En lo que va de la cuarentena obligatoria para prevenir la pandemia, la industria frigorífica se encuentra exenta de la misma, pero atraviesa una serie de problemas, entre ellos casos positivos de coronavirus de algunos trabajadores y el impacto del menor consumo interno que está afectando a la cadena de pagos del sector.
Así lo advirtió el presidente de la Federación de la Industria Frigorífica de la República Argentina (Fifra), Daniel Urcía, la entidad que agrupa a los frigoríficos de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. “Nos preocupa muchísimo la situación económica, pese a ser un sector que no ha parado por haber sido considerado esencial. Se sienten los efectos de la crisis y si bien se pudieron pagar los aguinaldos en casi todas las fábricas en tiempo y forma, a diferencia de otros sectores afectados, a futuro se estima que comenzarán a verse problemas de atraso en los pagos, derivados de la caída de actividad o por ruptura de la cadena de pagos”, dijo.
El volumen de faena disimula la escasa rentabilidad de las plantas. La oferta de animales fue buena en junio aunque el promedio de faena diario de junio fue levemente inferior al de mayo. Además hay que señalar que es gran parte de esa faena tiene como destino la exportación especialmente a China que es gran destino de la carne argentina (Urcía)
Urcía comentó que con la pandemia se profundizaron los problemas económicos de la Argentina, lo que derivó en una situación muy crítica en los lugares de consumo, especialmente en todo lo que está relacionado a la demanda de carnes. Y agregó: “Al inicio de la cuarentena dijimos que la preocupación de la población por el faltante de productos aumentó la demanda y llevó a la suba de precios que luego bajaron en parte por la notable oferta y en parte al menor poder de compra de los ciudadanos lo que se refleja en la caída de valores en la góndola, según las mediciones del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina”.
Desde Fifra comentaron que de acuerdo a dichos datos, la baja promedio en el consumo entre mayo y junio fue de 0,6%, y es mayor si se tiene en cuenta la inflación. “Si al inicio del período de aislamiento el mayor tiempo en los hogares permitió que hubiera mayor consumo de carne bovina, luego de 120 días se siente el efecto del freno en muchos sectores de la economía y eso se traslada a las carnicerías con menores ventas”.
Para el representante de la industria frigorífica, “el volumen de faena disimula la escasa rentabilidad de las plantas. La oferta de animales fue buena en junio aunque el promedio de faena diario de junio fue levemente inferior al de mayo. Además hay que señalar que es gran parte de esa faena tiene como destino la exportación especialmente a China que es gran destino de la carne argentina”.
Cueros y China
Otro de los planteos realizados por Urcía, fue lo relacionado a los problemas en el comercio de cueros, donde el gobierno autorizó la exportación de los mismos a mediados de junio y por el término de 60 días. “Todo el sector de ganados y carnes ha entendido que esta decisión satisface únicamente los intereses del sector protegido (curtiembres) durante los últimos 40 años. Si el espíritu es dar respuesta al resto de la cadena, el quite de retenciones debe extenderse al menos por un año para que pueda ser aprovechado por los frigoríficos también, aunque en realidad debieran ser eliminadas en forma definitiva ya que no hay razones que justifiquen la protección”, sostuvo el presidente de Fifra.
Por último, el dirigente se mostró preocupado por la posición que adoptó China frente a la situación de las plantas frigoríficas con trabajadores afectados por el coronavirus. “Está acreditado científicamente que la supervivencia del virus en superficies no supera en el máximo de los casos de 4 días (las mercaderías están más de 40 días en tránsito) y que tampoco se trasmite por el consumo de los alimentos, según definiciones de Organización Mundial de la Salud y la FAO. Por lo tanto, hay una amplia opinión en considerar como medidas para-arancelarias o extrañas al comercio las decisiones adoptadas en dicho sentido por el país importador”.
Seguí leyendo: