Durante una charla virtual organizada por la Sociedad Rural Argentina (SRA), denominada “Nuevos desafíos a partir del Covid-19”, el ministro de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba, Sergio Busso, dijo: “Al campo hay que reconocerlo, protegerlo, estimularlo y acompañarlo, porque es un sector que casi todas sus ganancias las vuelca en el lugar donde reside".
Y agregó: “Cuando al hombre y a la mujer de campo le va bien, también le va bien a la región y eso se extiende al resto de la sociedad. El sector productivo y en especial el sector agropecuario, saldrá adelante en esta pandemia. Por eso necesitamos reglas de juego claras y ordenadas para toma de decisión”.
El titular de la cartera agropecuaria del gobierno de Juan Schiaretti, destacó que el productor agropecuario incorpora tecnología e innovación que permite realizar una producción cada vez más sustentable y con buenas prácticas agropecuarias, donde en Córdoba se lleva adelante un Plan que premia a los productores que desarrollan las mismas. Por otro lado, se refirió a la infraestructura rural: “Estamos trabajando de manera integral con el sector agropecuario para normalizar la situación de los caminos rurales principales y secundarios. Queremos resolver 2000 km de caminos rurales en Córdoba”, comentó.
En ese sentido, informó que se creó con la Mesa de Enlace de Córdoba, un Fondo Fiduciario, donde el 60% de lo que el productor aporta vía el impuesto inmobiliario rural, luego entre ambas parte se decide el destino de los recursos. En líneas generales, quiero reconocer el esfuerzo de los productores y de todos los participantes de la actividad productiva, tanto en la actividad interna como en la exportación”.
La visión de la Rural
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, sostuvo: “El coronavirus sorprendió llevando a un freno de la economía nunca visto en la historia contemporánea. Sin duda, el hecho nos presenta nuevos desafíos para volver a poner en marcha la economía y el sistema agroalimentario".
“El mercado ganadero, lechero, frutícola y hortalizas están bien ofertados, lo que está asegurando, en gran medida, el normal aprovisionamiento local de alimentos. La cosecha de soja y maíz se está desarrollando en forma normal, lo que está permitiendo el mantenimiento del ingreso de dólares a la economía. Las producciones regionales, que en gran medida son estacionales y cuya cosecha se realiza entre los meses de febrero y abril, se han desarrollado en forma normal. Muchas de estas producciones, que se desarrollan en zonas del interior del país, están protegidas naturalmente del virus, lo que contribuyó al normal desempeño de las actividades”, resaltó Pelegrina.
El dirigente agropecuario subrayó la importancia de la articulación público privada, como la de la Mesa de Enlace de Córdoba con el gobierno provincial, y aseguró que en el escenario post pandemia “existirá un mundo centrado en la incertidumbre en el escenario de las decisiones. Va a caer el PBI de la economía global. Hay un futuro esperanzador del agro argentino, que los consumidores valoren más el trabajo que hacen los productores”.
En ese sentido, señaló: “Con toda esta incertidumbre, el productor está definiendo la siembra del trigo, cuyas divisas aportan notablemente a que se mueva la actividad económica en el cuarto trimestre del año. Pensamos que el área rondaría similares niveles que el año anterior, puesto que las condiciones del cultivo pueden contribuir financieramente a la ecuación económica de los productores hacia fin de año".
Para Pelegrina, “la incertidumbre es lo que va a predominar hasta que se encuentre una vacuna o tratamiento de la enfermedad. La economía mundial caerá en 2020, con mayor fuerza en los países desarrollados. Se estima que la caída puede rondar entre el 5% y el 15% del PBI global en el presente año, dependiendo de la profundidad de la caída y la duración de la recuperación. Esto va a depender del grado de coordinación que puedan alcanzar los países para salir de la crisis”.
Los datos que aportó el presidente de la SRA sobre la situación de la Argentina, proyecta una caída del PBI entre el 7,5% y 10%, aunque habrá que prestar atención a la situación de la negociación de la deuda externa. También se resaltó que en la provisión de alimentos argentinos, “hemos sido uno de los pocos países donde casi no ha habido problemas ni de abastecimiento ni de quiebre del flujo del comercio internacional. Esto realmente es un gran logro, y es muy importante para el futuro”, sostuvo Pelegrina.
Para el mediano plazo tenemos en frente el desafío que nos va a presentar la salida de la pandemia. Al respecto, Daniel Pelegrina presentó la siguiente proyección:
• Consolidar un sistema de coordinación multilateral renovado.
• Impulsar una mayor integración regional.
• Cómo lograr los recursos de capital que se necesitarán para afrontar los nuevos requerimientos y preferencias de la demanda.
• Cómo responder a posibles regulaciones que se puedan instrumentar en el comercio.
• El desarrollo de criterios de mediciones de los procesos productivos locales va a ser clave para mostrar a los consumidores las formas científicamente adecuadas con las que llevamos adelante la producción en esta región.
• Adopción de la digitalización en los procesos productivos, el desarrollo de los medios de pagos electrónicos, el uso de nuevas tecnologías como bigdata, internet de las cosas, robótica, automatización de los procesos, blockchain, uso de sensores remotos, Agtech, etc.
• Las nuevas tecnologías permitirán avanzar hacia una mayor horizontalidad de los procesos productivos, permitiendo una simplificación de las cadenas de valor y cambios en la localización de los negocios en sectores esenciales para los países.
Por último, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, manifestó: “Se abre la oportunidad de poder acercarnos en forma directa con los consumidores. Y con esto el desafío de trasmitirles que hacemos, dónde lo hacemos y cómo lo hacemos. La posibilidad de lograr que se valore lo que hacemos, de otra forma, con más fidelidad por parte de los consumidores. Nuevamente la razonabilidad de las ideas y debates que se impulsen pasada la pandemia, van a ser claves para la reconfiguración del nuevo escenario”.
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