Durante el año el sector agropecuario es el rubro de la economía que más eventos y exposiciones realiza, de la mano de un fuerte aporte de entidades, asociaciones, cámaras y productores que buscan mediante los mismos mostrar su potencial, aumentar el nivel de negocios y transformarse en un puente con la sociedad urbana.
Sin embargo, el presente año atravesado por el coronavirus provocó un cambio de planes al momento de organizar los eventos, donde muchos de ellos fueron suspendidos, otros se postergaron y el resto eligieron la tecnología y el modo virtual para llevarlos adelante. Uno de esos casos, es el de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR) que celebrará el próximo 30 de junio su habitual Congreso de manera virtual.
“Estamos en una coyuntura inédita. La pandemia amenaza a los países y los obliga a tomar medidas para cuidar la salud de sus habitantes, lo que trae consecuencias negativas sobre la producción, el consumo, la inversión y el comercio internacional. La economía global sufre un parate sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, y las estimaciones hablan de una profunda recesión para el 2020”, destacaron Agustín Tejeda Rodríguez, Presidente del Congreso y Alberto Morelli, Presidente de Maizar.
Según adelantaron desde Maizar, el programa de charlas que fue diseñado permitirá interpelar a oradores y participantes sobre los siguientes ejes: ¿Estamos preparados para los desafíos que enfrentan la Argentina y el mundo a partir de la pandemia? ¿Es posible no solo no descuidar sino potenciar los vínculos entre recursos naturales, innovación y nuevas tecnologías?
Además, durante el evento se desarrollará un programa estructurado en 3 ejes temáticos: Economía y Mercados Agroalimentarios; Sostenibilidad, Innovación y Nuevas Tecnologías, y Nuevos Usos del Maíz y del Sorgo.
Detalles del evento
Para conocer más detalles del evento, Infobae dialogó con Agustín Tejeda Rodríguez, presidente del Congreso Maizar 2020:
- ¿Cuáles son los desafíos de este Congreso virtual?
- Nos encontramos ante una coyuntura inédita que nos desafía a organizar un Congreso distinto. Ante la imposibilidad de reunirnos como desde hace 15 años, para debatir sobre el presente y futuro de la cadena maicera, este año Maizar celebrará su Congreso de manera virtual, aprovechando las nuevas tecnologías. En este sentido, no solo vamos a mantener la estructura de cuatro salas en simultáneo con los más destacados disertantes de la Argentina y el exterior, sino que además celebraremos el evento en una plataforma diseñada especialmente, que permitirá a todos los participantes y sponsors interactuar en foros y salas de reuniones virtuales fortaleciendo el networking, que es el corazón del Congreso.
- ¿Por qué se denomina al evento “Maizar 4.0”?
- La innovación y las nuevas tecnologías son nuestros principales aliados en la respuesta a los mencionados desafíos. Tanto los que surgen de la crisis histórica que sufre el mundo como consecuencia de la pandemia, como aquellos que se originan en la necesidad de atender demandas crecientes de una población que va en camino de superar los 10.000 millones de personas, revirtiendo al mismo tiempo los impactos negativos sobre el medio ambiente y los recursos naturales que están generando los patrones actuales de organización económica.
Los avances científicos-tecnológicos están dando origen a nuevas trayectorias productivas para la generación de productos y servicios, basadas en formas más sostenibles de aprovechamiento de los recursos naturales, que eran imposibles de anticipar hasta hace muy poco tiempo. Las Tecnologías 4.0 como Big Data, internet de las cosas, inteligencia artificial y robótica, que conectan el mundo físico con el virtual, son el último ejemplo de esta revolución.
- ¿Cuáles son los principales lineamentos a tratar en el Congreso?
- En el primero de los ejes analizaremos los efectos negativos de las medidas que los países están adoptando para hacer frente a la pandemia sobre los niveles de producción, consumo, inversión y comercio internacional. En particular, nos concentraremos en los impactos sobre los mercados agroindustriales, y en el papel que puede jugar el sector en la salida de la crisis que estamos atravesando. También analizaremos el día después del coronavirus, los cambios que podríamos tener en la manera en que producimos y consumimos y las oportunidades que ello plantea.
