Criadores de cerdos del norte de la provincia de Buenos Aires instaron a sus pares de todo el país a no vender el capón por debajo de los $70, un valor que marca el costo de producción de la actividad porcina. Esto se debe a que desde la distribución de la carne porcina, y también frigoríficos y carnicerías, ofrecen valores un 15% por debajo del que reclama el sector primario. “Así perdemos plata”, explican desde la producción.
Las ventas de carne de cerdo registraron luego del 20 de marzo pasado, con motivo de la cuarentena, una abrupta caída, hecho que provocó que unas 200 mil cabezas quedaran en los establecimientos por un mayor período al que demanda el ciclo productivo y comercial. Con la promoción realizada desde las cámaras empresarias, se logró ganar un mayor lugar en las góndolas y carnicerías, a fuerza de reducir los valores cárnicos.
Sin embargo, desde el sector productivo denuncian que en la cadena comercial hay quienes quieren aprovechar la situación y pagar no más de $ 55 por capón, una cifra que dista de los $67 a $69 que demanda su producción.
“Hoy el costo de producir un capón está entre $ 67 y $ 69, más IVA, y por eso instamos a no venderlo por debajo de los $ 70. No ganaríamos nada pero en esta situación de pandemia, por lo menos, no perderíamos plata, ya que el promedio del precio de referencia que están pagando al productor, que figura en los informes del Ministerio de Agricultura, ronda los $ 54,78 más IVA. El máximo abonado no supera $ 64,86 más IVA”, explicó Santiago Lerotich, productor porcino de la zona de Pergamino.
Con un criadero intensivo de 300 madres, Lerotich agregó que “hay animales que se pagan a $ 58, otros a $ 62, hay de todo, pero todo está por debajo del costo de producción. Hay intermediarios que trabajan bien, pero otros que aprovechan la situación de la cuarentena. Allí muchos pagan el kilo del capón en pie a $ 54 y a la carnicería se lo entregan en $ 120 al gancho”.
Bajo estos conceptos, en los últimos días comenzaron a circular por las redes sociales, especialmente por los grupos de whatsApp de productores porcinos, el pedido de evitar ventas por debajo de los costos de producción, para que esto no provoque mayores pérdidas. “Si no pagan $ 70 más IVA, no vendas: queremos que nuestro trabajo se respecte, y no se desarmen criaderos, y se pierdan puestos de trabajo”, señalaba las consignas realizadas entre los productores.
Estadísticas
Según los números relevados por la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), en el arranque de abril el precio promedio pagado por el capón rondaba los $68,31, con un máximo de $78,07 por kilo en pie. Así lo reflejan los datos difundidos por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, qué consignó una faena de 68.600 cabezas.
Según datos oficiales, el promedio de los cortes en febrero pasado ascendían a $233 para el pechito de cerdo, $226,50 para la costilla de cerdo, y $280,50 para la bondiola.
Con más de 80 mil cabezas faenadas en el quinto mes del 2020, en plena cuarentena, dicho escenario cambió abruptamente desde el 10 de junio pasado, ya que según datos oficiales, el promedio pagado por el kilo de capón en los establecimientos ascendía a $54,78, mientras que el monto máximo abonado ascendía $64,86.
En tanto que en mayo los precios de los cortes porcinos en las góndolas no exhibían grandes modificaciones respecto a los registrados dos meses atrás: el pechito estaba $237, la costilla $225 y la bondiola $286 en promedio.
Atento a estas cuestiones, según manifestaron desde el sector primario, desde la parte comercial se presionó a los productores a reducir sensiblemente el valor de sus materias primas. Todo esto derivó a que debieran enfrentar un valor de venta inferior en un 15% al costo de producción, es decir que al menos en el último mes, en los establecimientos porcinos trabajaron a pérdida.
Por ello, hoy los productores están dispuestos a resistir la venta a valores que tengan como tope los $70 reclamados. “El intermediario nunca pierde”, aseguran desde la producción porcina. La cuarentena dispuesta desde el 20 de marzo pasado llevó a que el stock porcino creciera rápidamente en casi 200 mil cabezas, las cuales se fueron vendiendo en las últimas semanas a precios de promoción, motivo por el cual hoy la demanda y la oferta están equilibradas.
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