A partir de esta medianoche comenzó el paro de comercialización de granos y hacienda convocado por la Mesa de Enlace en rechazo a la suba de tres puntos porcentuales en los derechos de exportación de la soja. Quedarán exceptuados los productos perecederos.
La medida de fuerza, que fue impulsada por la CRA, se extenderá hasta el jueves a las 24 y contará también con la participación de la Federación Agraria Argentina (FAA); Coninagro; y Sociedad Rural Argentina (SRA).
No obstante, desde FAA reconocieron que al interior de la entidad “hay diferentes posturas” que no permitieron llegar a una posición oficial ante el cese de comercialización anunciado. Por tal motivo, se decidió dejar en “libertad de acción a sus bases para que decidan la adhesión o no a la protesta”.
A pesar de que los dirigentes de la Mesa de Enlace esperan un alto acatamiento, garantizaron que el paro “no provocará aumentos sobre los precios ni desabastecimiento”.
“Una vez más los productores agropecuarios de todo el país nos vemos empujados a tomar medidas en defensa de la condición más dignificante del alma y del hombre como tal, nuestro trabajo. Pasan los tiempos, cambian los actores, las situaciones, la dialéctica (si era soberanía, seguridad alimentaria o solidaridad); pero la respuesta de los gobernantes sigue siendo la misma, frente a su incapacidad de solucionar los temas estructurales, y se repite en nuestra historia como si obedeciese a leyes naturales. Retenciones, derechos de exportación, en definitiva, más impuestos”, aseguró la CRA, entidad presidida por Jorge Chemes.
Desde diciembre pasado, el campo viene manifestando su malestar por las decisiones del gobierno nacional de aumentar la presión impositiva, en un escenario de caída de los precios internacionales y falta de precipitaciones en las principales zonas productivas. Pero además, en diferentes asambleas y movilizaciones que se realizaron en los últimos tiempos, se escuchó el reclamo hacia el Estado y la clase política para que se baje el gasto.
Los dirigentes y productores explicaron que el sector agropecuario “siempre demostró solidaridad con el país”. El aporte por retenciones y otros impuestos superó los USD 100 mil millones entre 2002 y 2019. Y alertaron que ese dinero no se utilizó para resolver los serios problemas económicos y sociales de la Argentina.
La medida de fuerza se definió tras el incremento de 3 puntos porcentuales en los derechos de exportación de soja (de 30% a 33%) y sus derivados anunciado por Alberto Fernández. El paquete también incluye un sistema de compensaciones para aquellos productores que comercialicen 1.000 toneladas anuales como máximo de soja.
Al mismo tiempo, se anunciaron bajas para más de 22 producciones, entre ellas, el girasol, la carne porcina, harina de trigo, garbanzos y maíz piscingallo. Con estas reducciones y segmentaciones, el oficialismo intentó evitar la unificación de todos los sectores del agro en un intento de quitarle potencia al reclamo.
Este nuevo esquema de retenciones fue comunicado por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, a los titulares de la Mesa de Enlace el martes de la semana pasada. Tras dicho encuentro, el presidente de CRA, Jorge Chemes, consideró a la reunión como “buena”, a pesar de que “no haberse logrado revertir el tres por ciento”, a la soja.
No obstante, muchos representantes de las bases cuestionaron a la dirigencia ya que consideraron que “no se había interpretado correctamente el mensaje del interior productivo, sobre bajar la presión impositiva y eliminar las retenciones".
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