En medio de una elevada incertidumbre mundial y local por los efectos del coronavirus, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) proyectó un aumento del área de siembra para la próxima campaña de trigo.
Según los resultados preliminares realizados por los técnicos de la bolsa porteña, la siembra crecería un 1,5% y ascendería a 6.700.000 hectáreas. La siembra en la campaña anterior había alcanzado las 6.600.000 hectáreas. De confirmarse esta estimación para la siembra del ciclo 2020-2021, se superaría en un 19,6% al promedio de la superficie de las últimas 5 campañas. El éxito de la siembra estará sujeto a la presencia de precipitaciones que permitan disponer de humedad superficial para garantizar una correcta implantación.
El relevamiento de la BCBA sostiene que el área crecería por las favorables perspectivas climáticas para la ventana de siembra, donde se lograría una correcta implantación, “seguido por una temporada de lluvias adecuadas y temperaturas favorables para el desarrollo del cultivo, se debe prestar atención a las perturbaciones localizadas hacia el sudoeste de la región, donde la merma de precipitaciones podría condicionar la campaña”, manifestaron los especialistas de la entidad.
Pero también favorecerá a la siembra del cereal, la mejor la mejor relación insumo-producto, aunque los productores expresaron su preocupación en torno a la situación económica, los mercados internacionales, y los alcances de la política agropecuaria del gobierno nacional. Hay que recordar que la participación del trigo en los sistemas productivos se encuentra en planteos de doble cultivo, en rotaciones con leguminosas, o como cultivo de servicio (cobertura, control de malezas).
En materia de precios para el total del período de precampaña, los mismos se ubican un 1% por debajo del ciclo anterior, y se mantienen por encima del promedio de las últimas 5 campañas. Al momento de la publicación del informe de pre siembra del cereal, los precios en el MATba-Rofex para los contratos enero 2021, los mismos se ubicaron en 174 dólares la tonelada.
En este contexto de menores precios para el productor, los especialistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, comentaron: “La disminución del costo de ciertos insumos claves otorga una relación insumo-producto más favorable para el trigo, en comparación a las campañas previas”.
Y explicaron que en los herbicidas se registró una baja del 5%. En el mercado de los fertilizantes, tanto la urea como el fosfato diamónico mostraron caídas en sus precios del 7% y 16%, respectivamente. Mientras que el gasoil asentó una disminución del 11%, respecto a los valores observados en la misma fecha del año pasado. “De esta manera, el trigo en combinación con soja de segunda se presenta como una de las opciones más competitivas para la campaña 2020/21”, manifestaron desde la bolsa porteña.
Recorrido por las zonas productivas
El informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronostica para la región norte de la Argentina, luego de las precipitaciones acumuladas desde finales de marzo y hasta la fecha, mejoras en las expectativas para la próxima siembra y se podría conseguir una suba del área en sectores aislado de dicha región.
Por su parte, en el centro del área agrícola, la perspectiva avanza en un escenario oscilando entre leves aumentos y caídas, condicionadas a la oferta hídrica que se registra en cada zona en particular. “Hay probabilidades de transitar la ventana de siembra con una buena oferta hídrica tanto superficial como subsuperficial, que permitirían registrar leves incrementos regionales de superficie, a lo que se sumaría una buena relación insumo-producto. No obstante, la incertidumbre económica también ejerce presión a la hora de la decisión de siembra y es por este motivo que no se prevén grandes expansiones de área”, detalla el informe.
En cuanto al sur del área agrícola, el grueso de la actividad de siembra se espera para fines de junio y principios de julio, y hay una clara tendencia por mantener el área destinada a cultivos de invierno, sin embargo, se prevé una leve expansión del área de trigo en detrimento de cebada. Esta última tendencia es más clara en regiones como el sudoeste de Buenos Aires, en donde las alternativas de siembra para cultivos de verano son muy limitadas debido al clima seco y al acotado periodo libre de heladas.
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