Los integrantes de la Asociación Argentina de Productores Algodoneros (AAPA) y de toda la cadena del cultivo, aguardan respuestas del gobierno nacional y de las provincias de Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe, donde se concentra el 95% de la producción del textil, a los reclamos realizados frente a un contexto donde en la actualidad el 50% o más de la producción de algodón se encuentra todavía sin cosechar y hay muchos productores que no tienen los fondos que se necesitan para afrontar los costos de cosecha, flete y desmote.
Si no hay una respuesta a los planteos realizados por el sector, que consisten en créditos con garantía de la fibra producida, se proyecta que alrededor de 10 mil millones de pesos no ingresarían al sector, y con buena parte de la producción que no se puede comercializar por no existir demanda debido a la parálisis del sector industrial y comercial.
“Entendemos como sector la grave situación sanitaria y económica que vive todo el país y por eso no pedimos subsidios sino acompañamiento crediticio para no perder la producción ya lograda”, expresaron desde la entidad.
El algodón es una economía regional que tiene una fuerte presencia en las provincias del Norte de la Argentina. Y la crisis afecta a la producción y a toda la cadena comercial instalada en pueblos desde Castelli a Santa Sylvina, desde Malbran a La Banda, desde Gato Colorado a Avellaneda, Cruz del Eje, Quines, Laguna Blanca, Clorinda, J. V. Gonzalez, etc. por nombrar la zona afectada por el cultivo.
En todo este tiempo desde AAPA formaron parte de videoconferencias con representantes de todos los eslabones de la cadena algodonera para dimensionar la situación, a la que definieron como “gravísima”, y que pone en riesgo una parte importante de la gran producción de esta campaña estimada en 287.000 toneladas de fibra, además de afectar directamente a la intención de siembra del cultivo de la próxima campaña.
Campaña
En el comunicado, la entidad informó que en la presente campaña se sembraron 461.588 hectáreas, las que producirán la fibra que se necesita para cubrir el consumo del mercado interno. Además, por los efectos del coronavirus, hay un escaso nivel de exportación, y con precios internacionales que cayeron un 30% en marzo pasado. A todo eso, se proyecta que quedarían como stock final unas 150.000 toneladas de excedente, que sería casi cinco veces el volumen normal de los últimos tres años.
“Para explicar la situación real se puede decir que el 50% o más de la producción se encuentra aun sin cosechar y muchos de los productores no cuentan con fondos para afrontar los costos de cosecha, flete y desmote, valores que normalmente se asumen luego de comercializar parte de la cosecha y al no existir demanda local ni internacional se va parando la actividad y corremos el riesgo de que ese algodón quede en el campo luego de una campaña de esfuerzo de los productores”, dijeron desde AAPA.
El sector desmotador sufre esta crisis de la misma forma, ya que lo poco que se pudo procesar no pueden cobrar los servicios y algunos no están recibiendo producción, más grave aún es la situación en la que la única proveedora de alambres que se utilizan para los fardos de fibra se encuentra sin actividad y algunas desmotadoras ya están paradas por no poder prensar sus fardos y muchas otras lo harán en pocos días.
Seguí leyendo: