En Misiones, comenzó la cosecha de la yerba mate con controles sanitarios por la pandemia del coronavirus y restricciones al empleo de tareferos para evitar la concentración de personas, limitante que hace temer a la producción por la caída de la hoja en los yerbales y la llegada de un frente frío. Actualmente la actividad yerbatera está funcionando parcialmente por cuestiones sanitarias.
En la zona central misionera, Ángel Oseniuk, productor yerbatero de la localidad de San Vicente, explicó a Infobae que “se inició la zafra de yerba mate con la dificultad que plantea los cuidados que demanda el coronavirus, con reducción del personal abocado a la tarea de cosecha a instancias de cumplir con el protocolo dispuesto por el gobierno provincial y también por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM)”.
“Se están cumpliendo los protocolos en los yerbatales –aseguró Oseniuk–, donde actualmente trabaja un tercio de los tareferos, que es personal encargado de cosechar la yerba mate, y que habitualmente requiere la actividad”.
También consultado por este medio, Bienvenido Castillo, tarefero hoy desempleado de la localidad de Comandante Andresito, en el norte misionero, comentó, “hoy estamos con esta situación de cuarentena y atendiendo el protocolo sanitario dispuesto por la provincia de Misiones. Hace dos semanas que se puso en marcha por parte de los productores de yerba mate un protocolo por el que mueven solamente una parte de los cosecheros, donde hay mucha necesidad”.
“La actividad no está solamente restringida para la cosecha, ya que en el área de Andresito, no todos los secaderos de yerba mate están en funcionamiento, solo están trabajando cuatro o cinco. No se está moviendo mucho todavía la actividad cuando ya es la época donde se apura la caída de la hoja, que va desde marzo a junio”, aseguró Castillo.
Según se advirtió desde el sector yerbatero, el momento para avanzar con la cosecha de la yerba mate resulta ideal, donde no se registran lluvias, pero surgen las dudas por el impacto que tendrá la baja de las temperaturas, hecho que de persistir puede afectar el rendimiento del producto que se obtenga.
Precios
Desde la producción, se indicó que la cosecha está transitando con un valor base de $ 20 por kilo de hoja verde puesto en los secaderos y entregado a las industrias, cuando desde el sector primario se reclamaba un precio de $ 29,15 para atender el esquema de costos de producción en los yerbales.
Según Oseniuk, “el precio oficial es de $ 20 que otorgó el INYM, mientras que en secaderos se abona a razón de $ 25 por kilo de hoja verde de yerba mate. Todavía nos falta un monto de $ 4,15 de diferencia. Sin este valor, enfrentamos un retraso generado por los últimos aumentos en combustibles y por la devaluación del peso, entre otras cosas”.
“La verdad es que los números no nos están cerrando –explicó el productor de San Vicente, en el Departamento de Guaraní–, y estamos trabajando a media máquina. La suerte es que la cadena de pagos se mantiene con pagos al contado, y eso nos favorece para hacer frente a los compromisos que tenemos, ya que sin duda nos tiene muy preocupados todo lo que pasa a nivel país, y también en el mundo”.
Para Oseniuk, como para muchos otros productores misioneros, se espera que “el consumo de yerba mate no caiga por el aislamiento social por la pandemia, ya que la infusión es reconocida siempre por ser un producto de intercambio y para compartir en las charlas o en el trabajo, aunque en muchos lugares se toma por separado”.
Por último, Oseniuk agregó: “Para el presente 2020, el sector yerbatero apuesta a que se transforme en un año bastante exitoso con precios que vayan un poco para arriba. Esperamos que el gobierno trabaje en el control de precios, tanto en la cadena mayorista como en los supermercados e intermediarios, que allí es donde se hace mucho para que el consumidor pague más de lo que debe por la yerba mate”.
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