Sigue el malestar en la cadena agroindustrial por el incremento de las retenciones a la soja. Una decisión que anunció esta semana el gobierno de Alberto Fernández, y que ya generó de parte de los productores un cese de comercialización de granos y hacienda, entre el lunes y jueves de la semana próxima.
Los integrantes de la Asociación de la Cadena de la Soja (ACSOJA), expresaron su rechazo a la medida y reclamaron su revisión, “ya que la salida sustentable de la crisis es generar mayor competitividad a los sectores más importantes y de rápida reacción de la economía nacional”, manifestaron en un documento entregado a la prensa.
Además, se mostraron dispuestos a dialogar con el gobierno para trabajar en un plan de desarrollo agroindustrial. Y al respecto, dijeron: “Podemos ser el supermercado del mundo con políticas estables y revertir la crisis en pocos años. Ir en el camino contrario solo es pan para hoy y más hambre para mañana”.
Por otro lado, recordaron y coincidieron con las expresiones del presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien había considerado al campo como un socio estratégico de su gobierno, y que necesita que dicho sector creciera para conseguir las divisas que necesita el país. Al respecto, las autoridades de la cadena de la soja, manifestaron, “reiteramos la necesidad de generar políticas que potencien nuestra producción y además incentiven el agregado de valor a la misma, de modo de incrementar exportaciones, generando más empleo y con mejores precios a destinos diversos aumentando a su vez la base imponible”.
También alertaron que por las malas políticas de los gobiernos de los diferentes colores políticos, la cadena sojera sufrió el estancamiento de su producción en los últimos 10 años, donde actualmente la misma es un 15% menor al récord, cuando en el mismo período la producción de Brasil creció más de un 40%, y en esta campaña superará a Estados Unidos como principal productor a nivel mundial.
Por último, los representantes de la cadena sojera comentaron que el sector agroindustrial tiene un enorme potencial y la Argentina lo necesita a pleno para salir de la crisis, pero para eso los funcionarios deberán tener en cuenta que “más retenciones sobre la soja y sobre el valor agregado implican menos producción y primarización y nos llevan a seguir en un círculo vicioso de crisis”, advirtieron.
La industria aceitera
Las autoridades de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), que aporta uno de cada cuatro dólares que ingresan por exportaciones a la Argentina, transmitieron su malestar porque el gobierno nacional no restableció el diferencial de retenciones que existía entre los embarques del poroto de soja y sus derivados industriales, el aceite y la harina.
La decisión del gobierno es establecer retenciones en un 33%, a pesar de los reclamos del sector aceitero que se profundizaron en las últimas semanas, para que se regrese al esquema anterior, donde la soja históricamente tributó de 2,5 a 3 puntos más que los productos industriales, para promover la molienda del poroto y la exportación de productos con mayor valor agregado.
“El Decreto 230/2020 eleva las alícuotas de derechos no solo para la soja sino también para la harina y el aceite de soja, castigando a través de un impuesto al valor agregado de exportación, la industrialización, el empleo y la mayor generación de divisas para el país al ser el primer sector exportador nacional y líder mundial en estos productos procesados”, manifestaron en un comunicado los representantes de la industria aceitera.
Los representantes de la industria aceitera propusieron que el gobierno aplique un tratamiento impositivo igualitario para poder recuperar la fortaleza de la industrialización de soja en nuestro país, y manifestaron, "estamos convencidos que se debe hacer con una lógica de construcción y defensa de la industria nacional.
Por último, desde CIARA advirtieron: "El proceso de primarización de la soja, que implicó que su venta, como poroto sin procesamiento, al exterior creciera el año pasado un 140% -según datos del INDEC- atenta contra el desarrollo del empleo, la industrialización en el país y deprime los precios locales a los productores, por lo que reduce la exportación de productos con mayor valor agregado y consiguientemente el mayor ingreso de divisas. Actualmente, la industria tiene una capacidad ociosa del 43%”.
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