestos a que, por esta situación climatológica, en cualquier momento una chispa puede hacer un desastre”, explicó Fontana y advirtió que “si no tenemos lluvias en el corto plazo y no tenemos calor y humedad para que crezca el pasto, vamos a pasarla muy mal. Creo que va a estar complicado”.
Según explicó el productor y dirigente rural de la zona de General José de San Martín, localidad cercana al límite con Formosa, lo que “recrudece el panorama” de los incendios “es el viento norte que hace que cualquier escape de fuego se transforme en un problema serio” y ante las causas de los mismos, opinó que “hay de todo”.
“En este momento cualquier chispa produce fuego. Cualquier cigarrillo tirado en la ruta de manera desaprencible produce un desastre económico para el productor, porque destruye alambrado, destruye todo. En zona de Presidencia de la Plaza (localidad que se encuentra a 70 kilómetros al sur de General José de San Martín) hubo un incendio aparentemente intencional muy importante”. En dicho incendio, el fuego consumió 500 hectáreas.
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