Semanas atrás, en una entrevista con el diario británico Financial Times, el presidente de la Nación Alberto Fernández aseguró que la salida de la crisis por la que atraviesa la Argentina, que profundizó la pandemia del coronavirus, será de la mano del campo. Un sector que no detuvo su motor en lo que va de la cuarentena obligatoria y preventiva, abasteciendo con alimentos el mercado interno y externo. “Es la Vaca Viva del país”, señaló el titular del Poder Ejecutivo.
Si bien la relación entre el gobierno y el campo no arrancó de la mejor manera, con conflictos por las retenciones, el intento de intervenir y expropiar Vicentin, y el aumento de la inseguridad rural, todos los integrantes de la producción agroindustrial decidieron asumir el compromiso de colaborar en la transformación de la Argentina en un país muy diferente al actual. Para eso se necesita de un Estado aliado, generando previsibilidad y políticas públicas para potenciar el desarrollo del sector.
El término “Vaca Viva” fue mencionado en varias oportunidades por el ex interventor y veedor de Vicentin, Gabriel Delgado. Pero su creador es el Ingeniero Agrónomo y actual Director del Programa de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, Fernando Vilella.
En diálogo con este medio, Vilella señaló: “Vaca Viva es una expresión de toda la bioeconomía, es decir la agregación de valor (que es conocimiento) a la biomasa. Todas las biomasas no se refieren solo a la ganadería, sino que engloba a las actividades referentes a la bioeconomía, que incluye a la ganadería, pero también a la industria forestal, la biotecnología y las AgTech, para mencionar algunos ejemplos. Lo propuse como un obvio llamado de atención, ya que todos los ojos de la política y la economía se centraban únicamente en Vaca Muerta”.
Y agregó: “El actual y los dos presidentes pasados y muchos economistas planteaban que para poner en marcha Vaca Muerta con condiciones especiales (debido a nuestro alto y primitivo sistema impositivo y gremial) se requería un financiamiento en torno a los USD 10 mil millones anuales. Para que esos grandes inversores extranjeros llegaran debían darse marcos regulatorios especiales. Hablamos de diferimientos de impuestos, desgravaciones de cargas laborales, la aceleración en la amortización de los bienes, la devolución inmediata del IVA, entre otros. Frente a ello no encuentro ninguna razón para no dar ese marco a los productores bioeconómicos, hacerlo es lograr un proyecto nacional de desarrollo federal equitativo”.
Para cumplir con toda esta propuesta, “no se requieren subsidios, solo un horizonte impositivo y laboral por los próximos 10 años. Estamos en la peor crisis económica que nos tocó vivir. Generar condiciones para los pocos sectores competitivos que tenemos, facilitar la generación de dólares, importando poco para lograrlo, y mucho trabajo desde los más sofisticados a los masivos. Lo necesitamos, ojalá salga”, aseguró Vilella.
El propio Gabriel Delgado, que en la actualidad desempeña funciones en la Cámara de Diputados de la Nación, trabaja junto al presidente de la Cámara, Sergio Massa, en un proyecto que tiene el aval de Alberto Fernández y formaría parte de las 60 medidas que pretende anunciar el presidente en los próximos días.
La iniciativa, que también es analizada con integrantes del gabinete nacional, propone diferentes medidas para incentivar la producción Bioindustrial. Ya existe un borrador de la misma, que esta semana fue debatido mediante una videoconferencia junto a los integrantes de la Asociación de Fábricas y Distribuidores Argentinos de Tractores y otros equipamientos Agrícolas, Viales, Mineros, Industriales y Motores (AFAT).
Durante la reunión Sergio Massa describió el marco a partir del cual con el presidente de la Nación están pensando en dinamizar la economía en el entendimiento de que es un sector competitivo y estratégico. Desde el sector privado manifestaron interés en aportar en la ayuda de la búsqueda de soluciones para que la Argentina alcance 200 millones de toneladas de cosecha anual.
Además, consideraron apropiado el proyecto que promueve el titular de Diputados y manifestaron su total apoyo, ya que se viene trabajando desde hace tiempo en la solicitud de un plan de canje de máquinas y amortización acelerada. Los empresarios remarcaron la importancia de contar con financiamiento, elemento central en las ventas, e incentivar la exportación de maquinaria agrícola, sector que puede crecer y mucho. Brasil es uno de los destinos más atractivos.
Los detalles de la iniciativa
Infobae tuvo acceso a algunos puntos del proyecto, que contempla tres ejes. El primero de ellos, aumentar la producción vegetal, mediante una mayor área y productividad con sostenibilidad. El segundo, incrementar la producción y exportación de servicios y productos humanos. Y finalmente el tercero, es avanzar en la incorporación de más emprendimientos internacionales en nuestro país, con foco en todos los SBC relacionados a la bioindustria.
Para dar cumplimiento al primero de los ejes del proyecto, los principales incentivos que se proponen son:
- Desgrabar de ganancias un porcentaje de 120% de las facturas relacionadas a fertilizantes, y de 150% las que están relacionadas con seguros índice y semillas autógamas fiscalizadas.
- Establecer un plan canje de maquinarias para camiones, camionetas, sembradoras, pulverizadoras, y tractores de origen nacional.
- Habrá beneficios de reducción de aportes patronales equivalentes a los del artículo 22 de la Ley 27.541 y será del 100% en los proyectos que tengan en cuenta la paridad de género.
- Se facilitará el acceso al financiamiento sustentable con un Fondo de Garantía y líneas de crédito con tasas de hasta el 24% anual.
