Mientras la mayoría de los seres vivos debemos comer para sobrevivir, las plantas obtienen su energía directamente del sol. Pero esto no quiere decir que estén ajenas al flujo energético del resto del sistema, sino que, por el contrario, se nutren permanentemente del resto de las especies. Ahora, en una investigación global sin precedentes, un grupo de investigadores buscó descifrar la dinámica de ese sistema a través de un experimento de biodiversidad a gran escala.
Por primera vez, según cuenta un artículo de la revista científica Phys, los investigadores no solo observaron un tipo de alimentación (como los herbívoros) sino las relaciones de alimentación integradas en todo un ecosistema. “Investigaciones previas que examinaron los efectos de la biodiversidad en el funcionamiento de los ecosistemas se centraron principalmente en niveles de alimentación únicos (niveles tróficos) o cadenas alimentarias simplificadas”, explica el artículo.
“Hemos analizado toda una red de alimentación, en otras palabras, interacciones multitróficas, por encima y por debajo del suelo. Esto es indispensable para comprender los efectos resultantes de la extinción global de especies”, explicó el Dr. Sebastián T. Meyer, Investigador de la Cátedra de Ecología Terrestre en la Universidad Técnica de Munich (TUM) y autor principal del estudio.
Una cadena alimenticia aérea, indica el texto, podría extenderse desde los pastos a los saltamontes y luego a las arañas, por ejemplo. El grupo de investigación examinó cuánta energía fluye en el sistema, cuánta queda en el sistema, por lo tanto, cuánta biomasa está presente en el sistema y, finalmente, cuánta energía está abandonando el sistema. La idea principal: la eficiencia de todo el ecosistema aumenta en todos los niveles de alimentación cuando aumenta la diversidad de las plantas.
"Ver efectos positivos en un nivel no implica que no pueda haber efectos positivos simultáneos en otros niveles de alimentación", dijo el Dr. Meyer. Cuando un saltamontes se alimenta de pastos hasta que está saturado, esto no necesariamente tiene efectos negativos en el nivel de la planta: con un alto nivel de biodiversidad, el sistema se mantiene en equilibrio.
Alcance del trabajo
El trabajo, basado en un experimento de biodiversidad de pastizales a gran escala que se ha estado ejecutando desde 2002, tiene enorme relevancia para la evaluación de los sistemas productivos argentinos, donde muchas veces la obsesión por el control de plagas o malezas deriva en una enorme pérdida de biodiversidad.
"El estudio muestra que una mayor diversidad de plantas conduce a más energía almacenada, mayor flujo de energía y mayor eficiencia en el uso de energía en toda la red trófica, por lo tanto, en todos los niveles tróficos", explicó el Dr. Oksana Buzhdygan de Freie Universitaet Berlin, otro autor principal del estudio.
Los ecosistemas con 60 especies de plantas contenían, en promedio, el doble de la cantidad de biomasa en pie en comparación con los monocultivos de plantas, lo que significa que la cantidad total de recursos utilizados y recuperados por la comunidad de plantas y animales aumentó con un aumento en la diversidad de las plantas.
“Este trabajo de investigación destaca la importancia de la biodiversidad para las funciones y servicios proporcionados por los ecosistemas. El uso de la tierra agrícola que apunta a producir una amplia gama de bienes y servicios debe mantener una gran diversidad de plantas, por ejemplo, plantando cultivos mixtos, para evitar la pérdida de recursos del ecosistema”, remarca el artículo.
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