El presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), Carlos Iannizzotto, participó de la 14° Conferencia Online de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), bajo el lema “Implicancias de las inversiones públicas y privadas en el sector Agroalimentario en América Latina”.
En la misma, la entidad planteó su preocupación por los indicadores que arroja la pandemia por Coronavirus, particularmente en la Argentina, en términos de contagios y víctimas y del impacto en la economía del sector agroindustrial.
El objetivo del encuentro fue “promover el impulso y reactivación de la agricultura, los sistemas alimentarios y otras actividades económicas rurales que contribuyen a un crecimiento económico inclusivo y sostenible, entendiendo los escenarios complejos actuales de restricciones en la capacidad de respuesta fiscal y financiamiento público de los gobiernos”.
Según sostuvo el dirigente agropecuario, “el eje propuesto por la entidad durante el encuentro virtual, fue la solidaridad: El asociativismo es una manera de revertir la situación de pobreza en la Argentina. En el intercambio de ideas hubo una coincidencia en que la crisis puede significar una oportunidad sin precedentes para repensar la manera en que funcionan nuestros sistemas alimentarios, y adoptar medidas de recuperación que permitan transitar, en el largo plazo, a economías agrícolas más inclusivas, sostenibles y resilientes”.
Las proyecciones para el presente año, que se representaron en la reunión, prevén que Argentina experimentará una caída del PBI mayor a la que en promedio padecerá América Latina y sería del 12 %. Por caso, solo en abril, que fue el primer mes entero de confinamiento y cierre de actividades, cayó 26,3% la actividad económica general, mientras que Agricultura registró una baja de 10,3 %.
El informe presentado por Coninagro ante el organismo, sostuvo que el PBI per cápita viene cayendo desde hace dos años. “Esto quiere decir que estamos en una continuidad de recesión y la inflación es una de las más grandes del mundo, casi la segunda más alta, con lo cual problemas asociados a la generación de precios es algo que venimos siguiendo desde hace tiempo”, dijo Iannizzotto.
“Esta coyuntura nos ha puesto de manifiesto que la producción agropecuaria la hacen las personas, y cuidar a esas personas y capacitar a esas personas es el desafío y puede verse como una oportunidad. Tengamos en cuenta que el productor agropecuario argentino tiene en promedio más de 60 años y el hecho de que se haya podido adaptar a las tecnologías, ha sido un gran aprendizaje”, señaló el titular de Coninagro.
Ejes de trabajo
Además, el dirigente propuso trabajar sobre cinco pilares para la recuperación de la economía. “Hay que tener en cuenta a la territorialidad, un gran potencial del campo que significa arraigo esencialmente fomentando la movilidad social, con más viviendas para el campo (ProCrear Rural) para que la familia vuelva a la ruralidad. El segundo eje es la conectividad, con mas tecnología podemos formar nuestro recurso humano para un salto de calidad en la educación. El tercer eje es trabajar la pobreza y la alimentación de nuestra gente, generando más empleo de calidad, aquí el campo tiene una gran oportunidad de apoyar el crecimiento”, dijo.
Y agregó: “El cuarto pilar es la sustentabilidad ambiental, donde tenemos que cuidar el impacto de nuestros cultivos para tener futuro, es importante invertir en buenas prácticas ambientales, cuidando nuestro suelo y financiando la educación del cuidado de nuestro suelo. Y por último, el quinto pilar es el financiamiento que puede, en las economías regionales, ser un factor fundamental para trabajar sobre el desempleo y la pobreza agudizadas por la pandemia. Con suelo fértil y esfuerzo se puede tener un bienestar digno para mejorar nuestro potencial”.
En relación al financiamiento, el presidente de Coninagro aseguró que el mismo “está afectado por la incertidumbre sobre la negociación de la deuda internacional. En cuanto a ayudas fiscales, Argentina aumentó su gasto en 3 puntos del PBI. El sector de alimentos, agricultura y comercio exterior han sido declaradas actividades esenciales, y por el momento no han tenido restricciones para funcionar, pero tampoco han recibido beneficios, salvo la actividad vitivinícola”.
Y por último, en su disertación Carlos Iannizzotto, comentó: “El sector agropecuario tiene una preponderancia en las exportaciones y es importante por la generación de divisas en relación a los niveles de endeudamiento en dólares que tiene el país. En ese sentido, más de la mitad de las exportaciones provienen de productos primarios e industrializados del campo”.
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