En el segundo eje vamos a analizar las nuevas demandas ambientales, sociales y económicas, y el imperativo de transitar el camino hacia una sociedad más sostenible y equitativa. Por su vínculo con el ambiente y los recursos naturales, sus efectos multiplicadores en la producción y el empleo, su extensión territorial y su impacto social, entendemos que el sector agroindustrial tiene un papel trascendental en este camino. ¿Cuáles son las principales políticas y prácticas que le permitirían al sector alcanzar su potencial? ¿Cuál es el rol de la innovación? ¿Cuáles son y que aporte pueden realizar las nuevas tecnologías? Son algunas de las preguntas que intentaremos contestar.
En el tercer eje, habrá un análisis sobre todo lo relacionado a los nuevos usos para el maíz y el sorgo, y el potencial del país de convertirse en un líder mundial en la provisión de alimentos, energía y otros productos y servicios biobasados.
- ¿Quiénes serán los principales disertantes y qué temáticas estarán desarrollando?
- Como en todas las ediciones, este año tendremos la participación de más de setenta reconocidos disertantes de Argentina y el exterior, tanto de los sectores público como privado, con quienes debatiremos sobre el presente y futuro de la agroindustria.
Por nombrar algunos, estará participando el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra; el economista Jefe de la FAO, Máximo Torero; el gerente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Claudio Zuchovicki, el presidente de Datagro y principal impulsor de los biocombustibles en Brasil, Plinio Nastari; la presidenta del INTA, Susana Mirassou; la directora del Programa de NASA Harvest, Inbal Becker-Reshef; el ministro de Industria de Córdoba, Eduardo Accastello; el ministro de la producción de Tucumán, Juan Luis Fernández; y referentes importantes del sector como Federico Trucco, Gabriel Delgado, Ernesto Viglizzo, Gustavo Idígoras, Marcelo Carmona, Luis Zubizarreta, Roberto Domenech, Celina Mesquida, Gabriel Tinghitella, Roberto Domenech, Víctor Tonelli, Alfredo Paseyro, entre muchos otros.
- ¿Qué papel ocupa la cadena de maíz en el sector agroindustrial?
- La cadena del maíz ha registrado un crecimiento significativo en los últimos años, ganando protagonismo en el sector agroindustrial. El área sembrada se expandió un 60 % en solo 4 campañas. Por primera vez en los últimos 15 años, la producción de maíz supera a la de soja, alcanzando las 50 millones de toneladas. Actualmente, el cultivo se extiende a lo largo y ancho del país, involucrando a miles de productores, con fuertes encadenamientos con otras cadenas productivas, y una importante contribución al PBI, las exportaciones y la sustentabilidad de nuestros sistemas productivos.
Gracias a este significativo incremento de la producción, Argentina exportó la cifra récord de 37,2 millones de toneladas por más de 6.600 millones de dólares en la campaña 2018/19, y se han generado polos regionales de transformación del maíz, como la industria del etanol en la provincia de Córdoba. De esta manera, gracias a una importante inversión en investigación y desarrollo, y a los avances tecnológicos, la cadena del maíz es junto a la del sorgo la que tiene mayores posibilidades para incrementar la producción de alimentos saludables y de calidad, energía y nuevos bienes y servicios biobasados.
El maíz es una de las materias primas más importantes del mundo actual ya que es el sustento de la producción animal en el mundo y un insumo clave para la industria de los alimentos. Con la aparición de los biocombustibles se transformó en el principal insumo utilizado para la producción de etanol y biogás, y es también esencial para el desarrollo de los nuevos materiales biodegradables como los bioplásticos.
- ¿Cómo se trabaja desde la cadena para aportar valor a la economía?
