Productores avícolas advirtieron sobre el “fuerte impacto” que tendrá sobre el sector la decisión del Gobierno de congelar el precio por 60 días más de determinados productos para la venta, entre los que se encuentra el huevo, y alertaron que los productores “encuentran casi imposible” continuar con la entrega de mercadería a precios de febrero.
Así lo hizo saber la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA) en un comunicado difundido ayer en conmemoración del “Día Nacional de la Avicultura”, en la cual saludó a los integrantes de la cadena y advirtió sobre las consecuencias que trae al sector la prórroga del programa de “Precios Máximos” por 60 días hasta el 30 de agosto oficializada esta semana por la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Paula Español.
De esta manera, la entidad que conduce Javier Prida puso a conocimiento del público que “la reciente decisión del gobierno nacional de prorrogar por 60 días la prohibición de actualizar precios de venta impacta fuertemente en el sector. Los productores encuentran casi imposible seguir entregando mercadería a los mismos precios de febrero de este año”.
A razón de esta medida, que retrotrae los precios de 304 productos básicos a precios del 6 de marzo, la cámara empresaria remarcó la necesidad de que se se implementen por parte del Gobierno “medidas concretas por parte del regulador en materia impositiva, de precios, de fomento de las exportaciones, de financiamiento productivo y de simplificación de los procesos administrativos para poder afrontar lo que viene”. En este sentido, la entidad “hace un llamado para que el Estado tome la decisión de promover las transformaciones necesarias para acompañar el desarrollo de nuestra industria, y nos permita contribuir con soluciones alimentarias en este contexto signado por la pandemia de Covid-19”.
“Este año, los productores, casi en su totalidad en explotaciones familiares, han demostrado su compromiso con la sociedad” y “con esfuerzo, han garantizado el abastecimiento ante un incremento de la demanda del 40%, incluso siendo perjudicados en la cadena comercial por el fijador de precios que ha comprado barato y ha remarcado el producto al público con altos márgenes. Se sostuvo la provisión incluso afrontando incrementos de costos desde marzo a la fecha de entre un 15 y un 20%”.
Sin embargo, a pesar de la medida dictada por el Poder Ejecutivo Nacional, los empresarios del sector entienden que cuenta con “una oportunidad para que el país diversifique su matriz productiva, más allá de la soja, el maíz, el trigo y la carne roja, y que incluya a los productos avícolas como un elemento fundamental de su complejo agroindustrial”.
La actividad
Según informó CAPIA, la producción avícola se desarrolla en 18 de las 24 provincias del país y emplea a 30.000 trabajadores de manera directa e indirecta. Asimismo, consume 1,6 millones de toneladas de maíz y soja para la alimentación de los animales y mantienen “una estrecha relación con la construcción, la logística, la industria papelera, la industria del plástico, la industria metalúrgica, y la farmacéutica”.
“Después de muchos años de trabajo sostenido, hoy somos protagonistas indiscutidos en la mesa de los argentinos: somos casi el 52% de la proteína animal sin transformación que consume nuestro país. Alrededor de 130 kilos de proteínas de animal per cápita se consumen en la Argentina, de los cuales entre huevo y pollo, promediamos como sector los 68 kilos”, graficó el presidente de CAPIA.
La medida
Esta semana el Gobierno nacional oficializó a través de la Resolución 200/2020 de la Secretaría de Comercio Interior publicada en el Boletín Oficial la prórroga por 60 días hasta el 30 de agosto próximo la vigencia de los precios máximos dispuestos para 304 productos básicos, que incluyen alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza, a precios del 6 de marzo último.
La medida resulta una extensión de la resolución 100/2020 dictada por la dependencia oficial el 19 de marzo que, ante la pandemia de coronavirus y la implementación de la cuarentena en todo el territorio nacional, estableció precios máximos de los productos básicos a valores del 6 de marzo y que comprende a todos los almacenes, mercados, autoservicios, supermercados e hipermercados, a excepción de las micro, pequeñas y medianas empresas, y a los establecimientos comerciales mayoristas de venta de productos de consumo masivo que cuenten con salón de ventas, destacó la norma.
Asimismo, la misma intimó a las empresas que forman parte integrante de la cadena de producción, distribución y comercialización “a incrementar su producción hasta el máximo de su capacidad instalada, y a arbitrar las medidas conducentes para asegurar su transporte y provisión” durante el tiempo en que la norma se encuentre vigente.
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