“La sustentabilidad ambiental y social ya es el piso, no un agregado o algo de pocos”. El concepto surge a partir de leer la realidad que atraviesan hoy todos los implicados en la producción de alimentos y los agronegocios: sean empresas que proveen insumos o maquinarias, sean productores, sean asesores o empresarios, ninguno ni nadie, puede descuidar el impacto que tiene lo que hace sobre sus congéneres y el ambiente.
En este contexto, ingenieros agrónomos de todo el país se comprometieron a utilizar sus facultades para hacer que se cumplan los requisitos para el cuidado del ambiente. “Compartimos y somos parte de la preocupación social acerca de la preservación del ambiente, la salud humana y los sistemas agroalimentarios razón por la que instamos al estricto cumplimiento del marco legal vigente, aplicable al ejercicio profesional, la actividad agropecuaria y agroindustrial toda”, comunicaron la semana pasada constituidos como Mesa Nacional de la Ingeniería Agronómica, durante el primer encuentro de todos los Colegios y Consejos Profesionales de Ingenieros Agrónomos de Argentina.
De sur a norte y de este a oeste, estuvieron representados profesionales de Salta, Catamarca, Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, Misiones, San Luis, Jujuy, Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe, San Juan, Tucumán, Neuquén, Entre Ríos, Salta, Corrientes, Chaco, Formosa, La Rioja, Chubut, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
La ingeniería agronómica fue declarada de Interés Público (Resolución 254 /03 Ministerio de Educación) a partir de la capacidad profesional para obtener alimentos de calidad haciendo un uso racional de los recursos naturales.
Vale recordar que desde entidades de productores, como la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) y la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), ya hace tiempo vienen perfilando sus programas y proyectos de trabajo basados en no sólo las estrategias para aumentar la producción, sino también, hacerlo de manera sustentable.
Sin ir más lejos, el lema del congreso de AAPRESID (que se desarrollaría como cada año en agosto, habría que ver cómo está la situación sanitaria para entonces con el Coronavirus) para 2020 se enfocará en el concepto de “Agricultura Siempre Verde” y su rol en la eficiencia de los sistemas de producción, el cuidado del ambiente, las personas y la mitigación del cambio climático.
El rol de los Ingenieros agrónomos
Los agrónomos cumplen un rol fundamental en todo lo que se hace en el campo porque son como los médicos que arman las recetas para la aplicación de productos, deciden para qué, cuándo y cómo aplicarlos, pero además recomiendan una determinada rotación de cultivos y el uso de tecnologías (en semillas, fertilizantes o productos defensivos).
“Resaltamos el rol indelegable, respaldado en sus alcances profesionales, del ingeniero agrónomo, en los sistemas productivos extensivos, intensivos, agroecológicos, orgánicos, agricultura familiar, entre otros y destacamos la existencia de Códigos y Tribunales de Ética Profesional en nuestras Instituciones que garantizan el correcto ejercicio profesional”, se comprometieron los agrónomos en un comunicado.
Así las cosas, concluyeron: “Ponemos nuestros equipos profesionales, a disposición de las autoridades nacionales, provinciales y la sociedad en su conjunto, para articular e implementar acciones conducentes a lograr sistemas agroalimentarios sostenibles”.
Entre las aristas de las prácticas sustentables y los manejos responsables (que pueden medirse a lo largo de todo un ciclo productivo en lo que se denomina trazabilidad) está latente que serán en algún momento (en parte ya lo son) la llave de acceso a los mercados más exigentes. Los consumidores elijen en la góndola. La sustentabilidad, ya no es una elección, es una obligación.
Seguí leyendo: