Luego del reclamo realizado por los productores agropecuarios y empresas vinculadas a la venta de insumos, el gobierno de La Pampa dejó sin efecto la prohibición de comercialización de fitosanitarios en el territorio provincial.
La medida fue instrumentada a fines del mes pasado por la Subsecretaría de Ambiente provincial, a través de la Resolución 55/20, luego que se constatara que la Fundación Campo Limpio no había puesto en marcha los tres Centros de Acopio Transitorio (CAT) en la provincia. Los lugares estaban destinados a realizar el acopio de los envases vacíos de agroquímicos.
Concretamente, la Ley N° 27.279 de productos fitosanitarios contempla la instalación de tres Centros de Acopio Transitorio en La Pampa para los bidones vacíos de herbicidas, fungicidas e insecticidas. Además, la implementación de un sistema para la trazabilidad de dichos envases en las localidades de Alta Italia, Colonia Barón y Macachín.
Luego de una reunión entre los representantes de la fundación y funcionarios del gobierno provincial, se acordó un nuevo plazo para la construcción de los Centros de Acopio. A partir de esto, las autoridades anunciaron que se deja sin efecto la prohibición y solicitaron a Campo Limpio que “mantenga la campaña itinerante y el plan de contingencia, hasta tanto la totalidad de los residuos generados hasta la fecha sean almacenados dispuesto el sistema”.
Por otro lado, se informó que los centros ya están instalados en las localidades de Alta Italia y Colonia Barón. Asimismo, Campo Limpio se comprometió a construir el tercero en Macachín, además de instalar un sistema que garantice la trazabilidad, el control de los envases vacíos y de los procesos del sistema.
Reclamo de los productores
El viernes, productores y sectores perjudicados por la prohibición realizaron una asamblea en donde se elaboró un petitorio que fue presentado en la Subsecretaría de Ambiente provincial.
En el tiempo en el que estuvo vigente la prohibición, productores y representantes de empresas proveedoras de insumos alertaron que la medida comprometía seriamente a la producción de la provincia. Sumado a esto, aseguraron que también perjudicaba a pequeños y medianos productores agropecuarios, agronomías que comercializan los insumos, contratistas rurales y demás actores de la cadena productiva.
Los argumentos del reclamo se basaron en que en este momento se está atravesando un periodo crítico para el desarrollo de los diversos cultivos por la gran proliferación de malezas, plagas y enfermedades, que son propias de esta época del año.
Es por eso que ante la situación, los productores deben intensificar los controles con el objetivo de evitar pérdidas en la producción de grano y forraje. A modo de ejemplo, resulta imperioso contar con diversos productos para combatir las plagas que perjudican la sanidad de los cultivos, principalmente isoca en girasol y chinche e isoca en soja.
Durante la prohibición en la comercialización de agroquímicos, los productores también advirtieron sobre el registro de cereales, oleaginosas y forraje. De no actuarse de modo urgente, las mismas representarían un porcentaje sumamente considerable, acarreando el consecuente perjuicio económico.
Por otro lado, los productores reiteraron su compromiso de desarrollar una actividad producción de alimentos cada vez más sustentable, a través del cuidado del medio ambiente y la salud de la población, de la mano de la implementación de las buenas prácticas agropecuarias.