- La necesidad de superar los desequilibrios existentes entre los distintos sectores motivó el nacimiento de las asociaciones “de cadena”, cuya característica más relevante es el trabajo intrasectorial, con la conciencia de que cada eslabón de la cadena es importante, y que el trabajo en conjunto genera crecimiento real para todos. El primer obstáculo que debe sortearse en estas instituciones de cadena es la participación o la pertenencia, la comprensión de que el éxito individual depende del desarrollo de los demás y no solamente de estrategias propias.
Maizar se presenta en sociedad en diciembre de 2003 y se funda en marzo de 2004, habiéndose reunido un excelente grupo de instituciones y de personas que ofrecieron su colaboración para que este ambicioso emprendimiento pueda nacer. A diferencia de otras asociaciones, que suelen estar integradas por los representantes de una misma actividad, Maizar nació con una convocatoria amplia y abierta, y se fijó como objetivo generar riqueza en toda la cadena para lograr un crecimiento sostenido del cultivo y de todas sus industrias conexas, además de consolidar y aumentar nuestros mercados de exportación. Esta amplitud de mirada configura una cualidad sumamente innovadora y representa un enorme reto, ya que trata de integrar las visiones, intereses y realidades de industrias muy diferentes entre sí.
Pero es justamente este desafío el que permitirá adquirir mayor conocimiento, mayor valor agregado, más y mejores negocios y mayor generación de empleo. Logros que, en definitiva, contribuirán a desarrollar una cadena más sólida y exitosa, y a generar mayor bienestar para nuestra sociedad.
- ¿Cuáles son las perspectivas para la próxima campaña de maíz?
- Todavía falta camino por recorrer para el inicio de la ventana de siembra, pero el escenario luce complejo. La nueva campaña presenta una alta incertidumbre tanto local como a nivel internacional, y que tienen impacto sobre la decisión del productor. La crisis económica mundial como consecuencia del coronavirus ha impactado particularmente sobre la demanda de maíz, tanto para alimentación humana y animal, como especialmente para la producción de biocombustibles. Durante el Congreso estaremos analizando estos factores, evaluando los desafíos y las oportunidades que presenta la campaña 2020/21 para que la cadena del maíz se mantenga en la tendencia de crecimiento de los últimos años.
- ¿Qué rol tiene el campo como proveedor de alimentos ante el mundo?
- Argentina tiene un rol clave en la respuesta al desafío de la seguridad alimentaria mundial. Hoy nuestro país es el segundo exportador neto de alimentos, detrás de Brasil, y las proyecciones indican que conforma junto a sus socios en el Mercosur la región con el mayor potencial para abastecer la elevada demanda en los próximos años. Será clave para consolidar este potencial, conseguir ventajas de acceso de nuestros productos a los principales consumidores del mundo, a través de una agenda dinámica de negociaciones internacionales.
Es importante notar, que el desafío de alcanzar la seguridad alimentaria es más complejo actualmente, porque debe ser alcanzado utilizando eficientemente los recursos naturales escasos y contemplando los impactos de los sistemas productivos sobre el medio ambiente. Y aquí Argentina tiene también el potencial para desempeñar un rol crucial, y esto será parte de lo que analizaremos en el Congreso.
- ¿Qué importancia tiene la tecnología y la innovación ante los nuevos procesos productivos?
- Tienen una importancia crucial. Son las interacciones entre innovación, conocimiento y biomasa las que nos permitirán resolver en cada etapa del proceso productivo la ecuación de producir más con menos. Justamente el próximo 30 de junio analizaremos junto a reconocidos especialistas la Agenda de la Innovación para un Futuro Biobasado.
Argentina tiene un buen punto de partida. Con capacidades científico-tecnológicas bien desarrolladas, especialmente en el ámbito de la biotecnología, y un sector productivo dinámico e innovador, se han adoptado importantes innovaciones que le han permitido incrementar su productividad y reducir costos de producción, con sistemas más amigables con el medio ambiente. Aguas abajo, las nuevas tecnologías abren nuevos senderos para la producción de nuevos bienes y servicios, y también para la puesta en valor de lo que antes considerábamos residuos.
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