Un relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reflejó la crisis de las economías regionales, que se encuentran atravesadas por el coronavirus. Se trata de una encuesta que finalizó el 12 de mayo pasado entre 283 pequeños y medianos productores, que representan a más de 20 complejos productivos de todo el país.
Las economías regionales representan el 63% de las explotaciones agropecuarias y en concepto de capital de trabajo invierten 4.200 millones de dólares, sin considerar la amortización, y generan empleo a aproximadamente 1 millón de trabajadores, que significan el 70% de la mano de obra rural. Además, en 2019 exportaron por más de 7.200 millones de dólares y todos los días llegan a la mesa de los argentinos con verduras, frutas, leche, arroz, y carnes, entre otros alimentos.
Según explicaron desde la Confederación, “la encuesta se llevó adelante con el propósito de dimensionar el impacto del coronavirus dentro de las economías regionales en los siguientes ítems: venta de su producción, compra de insumos y comportamiento de precios, sueldos y jornales, estado de la cadena de pagos, impuestos y servicios públicos, y dificultades para exportar”.
En abril pasado, según la encuesta de CAME, hubo problemas para trabajar con normalidad, comprar insumos, cobrar cheques, consensuar el valor del dólar, exportar, comercializar la producción y acceder a los programas de ayudas del Estado.
En la actualidad hay un 11% de los productores que no pudieron cosechar y producir, y otro 48% que lo hizo de manera parcial. Por la falta de producción y ventas, ese conjunto de productores pymes estará necesitando 812 millones de dólares en capital de trabajo, para mantener la subsistencia de la explotación agroalimentaria.
Por otro lado, solamente el 53% de los productores encuestados contó con todo su personal para cosechar y producir durante el mes pasado. Y con respecto al 47% restante, lo hizo con un 75% o menos de su dotación de trabajadores.
Además, el 82% de los pequeños y medianos productores tuvo dificultades para comprar materias primas o insumos, en algunos casos por retrasos en la entrega de los mismos. Así, los problemas en el abastecimiento aparecen como un punto de incipiente conflicto. De todos modos, por el momento, el 52% pudo trabajar igual.
Los dirigentes de CAME, también alertaron que los problemas “para fijar el valor del dólar aparecen también como un conflicto para el 29% de los productores, que debió comprar a valor blue, mixto, CCL o MEP, y el 56% compró insumos y materia prima al dólar oficial”.
Exportación y cadena de pagos
En momentos donde la demanda externa se restringe como consecuencia del coronavirus, y se posiciona como una dificultad adicional a las economías regionales, la encuesta de CAME sostiene que solamente el 26% de los productores respondieron que no tuvieron inconvenientes para exportar, y el 74% restante si tuvo dificultades, especialmente por las demoras en la logística, en trámites para la autorización y registros, y la volatilidad del tipo de cambio que afectó a la fijación del precio.
Otra de las cuestiones que planteó la encuesta, es la situación de la cadena de pagos. En ese sentido, durante abril pasado el 60% de los productores no tuvo cheques rechazados, mientras que el resto, ya sea en mayor o menor magnitud, sí. En el caso de los cheques cubiertos, el 83% de los productores no tuvo problemas para afrontar sus obligaciones contraídas. El 17% sí, pero sólo el 8% tuvo más del 50% de no coberturas. “Un porcentaje preocupante por sí mismo, pero menos cuando se lo compara con otras actividades de la economía”, dijeron los integrantes de la Confederación.
Una de las principales problemáticas que debieron enfrentar el mes pasado las producciones regionales, fue el relacionado al cumplimiento de las obligaciones impositivas y el pago de servicios. El 29% de los productores no pudo hacer frente al pago de los servicios públicos. “Un porcentaje alto pero que, en algunos sectores no agropecuarios, llegó al 80%”, manifestaron desde CAME. Y entre los que no pudieron cubrir servicios, las tarifas de luz aparecen como el principal problema para el 50% que las dejó de pagar. “Cabe mencionar que en las economías regionales hay muchas producciones que son electrodependientes, como ser la olivicultura, la vitivinicultura y la horticultura, por sólo mencionar algunas, las cuales deben recurrir a pozos profundos para poder regar”, agregaron.
En lo que respecta al pago de los impuestos, el 55% de los productores pudo afrontar esa obligación, mientras que el 45% restante no. Entre quienes no pudieron, los mayores inconvenientes son en el pago de IVA (23%), contribuciones patronales (19%), impuesto a las ganancias (18%) e impuestos provinciales (18%).
Por último, el 40% de los productores no pudo abonar salarios el mes pasado, y en el 60% que si pudo pagar los sueldos, el 38,9% lo hizo con las ventas realizadas entre marzo y abril, y un 37,4% con fondos propios.
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