En momentos donde se está registrando una importante distorsión en los precios que llegan a las góndolas, con productores agropecuarios que siguen en la actividad en medio de numerosas dificultades y percibiendo un precio por debajo de los costos, el presidente de la Federación Agraria Argentina se refirió al escándalo que se generó por la compra de alimentos por parte del Ministerio de Desarrollo Social, pagando precios por encima de los valores máximos.
“No deseo estar en un silencio connivente oficialista ni ser un activo denunciante opositor, pero siendo parte del primer grupo de perjudicados de la cadena, los productores de alimentos, y también siendo consumidor y parte del pueblo argentino, tengo que repudiar de manera contundente este tipo de actos de torpeza o de corrupción. La Justicia deberá investigar lo sucedido. Son hechos que de un modo u otro avalan y afianzan la cadena parasitaria de comercialización”, dijo Carlos Achetoni.
Y agregó: “Espero que de confirmarse estas sospechas que derivaron en despidos y pedidos de renuncias, que tengan una ejemplar sanción todos los implicados en este accionar, especialmente en la difícil situación que atraviesa nuestro país y el mundo. Hoy, se ven precios de alimentos que suben inexplicablemente y en forma abusiva, volviendo a las mismas prácticas tantas veces denunciadas por nuestra entidad”.
El dirigente federado, además precisó: “En toda esta situación se toman de rehén, y como dijo el presidente de la Nació, de ´bobo´al consumidor, pero el consumidor no es el único bobo o rehén de la cadena, porque el productor primario es el otro gran perdedor, ya que percibe por sus productos precios deprimidos, muchas veces por debajo de los costos de producción, mientras que el consumidor debe pagar abultados valores por esos mismos alimentos”.
Achetoni recordó que al asistir a una de las reuniones de la Mesa contra el Hambre, planteó que representaba a productores agrícolas y ganaderos de la Agricultura Familiar, pequeños y medianos productores agropecuarios que, paradójicamente, producían alimentos y, por los ingresos que percibían, “en muchos casos se ubicaban por debajo de la línea de la pobreza”.
Distorsiones en la cadena de comercialización
Pero además, dijo en ese ámbito: “Más allá de los impuestos que siempre hemos pagado, se puede hacer un gran aporte a la economía real si se hacen cambios urgentes y necesarios. Estoy convencido de que el camino debe ser corregir los desequilibrios en las cadenas, para terminar con el sometimiento y empobrecimiento de los productores, que muchas veces ven cómo se pierden sus producciones sin valor en sus fincas o chacras, mientras que a los consumidores de menor poder adquisitivo se los priva del acceso a los alimentos básicos”.
El titular de la entidad que representa a los pequeños y medianos productores, está convencido que el desequilibrio que existe en la cadena de comercialización de productos agropecuarios, “se puede corregir con circuitos cortos de comercialización y compras públicas del Estado. Estas acciones dignificarían los ingresos de los productores y asegurarían el acceso de los consumidores a los productos alimenticios con precios más justos y razonables. Además, permitirían preservar e impulsar el empleo en el interior del país, descomprimiendo el hacinamiento en los conos urbanos de las principales ciudades del país.”
Por último, Achetoni sostuvo, “estoy convencido de que, hoy más que nunca, debemos reivindicar a los agricultores familiares y a los pequeños y medianos productores, que luchan día a día contra diferentes atropellos, desde precios desleales pagados a sus producciones, impuestos injustos y distorsivos, la falta de políticas específicas para el sector y hasta despojos de sus tierras. Y en el marco de la crisis sanitaria desatada por el Covid 19, en el que el cierre de las fronteras en el país y en el mundo demuestran que debemos poder ser autosuficientes como país, creo que tenemos una gran oportunidad como Nación para desarrollar políticas públicas a corto, mediano y largo plazo que nos permitan lograrlo”.
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