En pleno conflicto sindical y la presión que sabe ejercer la industria sobre la producción, el precio pagado en junio pasado por la leche en las tranqueras se estancó en $18,25, hecho que actúa en detrimento del tambero, y también fabril, para estimular la producción de lácteos, como quesos y leche en polvo que deben fogonear la exportación. Hecho que presiona aún más a un sector que enfrenta un conflicto gremio-industria por el tema paritario.
Este valor fue informado oficialmente tras el relevamiento realizado por el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea), que distribuye la Dirección Nacional Láctea. Con el valor de $18,25 pagado por litro por la industria a sus tambos proveedores de leche, solo se registró un alza del 0,05% respecto al precio pagado en mayo anterior.
Con el monto abonado en el sexto mes del año, la leche para los tambos solo recibe un alza interanual del 20,5% respecto al precio que recibieron en junio de 2019. Dicho porcentaje se queda así a mitad de camino respecto al valor de un 40% que reportó la inflación durante igual lapso.
Según los datos aportados por el Siglea, los precios obtenidos en junio de 2020 dan cuenta de un marcado estancamiento por tercer mes consecutivo: en mayo se abonó un precio promedio de $ 18,24, allí solo hay un centavo de diferencia en un mes; mientras que en abril y marzo pasado, el valor pagado a los tambos fue de $18,22 y $18,08 respectivamente.
También se constata un marcado nivel de deterioro en los valores en dólares que recibe el productor lechero por su materia prima, la cual es empleada en la exportación, desde quesos o manteca, y principalmente leche en polvo. En junio de 2020, el tambero recibió un precio de 0,262 dólar por litro entregado a las usinas lácteas con destino a la exportación. Dicha cifra reporta para el productor un retroceso efectivo del 2,6% contra el monto pagado en mayo pasado, y también una merma del 24,1% contra el precio pagado en junio de 2019.
El impacto de los costos
Queda claro, tal como lo advierten los analistas del sector lechero, que la rentabilidad del productor lácteo perdió lugar en la relación que el precio en pesos de la leche reportó contra la inflación y en dólares contra el tipo de cambio, especialmente en el caso del dólar paralelo.
Desde el sector tambero, reconocen que los costos de producción dolarizados requieren un valor de al menos 0,30 dólar para la producción de un litro de leche que tendría por destino la exportación de un producto con valor agregado.
La única buena noticia para el sector proviene del exterior. Ya que la leche en polvo entera logró elevar su precio a 3.240 dólares por tonelada en la última subasta de Fonterra, realizada en Nueva Zelanda. Este valor sirve de registro para el mercado mundial de lácteos y logró recuperar terreno tras la marcada tónica bajista que reportaron los lácteos en los últimos meses. Se ubica así por arriba de los 3.222 dólares que se obtuvo en el remate neocelandés Global Diary Trade a comienzos de enero de 2020.
Hoy la situación del mercado local de los lácteos se muestra inestable por el conflicto paritario que busca reabrir el sindicato Atilra, que comanda Héctor Ponce, y donde los industriales ya advirtieron que sería imposible avalar aumentos de sueldos ante la situación de crisis y cuarentena en la Argentina. Atilra dispuso el domingo por la tarde un paro, tras varios días sin colaboración gremial durante los días feriados, hecho que trabó el normal abastecimiento de lácteos esta semana. La medida de fuerza adoptada el lunes recibió la conciliación obligatoria por 15 días por parte del Ministerio de Trabajo.
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