La pandemia de coronavirus continúa golpeando a nivel local a los sectores del algodón, el ovino y el porcinos por bajas en la demanda, caída de los precios internacionales, suba de costos y mermas en las exportaciones, mientras que comenzaron a prenderse las señales de alarma en la actividad lechera, de cara a un aumento en la producción para la primavera que contrasta con una baja en el consumo doméstico. En contraposición, el maní y las hortalizas afianzaron su buen momento con aumento en los despachos y con valores al alza.
Así lo reflejó el “Semáforo de las Economías Regionales” de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) del mes de junio, a partir del relevamiento de 18 actividades alrededor del país. En dicho informe también se destacó la buena performance del sector granario, bovino, avícola y de las frutas, entre otros.
Entre las actividades más golpeadas por la pandemia se destacan la algodonera y la ovina. Estos sectores van de la mano, ya que ambos son proveedores de la industria textil (en el caso del sector ovino por la lana), una de las ramas industriales más afectadas a nivel mundial por la crisis económica desatada por el coronavirus. Bajo este panorama, se puede observar que las exportaciones de algodón acumuladas desde mayo de 2019 a junio 2020 respecto al período mayo 2018-junio 2019 cayeron 45%, en un contexto de suba de la producción del 29%. Asimismo, el costo de producción creció 34% en la comparación interanual, mientras que el precio del producto solo lo hizo en un 11%.
El sector ovino reflejó números parecidos: las exportaciones en los últimos 12 meses se derrumbaron 39%, mientras que el costo de producción trepó 56% en junio respecto al mismo mes del año pasado, mientras los precios del producto lo hicieron en un 33%. A esto se sumaron las nevadas extremas en la Patagonia (en especial en el sur de Río Negro), que no solo dificulta los trabajos en los campos, sino que se prevé que haya mortandad de animales.
En el sector porcino, la problemática no es el mercado externo, donde se puede visualizar un aumento en las exportaciones en torno al 9%, sino que proviene de una caída en la demanda de la industria, en especial, para la producción de fiambres, que impactó también en los precios del cerdo. Según el informe de Coninagro, el consumo cayó 7% en mayo respecto al mismo mes del año pasado, a la vez que el precio tuvo un avance interanual del 26% frente a un alza en los costos calculado en un 40%. Inclusive, se puede ver una caída en los precios del 5% en junio con respecto al mes anterior.
Preocupación en la lechería
En el sector lechero ya se encendieron las alarmas de cara a la primavera, estación donde generalmente se produce un aumento en la producción por una cuestión estacional, en un contexto de caída del consumo interno (según Coninagro en mayo la merma fue del 1% interanual) y de incertidumbre en cuanto a las posibilidades de poder colocar en el exterior el excedente de la producción.
“El sector productivo en lechería está preocupado, venimos bregando por una especie de reintegros o quita de retención a la exportación de lácteos para ponernos en carrera de vuelta. De cara a lo que se avizora en primavera, por una cuestión estacional, normalmente aumenta la producción y con el consumo interno alicaído, la salida ideal sería colocar ese excedente en el exterior, pero con el tipo de cambio que tenemos más las retenciones del 9% en el caso de leche en polvo es un escenario complicado para exportar”, explicó el Secretario de Coninagro y referente de la Mesa Lechera, Daniel Kindebaluc.
“En resumen, colocar el incremento estacional de la producción que se prevé en agosto y septiembre en el mercado externo, ayudaría a aliviar la situación de los productores que están con precios estancados y con costos subiendo. Estamos trabajando en eso y hemos pedido una reunión con Arturo Videla, el nuevo director Nacional de Lechería”, indicó Kindebaluc. En base a esto, Coninagro informó que en la comparación interanual respecto a junio de 2019, los costos de producción se incrementaron 38%, mientras que el precio lo hizo en un 20%.
El maní se afianza
La producción de maní continúa sorteando de buena manera a la pandemia, con casi todos sus índices en positivo, a excepción de la producción, que en esta campaña cayó 8% respecto al ciclo anterior. Así, las exportaciones crecieron 36%, mientras que el precio lo hizo en un 76% respecto a junio del año pasado, 18 puntos por encima del incremento registrado en los costos.
“La calidad es el argumento más grande que tiene el maní argentino. Este año superamos los parámetros normales de calidad, y es fundamental mantener esos niveles y los de manufacturación. El proceso que se le hace al maní blancheado, al saborizado o al maní con chocolate y las distintas variables de manufacturación son muy requeridas en el mundo, y allí tenemos una ventana que nos permite alimentar esperanzas de que seguirá funcionando este mercado”, sostuvo el Consejero de Coninagro y productor de maní en Córdoba, Marco Giraudo.
Por último, Giraudo analizó que los buenos indicadores se deben a que “el clúster manicero ha decidido no aumentar el área de siembra, que se mantiene entre 250 y 320 mil hectáreas, y eso hace que nos movamos entre 1 millón y 1,4 millones de toneladas de maní en caja, y al no tener exceso de producción no hay baja de precios”.
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