Para dar cumplimiento al segundo de los ejes, los incentivos que propone la iniciativa son:
. Aumento de la producción sustentable de alimentos para consumo humano directo, donde se incluye todo tipo de carnes, además de la acuicultura, legumbres, productos orgánicos y agroecológicos, productos lácteos, sucedáneos de carnes y productos de la agricultura celular, y alimentos procesados. Y además aumentar las exportaciones de cada uno de los mencionados productos.
. Aumento de las inversiones y atracción de inversión extranjera directa. Además, incrementar los puestos de trabajo y una mejora relativa del salario. Y desarrollar programas de carbono neutro y bienestar animal.
. En relación a la ganadería, trabajar con políticas activas para aumentar el stock bovino y la productividad.
A partir de dichos objetivos se trabajará con diferentes incentivos, como estabilidad fiscal, reducción de las contribuciones patronales, amortización acelerada de inversiones, saldo libre disponibilidad para créditos no compensados de IVA y devolución al cabo de tres años, exención de impuesto a los débitos y créditos y de retenciones y percepciones impositivas, disminución de los bienes personales para la repatriación de capitales, desgravación del impuesto a las ganancias para el acervo de forrajes, la producción de novillos pesados y el aumento de la productividad en la cría vacuna, y alícuota del 0% para las exportaciones adicionales dentro de los productos fomentados, entre otras medidas.
Por otro lado, se trabajará en medidas de trazabilidad. Para el mercado de la carne vacuna, el borrador del proyecto se refiere a la implementación de una matriz de trazabilidad para productos agrícolas y ganaderos, y se prohíbe el comercio de la media res entera, una vez que se apruebe la Ley, y la carne se deberá ofrecer al comercio minorista trozada en cuartos trasero delantero y costillar.
Además, lo que significaría una medida que podría generar malestar en el sector que reclama menor presión impositiva, en el borrador de la iniciativa figura un aumento para las retenciones que se aplicaría a los cortes de carne vacuna priorizados para el mercado interno, principalmente costillar y cortes del cuarto delantero, y no deberán superar el 20% del valor de la medida res ex - planta.
Concejo Agroindustrial Argentino
En la idea de profundizar la interacción pública y privada, y aportar iniciativas para su debate en el ámbito legislativo, integrantes del Consejo Agroindustrial Argentino avanzan con la presentación a diversos actores de la política y de la economía, del plan para aumentar las exportaciones y el nivel de empleo. En la semana se reunieron con la Vicepresidenta, Cristina Fernández, aunque desde la producción se quejaron por no estar presentes en esa instancia de diálogo.
Desde su participación en la campaña bonaerense 2017, cuando visitó un tambo que luego se sabría pertenecía a un intendente de su propio espacio político, que la hoy Vicepresidenta de la Nación no incluía en su agenda una actividad vinculada con el agro, con el que mantiene una manifiesta enemistad desde el conflicto por las retenciones móviles de 2008.
Los representantes del agro le dejaron su propuesta de generar un marco de consenso que termine en “una gran Ley nacional de fomento a la actividad agroindustrial, que contemple estabilidad desde el punto de vista impositivo y fiscal y nos permita proyectarnos en los próximos 10 años”. Cristina Fernández, según pudo saber Infobae, los felicitó por tomar la iniciativa y prometió su apoyo. En ningún momento de la reunión, que duró unos cuarenta minutos, se habló de los desencuentros del pasado.
El Consejo se lanzó formalmente el pasado 17 de julio. Entre las tantas entidades que lo integran, se encuentran Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y las bolsas de cereales de Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba, Entre Ríos, Chaco, Rosario y Santa Fe, entre otras. No forma parte la Sociedad Rural Argentina.
Desde la entidad que preside Daniel Pelegrina, en una comunicación interna a sus socios, explicaron los motivos de la ausencia en dicho espacio. “No formamos parte del mismo, porque no hemos participado en la elaboración del plan que se promueve y no tenemos certezas acerca de que dicho plan contemple los lineamientos de las ´Propuestas para el Campo´, que hemos elaborado y hecho públicas hace más de un año desde la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias. Además, tenemos dudas de que, bajo el genérico ´agregado de valor´, se escondan propuestas de medidas que puedan resultar perjudiciales para la producción primaria, y tengan el efecto contrario al de promover las exportaciones, que es materia fundamental de nuestra propuesta”.
A su vez, aclararon: “Estamos trabajando activamente en la conformación de espacio agroindustrial, con el fin de elaborar propuestas concretas, como por ejemplo, un plan de comunicación integral del campo con el resto de la sociedad. Así fue que desde el 9 de octubre del año pasado, en Rosario, y luego el 12 de noviembre en Buenos Aires, se comenzó la construcción de un ámbito de intercambio y cooperación, integrando eslabones de toda la cadena y buscando la generación de confianza como pilar fundamental para que este espacio prospere. Ese trabajo continúa con el formato de una Mesa impulsora, actualmente coordinada por organizaciones técnicas de renombrado prestigio e idoneidad para ese trabajo”.
Y por último manifestaron: “Desde la Sociedad Rural Argentina, seguiremos trabajando y potenciando las propuestas y el accionar de la Comisión de Enlace, y continuaremos apostando a la construcción de un espacio de confianza, con objetivos transparentes y con una gobernanza consensuada desde la Mesa impulsora”.
A todas las propuestas y buenas intenciones mencionadas, los productores de todo el país reclaman mayores precisiones del gobierno sobre cuál será la relación que tendrá con el sector. En el mundo agropecuario está muy fresco todavía el recuerdo de la política que desplegó el kirchnerismo hacia el campo. Es por eso que piden “hechos concretos y que las promesas y buenas intenciones se transformen en realidad”.
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